Dietas milagrosas - Dieta de los 31 días

¡Buenos días a todos! Comenzamos la semana con un nuevo post de nuestra sección dietas milagro, hoy vamos a hablar sobre la “Dieta de los 31 días”.

Buscando y echando un vistazo a cómo va el mundo de las dietas en internet, me encontré un artículo que comenzaba diciendo “En cuanto a dietas y planes de adelgazamiento parece que no está todo inventado. Al menos, en eso se empeñan los dietistas, que sacan cada poco tiempo dietas para adelgazar nuevas.”  Este primer párrafo me llamó mucho la atención, he leído bastante sobre dietas milagro pero… ¿desde cuándo estas dietas las elaboramos nosotros? Sé que hay miles de dietas de este tipo y por supuesto no voy a decir que las conozco todas, pero hasta ese momento no había oído hablar sobre una dieta milagro elaborada por un dietista, doctores de dudoso título bastantes y doctores que elaboran dietas con un objetivo concreto y que después la sociedad manipula dicha dieta para otros fines también pero repito… ¿un dietista?

Esto me llevo a indagar un poco más en el tema y, efectivamente, la dieta está elaborada por según el libro, ¡una nutricionista!

Decidida a darle un voto de confianza a esta dieta puesto que está elaborada por una experta en nutrición me dediqué a indagar más sobre ella. Cuál fue mi sorpresa cuando me encontré que era un “mix” de la dieta Atkins y la dieta South Beach (entre otras), es una dieta como muchas otras: hiperproteica, con alimentos permitidos de los que se puede consumir a placer y alimentos prohibidos; y con un “día loco” en el que, cómo no, se favorece el atracón.

Es una dieta por fases, divididas en períodos de 15 días, te garantiza una pérdida de 3 a 5 Kg si eres mujer y de 5 a 8 Kg si eres hombre, ¡¡todo ello en un mes!! Dos periodos de 15 días seguidos de un periodo de mantenimiento.

Entonces, ¿en qué consiste esta dieta?

Pues bien, la primera fase consiste en, por supuesto, eliminar todos los hidratos de carbono a excepción de un poco de pan en los desayunos. En realidad lo que suprime son los azúcares, todo aquello que tiene relación con la glucosa y su metabolismo, es decir, suprime pastas, pan, e incluso, frutas. En el caso de las verduras admite su consumo en una de las comidas y siempre que no pertenezcan a los alimentos “prohibidos”.

En esta fase se permite el consumo de proteínas tipo carnes, pescados, huevos y algunos lácteos con moderación.

Se advierte que en esta fase se puede padecer de estreñimiento, ¿se puede? Perdón, habría que rectificar,  el estreñimiento va a ser un problema bastante común en esta dieta si tenemos en cuenta que la fibra, gran regulador del tránsito intestinal, se suprime prácticamente por completo, consecuencia de reducir considerablemente el consumo de verduras, además de suprimir cereales, legumbres y frutas.  En el caso de las legumbres, desaparecen casi por completo en la dieta, ya que en la lista de alimentos prohibidos en esta fase y en la siguiente se encuentran incluido este grupo en su totalidad.

La supresión de las legumbres es una incógnita, porque uno se puede plantear, vale lo suprime por la sensación de hinchazón debido a los gases, no lo apoyo pero bueno es una razón entre muchas, pero, leyendo en los alimentos permitidos aparecen los refrescos tipo coca cola bajos en calorías que se pueden consumir antes, durante y después de las comidas como elemento saciante, efectivamente son bebidas que “no” dan gases y con múltiples propiedades beneficiosas para la salud al contrario que las legumbres evidentemente. Disculpen mi tono sarcástico pero este es uno de los elementos que me chocan entre muchos en esta dieta.

En resumen, esta fase es fundamentalmente hiperproteica, si continuamos a la siguiente fase nos encontramos con una dieta igualmente hiperproteica. No hay grandes variaciones excepto que se permite el consumo de fruta, una pieza o ración al día siempre acompañada de alguno de los otros alimentos permitidos, y sopa de verduras unas tres veces por semana para que no nos acostumbremos a la dieta de la primera fase.

