El post de hoy lo vamos a dedicar a un estudio publicado a finales de
enero en la revista científica “American Journal of Clinical Nutrition”,
realizado durante más de 10 años en Inglaterra y Escocia a 45000 personas, de
las cuales 15000 aseguraban seguir una dieta vegetariana.
Se demostró que los vegetarianos tenían un menor riesgo de
sufrir cardiopatía isquémica, frente a los que no seguían un patrón
de dieta vegetariana.
Con esto, podemos decir que la dieta vegetariana sí protege al corazón,
pero… ¿en
realidad qué nos protege?
El
seguimiento de una dieta vegetariana que en ocasiones puede producir carencias
(como explicamos en el post
dedicado a este tipo de dieta y sus tipos) pero
siempre que se realice de manera adecuada y suplementando aquellos
micronutrientes que únicamente conseguimos a través del consumo de productos de
origen animal no tiene por qué ser mala.
Las sustancias protectoras nos las van a proporcionar sus alimentos, nos
proporciona ácidos grasos mono y poliinsaturados, lo que
hace que nuestros niveles de colesterol LDL disminuyan, aumentando el
colesterol HDL, llegando a conseguir un balance lipídico muy
adecuado que nos va a proteger frente a enfermedades cardiovasculares. Pero no
sólo los ácidos grasos nos van a ayudar a disminuir el colesterol, también
resulta importante mencionar la fibra, las proteínas vegetales y los antioxidantes,
que están involucrados en la disminución del colesterol. Lo que sí quiero matizar
es que las dietas vegetarianas, sobre todo las más estrictas no
aportan apenas colesterol, debido a que las comidas
vegetarianas son bajas en grasas saturadas y generalmente contienen poco o nada
de colesterol. El colesterol se encuentra en productos de origen animal, por
ello, se ha visto en el estudio niveles bajos en esta población.
Pero no sólo los niveles bajos de colesterol en esta población frente a
la no vegetariana tienen un efecto protector, otro factor de riesgo es la tensión arterial, que
resultó ser bajo en los seguidores de la dieta vegetariana. El consumo de sodio
en esta población es pequeño, salvo que compren productos manufacturados y
elaborados por la industria para este colectivo, que llevará grandes cantidades
de sodio para mejorar su conservación, lo que produce un incremento de la
tensión arterial; lo mismo pasa con los que seguimos una dieta normal, los
productos precocinados, la comida basura, los embutidos… contienen altas
cantidades de sodio, y cada vez más nos alejamos de las buenas recomendaciones
de alimentación por productos ya preparados que nos facilitan el día a día.
Hemos visto los dos puntos importantes que detalla el estudio y que
demuestran que la dieta vegetariana protege el corazón, ¿esto quiere decir que debo seguir este patrón?
La respuesta es NO necesariamente,
lo que si debemos sacar como conclusión es que la alimentación influye mucho en
la salud de las personas. Con esto nos tenemos que dar cuenta que, siguiendo pequeñas pautas y haciendo cambios en nuestra
alimentación podemos conseguir grandes resultados. Nuestra salud
mejorará y nos sentiremos mejor; como muchas veces hemos repetido, no sólo la
alimentación ayuda a prevenir, también hacer una vida activa.
La dieta vegetariana protege el corazón; sin embargo, ¿hay más opciones?
Seguir o no una dieta vegetariana es opción de cada uno; no es mejor ni
peor, es otra opción. Pero no es la única dieta o patrón alimentario donde se
ha demostrado que con su seguimiento se protege el corazón.
El seguimiento de la dieta mediterránea
también tiene efectos beneficiosos para el corazón. El patrón
mediterráneo, del que poco a poco nos alejamos y deberíamos volver a retomar,
contiene un alto consumo de frutas y hortalizas, legumbres y cereales; elección
de pescado frente a la carne, si se eligen carnes mejor aquellas magras. Como
vemos, también se busca una mejorar la salud.
Con esto me despido, recordando que toda alimentación saludable y vida
activa, mejorará nuestra salud. ¡¡Saludos!!
Realizado por Jorge Ibarra Morato
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