La sección de hoy de “Nutrición en las diferentes etapas de la vida” aunque
si bien la voy a centrar un poco en los adolescentes, la verdad es que se puede
hablar de cualquier etapa en la vida ya que es un tema que aunque se da especialmente en los adultos, es en la
adolescencia cuando empiezan los problemas. ¿De qué estoy hablando? De los desórdenes
alimentarios.
Seguramente, cuando escuchamos
estas 2 palabras inmediatamente pensamos en los trastornos de la conducta
alimentaria (anorexia y bulimia) y, si bien correcto, no se deben olvidar otros
trastornos como la obesidad, el síndrome de la pica, la ortorexia o la
vigorexia.
Como ya comenté en el post
anterior, la adolescencia es una etapa de
cambios entre los que destaca el desarrollo del cuerpo y la
estabilidad emocional así como la necesidad de autonomía. La autonomía les
lleva a decidir el comer “lo que a mí me gusta” en lugar de comer “lo que tú
quieres que coma, aunque sea buena comida”; también decido cuándo y dónde comer. La estabilidad
emocional y el cambio corporal les lleva, por su parte, a tener que aceptarse
(o no) tal como son: altos, bajos, más o menos voluminosos, etc.
Esto tiene su riesgo, porque siempre se van a comparar con sus compañeros y con
lo que ven en la televisión, revistas, películas, etc. de tal forma empiezan
las típicas frases: estoy gordo/a, me sobra esto, me falta esto otro o... que
delgado estoy, quiero más músculo... ¡y aquí empiezan todos los problemas!
Los principales desequilibrios alimentarios que provocan
los problemas nutricionales que antes he comentado, pueden resumirse en tres apartados:
- Alteración del patrón de ingesta e incumplimiento de las recomendaciones.
- Trastornos del comportamiento alimentario.
- Ingesta inadecuada de nutrientes en adolescentes que practican deportes de alta competición.
Mediante estudios y encuestas y la
simple observación se ha conseguido identificar una serie de costumbres diarias que los adolescentes
han adoptado provocando trastornos nutricionales.
Es
sabido por todos que tienen un consumo
variable de energía debido sobre todo a la irregularidad en cuanto a los
patrones de comida. Hay un elevado número
de adolescentes que salen de casa para ir al instituto sin haber desayunado, no
quiero volver a hablar de la importancia del desayuno ya que está más que
explicado en posts anteriores. También suele ser frecuente que se salten el
almuerzo; esto nos lleva al siguiente punto: el picoteo entre horas. Este picoteo entre horas suele ser de dulces, bollería,
refrescos, aperitivos que son de nulo valor nutritivo y lo único que aportan,
como ya sabemos, son calorías vacías, grasa saturada y sodio.
El tema de los refrescos es bastante interesante porque
suelen sustituir al agua,
un exceso en su consumo sólo nos va a aportar un exceso de calorías y además,
va a tener un efecto negativo sobre nuestro tracto gastrointestinal; por otra
parte, muchas
de esas bebidas tienen gran cantidad de fosfatos que van a interferir en la
absorción del calcio y va a provocar una mala mineralización ósea.
No debemos olvidar el consumo de alcohol y tabaco (u otras sustancias) durante los
fines de semana que van acompañados de comidas en restaurantes de comida
rápida ya que son asequibles económicamente y ofrecen también un buen lugar
para reunirse socialmente.
Este consumo de alcohol y comida rápida nuevamente sólo van a aportar un exceso
de calorías vacías.
Por último, y en el polo
opuesto, se suelen seguir dietas inadecuadas como dietas de adelgazamiento sin control
alguno que llevan a déficits importantes de micronutrientes. Seguir dietas de adelgazamiento en esta
edad es un peligro ya que su cuerpo todavía está en constante cambio.
Todo ello lleva al
adolescente a un estado de desnutrición por exceso o por defecto, en función de
si hay una excesiva o poca ingesta energética, que incluye un estado de carencias de nutrientes con sus
consecuencias fisiopatológicas correspondientes como modificaciones en la
velocidad de crecimiento y maduración, problemas gastrointestinales, problemas
mentales, enfermedades óseas, anemias, etc. y enfermedades como obesidad,
hipertensión arterial, hipercolesterolemia, diabetes y demás.
II. Trastornos de la conducta alimentaria
Dentro de este grupo se
incluyen la anorexia
nerviosa, la bulimia nerviosa, los trastornos alimentarios no especificados (engloban todos los casos que no
cumplen todos los criterios para anorexia nerviosa o bulimia nerviosa) y la obesidad.
