¡Buenos días! Hoy queremos dar un ejemplo de multidisciplinariedad entre
distintos sectores dentro de la alimentación y nutrición, hablaremos sobre las conservas. En su
elaboración interviene la investigación química, la tecnología culinaria,
seguridad alimentaria, etc.; un conjunto de sectores que conviven en sinergia
para sacar a la luz nuevos y mejores productos para el consumidor. Además, este
post participa en el III Carnaval de la Nutrición que se
realiza en el blog de Scientia.
Nosotros vamos a tratar sobre las propiedades nutricionales de
estas conservas, ¿realmente conservan todos los nutrientes este tipo de
procesados?
De
entre todas las conservas que podemos encontrar en el mercado hoy queremos
centrarnos en la sección de conservas vegetales (verduras y legumbres).
Los
efectos sobre los alimentos son parecidos a los que se producen durante una
cocción en medio acuoso. De forma general en las conservas caseras hay mayores pérdidas de
nutrientes que en las industriales y su aspecto físico es menos
atractivo debido a que son procesos menos controlados (temperatura, tiempo,
etc…) y que en las industrias se añaden aditivos para conservar los nutrientes,
modificar el color, sabor e incluso olor.
También
es importante detallar que durante el procesado de los alimentos: lavado, pelado, cortado… se desencadenan numerosos procesos químicos que provocan
además pérdidas de nutrientes.
- El color con el calentamiento, en el caso de brócoli por ejemplo, se ve intensificado no obstante, si el tiempo es excesivo del verde intenso podemos pasar a un marrón nada agradable.
- En cuanto a la textura, podemos ver diferentes tipos según el momento de aplicación del calor,
- En agua fría, se produce un calentamiento progresivo por lo que la textura queda similar tanto en el interior como en el exterior del alimento.
- En ebullición, el exterior se calienta rápidamente y el exterior tarda más.
- Por otra parte, se puede usar vapor que proporcionará una textura más agradable, es decir suave, porque los procesos osmóticos son limitados y se conservan mucho mejor las vitaminas.
- En cualquier caso el alimento pierde firmeza, produciéndose un ablandamiento.
- El sabor se ve mermado al pasar gran cantidad de sustancias solubles del alimento al medio, por el contrario, si se usa el vapor no hay dicha pérdida.
Con respecto a las legumbres a nivel
físico sólo hay cambios en cuanto a
la textura, aumentan de tamaño ya que absorbe agua durante los procesos de remojo y
cocción. Por esta misma razón, es importante mencionar el aroma, que debe ir
incorporado en el medio de cocción. Si se cuece en exceso la piel se separaría
pudiendo perder completamente la textura y convertirse en puré.
A nivel nutricional, las conservas resultan
útiles en muchos casos. Los principales nutrientes (proteínas, grasas, hidratos
de carbono y fibra) no se alteran en las conservas, pero no ocurre lo mismo con
las vitaminas, como hemos mencionado anteriormente hay pérdidas de sustancias
sobre todo hidrosolubles que pasan al medio acuoso.
En
relación a las hortalizas y verduras lo que más afectado se ve son los
micronutrientes.
Las vitaminas
hidrosolubles son:
- Ácido ascórbico.
- Tiamina (Vit. B1).
- Riboflavina (Vit. B2).
- Ácido fólico y folatos.
- Ácido pantoténico (Vit. B5).
- Piridoxina (Vit. B6).
- Biotina (Vit. H o B7).
Se
pierden porque con el calor de la cocción se rompen las paredes celulares,
algunas como el ácido ascórbico es termosensible, además como son solubles en
agua, se escapan del alimento al agua por procesos osmóticos. Una vez en el medio se oxidan y se degradarán más cuanto más disponible
este el oxígeno, cuanto mayor sea la temperatura y/o contenido en agua del
alimento. Los hervidos con agua fría se pierden más que con caliente, y en las
verduras peladas la pérdida es mayor que si se cuecen sin pelar.
La
pérdida no sólo depende del proceso, sino también de la naturaleza del
alimento, los que tienen hojas tienen mayor pérdida que los que no tienen. Y muchas de las sustancias
antioxidantes van a ayudar a que otras sustancias no se vean afectadas.
En cuanto a las
vitaminas
liposolubles se encuentran formando parte de la materia seca del alimento, son:
- Carotenos, carotenoides y xantofilas (pro-vitamina A).
- Tocoferol (Vit. E).
- Filoquinona (Vit. K).
A las
vitaminas liposolubles lo que les afecta es el calor, y se ve mayor pérdida en
el tocoferol debido a su gran poder antioxidante. Los carotenos por su parte, aumenta su biodisponibilidad al romperse las
estructuras del alimento.
En
relación con los minerales, depende mucho de la verdura que estemos usando para
la fabricación de la conserva. Por
ejemplo, las espinacas en 2 min. pierden mucho sodio, pero el resto: potasio,
hierro, calcio, magnesio, fósforo y cobre, se pierden en proporción al tiempo
de cocción. También depende del volumen de agua que exista, a menor volumen
menor pérdida.
En
cuanto a las legumbres, la cocción de las mismas mejora el aprovechamiento de
las proteínas ya que las
hace más digeribles, aunque si se prolonga en exceso hay pérdida de aminoácidos
esenciales.
En
referencia a las vitaminas hidrosolubles se comportan de manera similar a la de
las verduras, es decir, salen al medio. En cuanto a las liposolubles, la única a mencionar son
los tocoferoles, que son muy resistentes y hay poca pérdida, por lo tanto, el resto de vitaminas liposolubles se ven
protegidas.
A
nivel mineral ni se degradan ni se pierden, lo único es que la cocción influye
en la concentración de inhibidores o promotores de su absorción. Es decir, las cocciones que mejoran la concentración de
polifenoles y ácido fítico (inhibidores de la absorción) van a hacer que haya
una asimilación pobre de minerales ya que se van a quedar secuestrados en sus
estructuras y se van a eliminar, mientras que las cocciones que favorecen la
concentración de ácido ascórbico (promotor) van a ayudar a asimilar los
minerales, sobre todo el hierro.
Para acabar, como hemos visto parte de los nutrientes pasan al medio, que desechamos al abrir y consumir estas conservas, por lo que todos esos nutrientes los perdemos. Con esto no queremos decir que sea beneficioso consumir
el líquido, ya que se trata de una salmuera en la mayoría de los casos, por lo que contiene gran
cantidad de sal, para nada beneficioso en el organismo. Es importante en todo momento saber que el nivel
vitamínico no es realmente bueno por las pérdidas que puedan existir, pero lo que más nos puede interesar en una conserva son
los macronutrientes, donde vemos que no
hay pérdidas.
Con esto nos despedimos, sin antes recordaros
que podéis ampliar los conocimientos de las conservas en los siguientes blog,
ya que este artículo pertenece a una colaboración con unos
grandes compañeros:
- Alimenta Acción – Hablemos de conservas: ¿Qué son y cómo se elaboran?
- Crónicas Nutricionales – Conservación de los alimentos mediante aditivos químicos.
- Adalil Seguridad Alimentaria – Conservas caseras: elaboración y riesgos.
Realizado por el equipo de
Nutrición a las 6
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