¡Buenos días! Volvemos con las recetas de los viernes y para celebrarlo
hoy, os traemos una receta muy dulce, así que atentos y… comenzamos.
Hoy nuestra protagonista es la ciruela, ingrediente estrella de la receta
de hoy.
La ciruela es el fruto del ciruelo (Prunus subg. Prunus), perteneciente a la familia de las rosáceas,
familia a la que también pertenece el almendro o el melocotonero.
Existen al menos 200 especies de ciruelos,
muchos de ellos cultivados por distintas funciones como la de aprovechar sus
frutos para la alimentación o como planta de jardín.
Con
respecto a las variedades comestibles, encontramos ciruelas procedentes de
especies europeas destinadas a consumirse secas, aunque hay excepciones como la
ciruela Claudia; y tenemos las ciruelas procedentes de variedades japonesas de
sabores más dulces y destinadas por tanto a la elaboración de mermeladas,
aunque por supuesto también se consumen frescas.
Algunas variedades europeas son:
- Ciruela Claudia: una de las más populares y que debe su nombre a la reina Claudia, primera esposa del rey Francisco I de Francia. De color amarillo verdoso, son un fruto de sabor muy dulce y estacionalidad muy limitada y de difícil conservación en fresco ya que es muy poco resistente.
- Ciruelas Dansom o ciruela de Damasco: utilizada en la antigüedad para la elaboración de tintes. Es una variedad muy utilizada para la producción de mermeladas.
- Otras variedades son la Agen, la Fellemberg, la Stanley, la President o la Empress.
- Ciruela Santa Rosa: otra ciruela muy bien valorada por su sabor y aroma.
- Ciruela Fortuna: variedad de mayor tamaño de color ámbar.
- Ciruela Friar: alcanza un color negro intenso en su madurez, destaca por su pequeño hueso.
- Ciruela Early Queen: una de las primeras variedades en aparecer en el calendario, madura hacia finales de mayo.
- Ciruela Catalina: ciruela de gran firmeza y aroma.
Ya conocemos algunas variedades de ciruelas, pero, ¿cuáles son sus propiedades nutricionales?
Es una fuente importante de hidratos de
carbono, fibra y antioxidantes.
Como la mayoría de las frutas contiene como principal componente agua
seguido de hidratos de carbono, en este grupo destaca la presencia de sorbitol un compuesto de leve acción laxante. Es por
esto que ayuda en casos de estreñimiento, este componente junto con la fibra de tipo
soluble (pectinas) e insoluble y otros compuestos (derivados de la hidroxifenilxantina) facilitan el tránsito intestinal mediante la
estimulación de los movimientos peristálticos del intestino.
La presencia de vitaminas en esta fruta es
baja, no obstante podríamos destacar la provitamina A, la vitamina E y
vitaminas del grupo B que ejercen una acción antioxidante sobre el organismo así como ayudan a reforzar
el sistema inmunitario. En el caso de las ciruelas de color rojo contienen antocianinas,
compuesto también antioxidante, de efecto cardioprotector.
Junto a estos potentes antioxidantes
encontramos un aporte importante de ácido hidroxicinámico (destacan los
ácidos cafeicos y p-cumárico) además de recientes descubrimientos de isómeros del ácido clorogénico; todos estos
también antioxidantes capaces de “secuestrar” los radicales libres altamente
oxidantes siendo, por tanto, compuestos importantes en la prevención de cáncer y de enfermedades cardiovasculares.
En lo que se refiere a su contenido en minerales, destaca el potasio que, junto con el bajo contenido en sodio, es
fundamental en casos de retención de líquidos y ciertas patologías como
enfermedades relacionadas con el hígado o insuficiencia renal.
Es importante diferenciar que el potasio ayuda en la eliminación de
retención de líquidos y por tanto en personas con dicha problemática puede
ayudar a controlar el peso, no obstante no debemos generalizar ni afirmar con
tanta contundencia que el potasio es bueno para el control de peso y estilizar
la figura ya que el problema no siempre ni únicamente va a residir en una
retención de líquidos.
Las ciruelas al contener fibra ayudan a
mantener un aporte adecuado de energía y dan sensación de saciedad lo que evita
picoteos de
cosas poco recomendables.
Para su consumo debemos tener en cuenta
que hoy en día se recurre a multitud de pesticidas para los cultivos, además del uso de ceras para mantener un aspecto llamativo para el
consumidor, por ello, es importante tener esto en cuenta y, si bien el consumo de la piel tiene multitud de buenas propiedades, la adición de estas
sustancias impiden su consumo, ya que son altamente tóxicas; por tanto, salvo
que procedan de cultivo ecológico o que se laven a conciencia, lo mejor es
pelar estos alimentos.
Ingredientes
- Ciruelas (1 kg)
- Azúcar (375 gr. aprox.)
Lavamos bien las ciruelas y las deshuesamos, a continuación las ponemos
en una olla a cocer a fuego lento para que vayan soltando el jugo y se cuezan
con el mismo. A los 10 minutos añadimos el azúcar y removemos constantemente
hasta que la mezcla espese, el tiempo puede variar según el gusto del
consumidor y la textura que quiera darle a la mermelada. Opcionalmente, después
se puede pasar por la túrmix.
Una vez espesa la mermelada, la repartimos en frascos limpios y los
ponemos al baño maría, comprobando que estén bien cerrados, en una cacerola con
agua, cubriendo completamente los frascos. Dejamos cocer durante 20 minutos, de
esta forma hacemos que se produzca el envasado al vacío y podamos guardar y
consumir la mermelada durante un periodo de tiempo largo.
Con esto nos despedimos hasta el próximo post :)
Realizado por Tamara Valencia Dueñas y Jorge Ibarra
Morato
Añado por mi cuenta que también se pueden congelar los tarritos e ir sacando para el consumo.
ResponderEliminar(a mi me las hace mi madre, jamás compro mermelada de fábrica)
Beso chicos..
P.
¡¡Hola Patricia!!
EliminarEs muy buena opción que podemos hacer, nos la apuntamos :).
¡¡Muchos besos!!
Hola chicos!
ResponderEliminarantes de nada, daros la enhorabuena por el artículo que, para un "lechón" como yo en esto del mundo de la elaboración de mermeladas en casa, me ha venido como anillo al dedo. Hoy me he estrenado gracias a vuestra receta y, dicho sea de paso, a las ciruelas ecológicas de mi amiga Sara.
Lo único que he modificado de vuestra receta ha sido reducir un pelín la cantidad de azúcar, por lo demás la he seguido a rajatabla.
Vamos, que ya me está tardando el desayuno de mañana para dar cuenta del manjar (que, por supuesto, ya he probado).
Un abrazo!
Manuel.
Hola Manuel,
EliminarNos alegra que te hayas decidido a adentrarte en el mundo de la elaboración de mermeladas, y muchas gracias por dejarnos este comentario.
Te animamos a que sigas probando nuestras recetas y dando tu toque personal, sin olvidarte de dejarnos un comentario.
Un saludo.