El calcio es el mineral más
abundante del organismo, supone alrededor del 3% del peso corporal y
un 99% del mismo se encuentra almacenado en los huesos.
Forma parte de muchas de las
funciones que nuestro organismo realiza, interviene en los procesos de entrada de nutrientes en las células, es
el responsable de la situación de reposo celular así como de la activación de
las mismas, etc. Su función más conocida es la denominada estructural, el calcio se almacena formando el
tejido óseo tan importante para mantenernos y permitir los movimientos.
Este mineral se suele ingerir en forma de complejos que luego
en el proceso de absorción mediante una serie de enzimas generalmente se
ioniza, quedando en forma soluble. Existen complejos de menor tamaño como el oxalato cálcico o el carbonato cálcico que
no necesitan ser procesados y se absorben directamente. Su absorción se ve
favorecida por la vitamina D,
sintetizada a partir de la luz solar mediante los receptores situados en la
piel (se recomienda la exposición diaria al sol durante al menos media hora
para mantener unos buenos niveles de dicha vitamina) y el ácido clorhídrico presente en el
estómago.
Existen ciertos componentes,
presentes en los alimentos, como el ácido oxálico, que dificultan su absorción
y otros que la impiden al ir asociado el calcio a estos (oxalatos y fitatos presentes en alimentos
de origen vegetal como las espinacas). También ciertos diuréticos y antiácidos
impiden su absorción.
Entre sus beneficios encontramos
que es un buen modulador del sistema nervioso,
interviene en la transmisión de los impulsos nerviosos; ayuda a controlar la tensión arterial, mantiene el buen estado de
nuestros huesos y dientes y, existen estudios, que avalan su papel en la
prevención de cáncer.
Por otro lado carencias en este mineral pueden causar insomnio, calambres musculares, uñas
quebradizas, arritmias… y
déficits más severos pueden dar lugar a raquitismo en
niños y osteoporosis en
adultos.
Ya sabemos qué es el calcio
pero… ¿Qué tiene que ver este mineral con
las enfermedades articulares?
Un exceso de calcio en el organismo
hace que este se acumule en zonas muy variables, lo más común es su acumulación en los riñones puesto que son órganos encargados
de filtrar y mantener el organismo a punto, libre de tóxicos, de ahí que el
exceso de calcio se pueda acumular en esa zona.
Las articulaciones son
también puntos muy comunes en los que se puede acumular este mineral dando
lugar a calcificaciones que causan estos procesos de inflamación y cursan con
dolores muy agudos.
Hay que tener cuidado con
los suplementos
de calcio, el calcio de dichos suplementos no siempre se absorbe y se almacena en la
zona para la que se pretendía al recetar el complemento; es un
mineral que puede acumularse con facilidad y en estos casos el principal
afectado puede ser el sistema cardiovascular, se va depositando en las venas y
arterias siendo así un riesgo, puede dar lugar a formación de trombos e
infartos. El año pasado salió una noticia acerca de un estudio relacionado con
el calcio
y el riesgo de infarto.
Como conclusión, decir que el calcio siempre mejor ser consumido desde
una dieta
normal y equilibrada puesto que irá asociado a elementos que nos van
a ayudar a su correcta absorción y almacenamiento.
Con esto me despido, nos vemos en el próximo post. :)
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
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