- La anorexia nerviosa, es un síndrome de carácter psiquiátrico que se caracteriza por un adelgazamiento y rechazo voluntario a la ingesta de alimentos debido al miedo obsesivo a engordar. Aunque se da más en mujeres (y algunos hombres) adultos, es en esta edad cuando empieza a arder la chispa que posteriormente va a prender la mecha. Suelen ser chicas a las que se las presiona mucho para conseguir objetivos, se cae en una espiral de obligaciones y presiones importantes en las que al final lo único que parece que pueden controlar es su alimentación, dan muchísima importancia a la imagen corporal y se comparan obsesivamente con patrones de moda y belleza, suelen ser muy perfeccionistas y exigentes consigo mismas pero de escasa autoestima, con tendencias depresivas y autodestructivas. A la hora de comer, y cada día más, hacen trocitos muy pequeños con la comida. Entre bocados aumentan los lapsos de tiempo y se levantan varias veces para ir al baño. Pueden provocarse vómitos y suelen usar diuréticos y laxantes para expulsar cuanto antes la comida del organismo. Además, realizan mucha actividad física.
- La bulimia nerviosa, es otro síndrome de carácter psiquiátrico que cursa con hiperfagia, es decir, comer compulsivamente y mucha cantidad. Se come aun sin tener apetito y a escondidas, con la sensación de no tener control sobre sus actos y su alimentación, lo que desencadena una depresión. Como se sienten culpables, se desprecian y quieren reducir su peso, tras los episodios se provocan vómitos o toman laxantes y diuréticos. Otra característica que la define es la gran variación de peso que pueden tener estas pacientes. Al igual que con la anorexia, también realizan una gran cantidad de actividad y ejercicio físico.
- La obesidad. Además de estar provocada por el consumo excesivo de calorías y la falta de ejercicio físico, muchas veces se asocia a problemas de tipo emocional en el que se consumen alimentos compulsivamente, como en la bulimia, pero en este caso suele deberse a la insatisfacción con su vida y ven en la comida una vía de escape. No necesariamente comen porque tienen hambre, pero si el alimento está disponible se lo comen sin luego tener cargo de conciencia y, por tanto, la necesidad de realizar la purga. Por lo general suelen ser alimentos dulces como bollería y pastelería y también comidas rápidas.
Cualquiera que sea el trastorno que se padezca
es muy importante acudir a sitios especializados debido a que la complejidad, elevada prevalencia, comorbilidad asociada y el compromiso al que se somete al cuerpo, hacen que sea indispensable un tratamiento multidisciplinar y altamente especializado en el que intervengan psicólogos, nutricionistas, médicos y, muchas veces, fármacos. El apoyo familiar es también vital para las personas que padecen estos trastornos. En esta enfermedad
nunca se está sólo, es muy importante tener esto en cuenta.
III. Adolescentes y deporte de alta competición
Los adolescentes deportistas a no
ser que estén bien controlados o tengan la cabeza bien amueblada van a incurrir en los mismos fallos que hacen los
adolescentes no deportistas, es decir, todo lo que he contado en el
apartado primero.
En muchas
ocasiones, estos adolescentes se ven agobiados por sus entrenadores, por ellos mismos o
por el propio deporte, lo que los puede llevar a padecer trastornos de la
alimentación. Se sabe que en deportes
en los cuales el físico y el peso es muy importante como la
gimnasia, el patinaje y baile artístico o las artes marciales, entre otros, se suele recurrir a prácticas y hábitos alimentarios no
saludables para controlar y modificar dichos aspectos sin
pensar muchas veces en los efectos secundarios que pueden tener tanto a nivel
de rendimiento deportivo como a nivel psicológico. El objetivo nutricional de las personas que
rodeen a estos adolescentes debería ser concienciarles
en mantener un equilibrio entre la ingesta alimentaria con unos
buenos hábitos alimentarios que les permitan realizar su entrenamiento de
manera adecuada y manteniendo la composición corporal adecuada, tratándolos de
manera particular e individualizada sin generalizar. Por supuesto, sin olvidarnos de la parte psicológica que es igual de
esencial.
Para finalizar el post, quiero
resaltar la importancia de saber aceptarse
cada uno tal y como es, no hay dos personas iguales, hay que tomar
conciencia del relativismo de la belleza. Para unas personas podemos ser
bellísimas mientras que para otras no y, por tanto, los cánones de belleza son
difusos y volubles. Sólo hay que tener buenos valores humanos que son los
realmente importantes.
Realizado por Cristina Vallespín Escalada
Mieditis dan estas cosas...
ResponderEliminarMuy interesante, no debe perderse de vista en la educación de los enanos..
Patricia
Hola Patricia,
EliminarTienes toda la razón, es muy importante como hemos comentado en el post, saber transmitirles buenos valores y servirles de apoyo y ejemplo.
Arriba el equipo blogueril. :D
Un saludito
Me parece un post muy bien explicado y el tema muy importante.
ResponderEliminarA los adolescentes les bombardean los anuncios, televisión, revistas, etc, pera que estén delgados y les hacen creer que eso es bonito, debía de estar prohibido esa publicidad.
Hay que quererse como es cada uno, llevar una vida sana e s lo mejor, pero sin agobios.
Un saludo.
Elena.
Hola Elena,
EliminarTienes toda la razón del mundo. Es muy importante tener el autoestima alto y respetarse y quererse a uno mismo como se es.
Un saludo. :D