¡¡Buenos días!! Hoy vamos a conocer una vitamina especial, la vitamina protectora de
la sangre. No es otra que la vitamina K, perteneciente al grupo de
las vitaminas liposolubles.
Descubierta en 1929 por el científico
danés Heinrik Dam, éste demostró en unos estudios realizados sobre
pollos que la vitamina K es necesaria para la coagulación de la sangre. Por
ello, su nombre procede del danés koagulation, y se la conoce
también como la vitamina de la coagulación o antihemorrágica.
En 1939, a partir de la alfalfa se obtuvo por primera vez la forma de la
vitamina en estado puro (vitamina K1). Posteriormente, se evidenció
que las bacterias también eran capaces de sintetizar otra forma de la vitamina
K (k2), que se caracterizaba por tener una cadena lateral más
insaturada que la anterior.
La
vitamina K está formada sólo por átomos de carbono, hidrogeno y oxígeno, como
podemos ver en la siguiente imagen:
Encontramos 3 tipos de vitamina
K:
- La filoquinona o vitamina K1, proveniente de fuentes de origen animal y vegetal.
- La menaquinona o vitamina K2, proveniente de las bacterias intestinales. De esta forma obtiene el ser humano gran parte de los requerimientos.
- La menadinona o vitamina K3, producida por la industria farmacéutica, se presenta en forma hidrosoluble y no tiene cadena lateral, el organismo debe añadir la cadena lateral a la menadinona antes de que pueda funcionar como vitamina K. Aunque es sintética, sus propiedades fisiológicas son similares a las anteriores.
La
vitamina K se absorbe sin dificultad a partir de los alimentos, siempre que la
digestión y absorción de lípidos sea normal,
siendo muy deficiente en los síndromes de malabsorción de las
grasas. La vitamina K1 se absorbe en
el intestino delgado, mientras que la K2 y K3 lo hacen al
final del intestino, incluso en el colon.
La
cantidad que se puede absorber es muy variable, puede oscilar entre el 10 a 70%, siempre teniendo en
cuenta la presencia de sustancias grasas en la dieta, ya que como hemos dicho es una vitamina liposoluble, y de la
acción emulsionante de los ácidos biliares y jugo pancreático.
La
vitamina K es absorbida al igual que otros lípidos, se transporta a través de
la linfa para incorporarse a los quilomicrones y posteriormente a
las lipoproteínas, VDL y LDL, que van a transportar la vitamina hasta el hígado para distribuirse por el organismo. Una vez en las células, la vitamina se asocia sobre todo
con las membranas celulares. La vitamina y sus metabolitos oxidados se eliminan
a través de la orina y heces.
Aunque no se conocen datos sobre la
concentración de la vitamina que se acumula en el organismo, sí se conoce que es el hígado el lugar más importante de almacenamiento.
Funciones
Las funciones de la vitamina K son 2 fundamentalmente:
- Coagulación sanguínea, la vitamina K en el hígado participa en la síntesis de algunos factores que forman parte de la llamada cascada de la coagulación (factores II, VII, IX, X, proteína C, S y Z). La cascada de la coagulación es un proceso por el cual, nuestro organismo, a través de una serie de proteínas, es capaz de detener la hemorragia de los vasos sanguíneos dañados a través de la formación del coágulo. Por ello, también es llamada vitamina antihemorrágica.
- Metabolismo óseo, la vitamina K también participa en el metabolismo del hueso ya que una proteína ósea, llamada osteocalcina requiere de la vitamina K para su maduración. Es decir, promueve la formación ósea en nuestro organismo. Existen estudios que sugieren que la vitamina K ayudaría a aumentar la densidad ósea y evitaría fracturas en personas con osteoporosis. De todos modos, se requieren más investigaciones para confirmar el papel de la vitamina K en relación a la prevención y tratamiento de la osteoporosis.
Las
necesidades diarias de esta vitamina en un adulto se sitúan alrededor de 1 mg/kg peso/día. Llegando a los 80 mg/día
para hombres de más de 25 años y 65 mg
diarios para mujeres de más de 25 años. De este requerimiento se asume que la mitad se suministra por la dieta y el
resto por la síntesis bacteriana.
