¡Buenos días! Hoy comenzamos una semana temática, ya que se
celebra esta semana en Madrid, del 24 al 29, la “Semana del Corazón”. En Plaza de España se
montará una carpa donde se llevarán a cabo una serie de actividades.
Con este motivo, hoy y el miércoles hablaremos de dos patologías
relacionadas con el corazón. La que hoy nos concierne es la hipotensión.
Como ya contamos en nuestro post “Hipertensión, ¿qué es y cómo tratarla?”, el corazón
necesita una presión para conseguir bombear adecuadamente la sangre y hacer que
ésta llegue a todas las células del cuerpo para llevar el aporte de nutrientes
necesarios, así como volver de nuevo con las sustancias de desecho que serán
eliminadas en pulmón, riñón e hígado. Posteriormente, la sangre es
“oxigenada” en los pulmones (pasando primero por el corazón) y volviendo al
corazón para repetir el ciclo. Este es un proceso que requiere de un bombeo
constante adaptado a la situación del organismo.
La presión arterial se considera normal cuando la
presión arterial sistólica se encuentra por debajo de 120 mm Hg y la presión
arterial diastólica (situación de reposo ventricular) es igual o inferior a 90
mm Hg. Por lo que, consideramos hipotensión, o presión arterial baja, a la tensión por
debajo de estos niveles (90/60 mm Hg).
Sin embargo, la presión arterial varía sobremanera de una persona a
otra, lo que para una persona es hipotensión para otra puede
ser su tensión normal, mientras no padezcamos síntomas y las lecturas sean
normales para nosotros mismos, no deberíamos preocuparnos. En el
momento que experimentemos cualquier signo o síntoma que no sea normal se
debería consultar con el médico, ya que puede haber algún problema subyacente.
Además, sería útil acordarse de cuándo han tenido lugar los síntomas y qué
estábamos haciendo.
Tener habitualmente la tensión baja no es perjudicial, de hecho, deportistas y personas que realizan ejercicio con
regularidad tienden a presentar una menor presión arterial que
las personas que no están en buena forma física. Del mismo modo que los no
fumadores y las personas que tienen un peso adecuado.
Tipos y Causas
- Hipotensión ortostática postural: tiene lugar por cambios bruscos en la posición del cuerpo, normalmente por ponerse en pie rápidamente después de estar sentado un tiempo o al levantarse después de estar tumbado. Normalmente dura unos pocos segundos.
- Hipotensión postprandial: como su nombre indica, es una caída repentina de la tensión después de comer. Se debe a que la sangre se encuentra localizada en el tracto digestivo realizando labores de digestión.
- Hipotensión mediada neuralmente: ocurre por estar de pie durante mucho tiempo. Afecta con más frecuencia a adultos jóvenes y niños. Se debe a que la sangre, por efecto de la gravedad se va “estancando” en las piernas; en condiciones normales, el cuerpo lleva a cabo una serie de medidas para ajustar la presión arterial, pero personas que sufren de este tipo de hipotensión hay un fallo en los mecanismos fisiológicos que mantienen la presión arterial y en lugar de enviar una señal diciendo que la presión es baja, la mandan diciendo que es alta y, como resultado, el cerebro disminuye la frecuencia cardíaca lo que baja aún más la presión arterial y hace que menos sangre llegue al cerebro y más se acumule en las piernas.
- Hipotensión grave producida por una pérdida súbita de sangre, infección o reacción alérgica intensa: deshidratación, hemorragias, gastroenteritis, etc.
Entre otras causas, encontramos:
- Condiciones médicas como el embarazo, problemas cardiovasculares, problemas endocrinos, anemias, diabetes, etc.
- Medicamentos como diuréticos, alfa-bloqueantes, beta-bloqueantes, para el Parkinson, algunos antidepresivos, ansiolíticos, analgésicos, etc.
Síntomas
Los
síntomas pueden ser desde mareos o aturdimiento y confusión hasta el desmayo, pasando por visión borrosa, náuseas o vértigo, piel fría
o sudorosa y respiración rápida y superficial, fatiga, sed, depresión, falta de
concentración, debilidad.
Tratamiento
y prevención
En una
persona sana y sin que cause problemas, por lo general, la hipotensión no
requiere de tratamiento. Sin embargo, cuando sí hay síntomas o complicaciones
el tratamiento será uno u otro, en función de la causa.
En el caso de la hipotensión arterial secundaria a otras enfermedades, el tratamiento será el de la enfermedad de base. Para la hipotensión provocada por fármacos, habrá que revisar con el médico cuáles se toma y son
susceptibles de provocar los síntomas, para rebajar la dosis o considerar su
retirada total.
Si se trata de hipotensión ortostática postural se aconseja levantarse despacio o mantener los pies en alto
mientras se está sentado o tumbado, mientras que en el caso de la hipotensión mediada neuralmente, se debe evitar permanecer mucho tiempo de pie e incluso el
uso de medias elásticas de compresión que eleven la presión en la parte
inferior del cuerpo.
En cuanto a recomendaciones basadas en la dieta, encontramos el evitar el alcohol y tomar mucho líquido para mantenerse bien hidratado evitando así el descenso de
la tensión. Por supuesto, realizar una dieta variada para ingerir todos los nutrientes necesarios para nuestro
organismo y así evitar la anemia. Si la hipotensión es del tipo postprandial,
sería recomendable realizar comidas más pequeñas y más frecuentemente, lo que hará que los niveles de azúcar se mantengan
estables en sangre, eligiendo hidratos de carbono de absorción lenta y
limitando los de absorción rápida, tal y como se hace en la diabetes.
Aumentar la cantidad de sodio, es decir sal, habría que valorarlo.
Si se consume poca cantidad de sal, quizá sería beneficioso
aumentar relativamente su consumo, pero si la ingesta de sal está bien, habrá
que buscar otras alternativas.
Con esto me despido hasta el próximo día.
¡Saludos!
Realizado por Cristina Vallespín
Escalada
Me parece interesante lo que escriben... tengo una duda. Yo tengo diagnosticada Intolerancia ortostática, tomo cortisona y una nutriologa, con la que acuidí al ver que me sentía mejor, me dejó una dieta cetógena (atkins)... Sentí mucha energía, pero al cabo de 14 días mas o menos, mi ejercicio lo suspendí por fuertes calambres en aumento al grado de despertarme más de 1 vez en la noche. Tomo suplementos desde hace 3 días, porque le informé a mi nutriologa, pero no alivian aún... sigo con ese malestar al caminar para mi trabajo, escribir... estoy dudosa de seguir con la dieta, pero a la vez me siento con más energías... ¿cuál es su opinión?
ResponderEliminarHola Angelica,
EliminarNuestra opinión es que los calambres se deben casi con seguridad a la dieta cetogénica, con lo cual la aconsejamos que la cambie. También le aconsejamos que busque una segunda opinión y acuda a otro nutricionista.
Un saludo.
pero al cabo de 14 días mas o menos, mi ejercicio lo suspendí por fuertes calambres en aumento al grado de despertarme más de 1 vez en la noche. Tomo suplementos desde hace 3 días, porque le informé a mi nutriologa, pero no alivian aún... sigo con ese malestar al caminar para mi trabajo, escribir... estoy dudosa de seguir con la dieta, pero a la la-voz.net/abraham-valdelomar/
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