En esta fase de la dieta se tiene en cuenta el índice glucémico por lo que, en la fase 2 se van introduciendo hidratos de carbono pero los de menor índice glucémico.

Esta fase, en resumidas cuentas, es idéntica a la anterior a excepción de la introducción de frutas, una pieza al día, y el caldo de verduras que se toma en tres días en las cenas.

Ya en la fase de mantenimiento se permiten la mayoría de hidratos de carbono, aparecen las legumbres, arroz y pastas integrales, las verduras prohibidas en fases anteriores pero no se permiten cereales, zumos de frutas (aun siendo naturales), pan, harinas, entre otros.

Lo que choca de esta dieta es que el grupo de proteínas en su totalidad se incluyen en el apartado “alimentos sin límite de cantidad”. Efectivamente,  echándole un vistazo al libro se aconseja moderar las cantidades, así que son alimentos sin restricciones pero hay que moderarse, ahora eso de tomar fibra que es un buen saciante que permite ayudar a moderar esas cantidades, ¿para qué? la fibra brilla por su ausencia hasta la fase de mantenimiento.

Puesto que es una dieta hiperproteica, hablemos de sus consecuencias.

El exceso de ingesta proteínica puede ocasionar problemas graves entre los que se encuentran la hiperuricemia, la gota (consecuencia de la hiperuricemia), fallos renales por excesiva concentración de solutos, etc.

Las proteínas no tienen como función principal generar energía, antes se metabolizan para entrar a formar parte de otros procesos, ya que la función de aportar energía reside en los hidratos y en las grasas (estas últimas actúan como elemento de reserva energética), si se produce un déficit energético a causa de una baja ingesta de hidratos de carbono o existe un exceso en la ingesta proteica, estas proteínas se metabolizan para generar energía, por lo que se producen residuos de tipo amoniaco; en condiciones normales, este amoniaco se convierte en urea en el hígado y se expulsa sin problemas por la orina.

Cuando existe un exceso proteico, los residuos tóxicos tienden a acumularse, no se filtran bien por el riñón y se acumulan en la sangre dando lugar a fuertes dolores de cabeza, sensación de fatiga, mareos, náuseas. Por supuesto riñón e hígado se ven seriamente afectados ya que son los principales órganos encargados de la detoxificación del organismo, y por tanto, una acumulación excesiva de tóxicos en estos órganos conlleva a fallos renales y hepáticos.

La cetosis también es un problema asociado a la falta de aporte de hidratos de carbono al organismo, este procede entonces a la obtención de energía a partir de los cuerpos cetogénicos sintetizados de las reservas corporales, generalmente de grasas, este proceso produce igualmente productos tóxicos, todo esto lleva a un exceso de tóxicos en el organismo que ni el hígado ni el riñón son capaces de eliminar.

En la parte de ejercicio físico, me llama la atención que no es hasta la tercera fase cuando se recomienda hacer algo de ejercicio, las razones de no hacerlo anteriormente es que puede suponer un aumento de peso, más si se hacen ejercicios de musculación.

A veces, no es cuestión de peso sino de volumen, hacer ejercicio supone, si se hace bien, ganancia de músculo algo positivo, la masa magra (músculo) pesa más que la masa grasa, por tanto a veces hay que pararse a considerar que ganar peso, si es en músculo, es algo positivo.

Al final de la dieta, se permite comer de todo, aconsejando controlar lo que se come durante cuatro días y dedicar tres a consumir los alimentos que más gusten, primando así la máxima de “Si me doy un atracón hoy, mañana compenso”, algo totalmente contrario a las bases de una alimentación sana y equilibrada.

Una alimentación equilibrada es consecuencia de unos hábitos de vida saludables, en los que existe un equilibrio entre ejercicio, alimentación y costumbres.

Para concluir, de las recomendaciones que se hacen en esta dieta, con lo único que me quedaría es con la recomendación de recurrir a un dietista-nutricionista para ayudar y aconsejar en cuestiones de alimentación.

Con esto me despido, nos vemos en el siguiente post. :)

Realizado por Tamara Valencia Dueñas

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