En
cuanto a la toxicidad, los cuadros de intoxicación por vitamina K son
excepcionales. Al tratarse de una molécula
liposoluble no se conocen casos en seres humanos. Sin embargo, la menadiona (vitamina K3) sí
puede ser tóxica, pues dosis excesivas
(cantidades superiores a 1000 veces las recomendadas), pueden causar ictericia
(pigmentación amarilla de la piel y las mucosas) en lactantes, así como anemia
hemolítica.
La
filoquinona es especialmente abundante en alfalfa y verduras con abundantes
hojas. Los
alimentos más ricos en vitamina K son los de origen vegetal y las verduras de
hoja verde, como el brécol, col, repollo, las hojas de nabo, lechuga,
perejil, espinacas, coliflor…
Ciertas
cantidades de menaquinona existen en las carnes, especialmente en el hígado.
Los aceites de colza y soja y, algo menos, el de oliva son fuentes aceptables,
igual que la yema de huevo y queso. En cuanto a los cereales y las frutas contienen poca
cantidad, aunque los cereales integrales pueden aportar cantidades
significativas, ya
que el germen y el salvado contienen vitamina K.
Los demás alimentos
contienen poca cantidad de esta vitamina.
Clasificación de los alimentos según su contenido
en vitamina K (mg / 100 g
de alimento)
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Alto > 150 mg
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Medio 50 – 150 mg
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Bajo < 50 mg
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Lácteos
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-
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-
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Leche,
queso, yogur, mantequilla
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Otros de origen animal
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-
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Carnes,
hígado
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Carnes
magras, huevos, pescados
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Hortalizas
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Repollo,
coles, perejil, coliflor, espinacas, brécol, lechuga
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Zanahorias,
patatas
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Judías
verdes, pepino, tomate, guisantes, espárragos, champiñones
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Frutas
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-
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-
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Manzanas,
naranjas, fresas, plátanos
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Cereales
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-
|
-
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Trigo, maíz
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Deficiencias
Las
deficiencias de vitamina K, aunque raras, se relacionan con la mala absorción
de lípidos o la destrucción de la flora intestinal por el uso de antibióticos de forma
continua, así como por carencias en la dieta. Además, enfermedades hepáticas
que interfieran con la utilización de la vitamina provocan carencias graves.
La
hemorragia es el signo predominante cuando existe una carencia importante de
vitamina K (desde
sangrados por la nariz, pasando por encías, orina…), y en los casos más graves su consecuencia es una anemia
que puede causar la muerte debido a que hay dificultades en la coagulación. Cuando la
deficiencia de esta vitamina es leve, no se producen signos clínicos.
En recién nacidos los niveles de
vitamina K pueden ser deficitarios con mayor facilidad,
especialmente en los niños prematuros, en aquellos que se alimentan de leche
materna y su madre está en tratamiento con anticonvulsivos y, finalmente, en
niños alimentados únicamente con leche materna, la cual contiene muy baja
proporción de vitamina K.
Asimismo, la absorción
que realizan los recién nacidos es menor a la del adulto porque su intestino
todavía no está colonizado de bacterias que lleven a cabo el proceso de
producción de vitamina K2.
Si no se controlan rápidamente las
deficiencias en los recién nacidos, esta puede acabar en la enfermedad
hemorrágica del recién nacido que se caracteriza
por sangrados en las heces y la orina, alrededor del cordón umbilical y, muchas
veces, intracraneal. Estas hemorragias pueden dar como resultado
graves lesiones para toda la vida y, en ocasiones, la muerte.
Así como un uso
excesivo de ácido acetil salicílico puede evitar la coagulación sanguínea
normal mediante la interferencia con la agregación plaquetaria y la disminución
de los niveles de factores dependientes de vitamina K.
Espero que con este
artículo hayáis aprendido más sobre esta vitamina, y como en todas hay que
mantenerlas en niveles aceptables. Un exceso o déficit puede ocasionarnos más
de un susto.
¡¡Un saludo!!
Realizado
por Jorge Ibarra Morato
si gracias me a servido algo pero me queda una duda una mujer que tenga el problema de absorción de esta vitamina como serian sus menstruaciones y un parto? seria grave? necesito una respuesta gracias
ResponderEliminarHola,
EliminarComo hemos mencionado en el post, la deficiencia de vitamina K provoca grandes sangrados, por lo que las menstruaciónes serán muy abundantes dando como consecuencia anemia.
Sin embargo, lo mejor es que consultes con el médico.
Un saludo.