¡¡Muy buenos días!! Ya sabéis que toca hoy, como cada viernes os traemos
una nueva receta, y la de hoy lleva como ingrediente principal el calabacín.
El calabacín, zucchini o zapallito es una planta herbácea anual de la familia de las
cucurbitáceas cuyo fruto se emplea como alimento. Oriunda del Nuevo
Mundo, los historiadores no se ponen de acuerdo respecto al origen del calabacín,
pudiera ser de la India o de América del Sur pero, en cualquier caso, es una
planta cultivada desde hace muchísimos años en todas las regiones cálidas de la
tierra.
Los
calabacines son frutos oblongos, es decir, más largos que anchos y varían mucho
en tamaño dependiendo de la variedad. La cáscara es lisa, dura y también
puede cambiar el color. Las
variedades que se siembran en mayo o junio son de piel verdi-blanca mientras
que las sembradas en marzo son de piel oscura.
También hay calabacines de tipo baby, que dan ejemplares pequeños, y que
se usan para preparar platos especiales con verduras miniatura.
Se cultiva tradicionalmente en los huertos de la zona mediterránea, donde
se siembra directamente en la tierra a principio de la primavera, para
consumirlo como verdura.
Como es sensible al frío, hay que protegerlo con algún plástico mientras
las temperaturas no sean suaves. Crece muy deprisa puesto que es una planta muy
productiva, y requiere mucho agua para su crecimiento. Sus frutos se
desarrollan a gran velocidad, pudiendo llegar a doblar su tamaño de un día para
otro.
Para su consumo la mejor temporada es el
verano aunque con los cultivos de invernadero, los calabacines se encuentran
disponibles todo el año.
El
calabacín es una de las hortalizas con menor contenido calórico. Pertenece
a la misma familia botánica que la calabaza, aunque presenta algunas
diferencias con ella, en cuanto a su
composición. Ya vimos las propiedades
de la calabaza cuando la
usamos para preparar una rica crema. De hecho, el calabacín aporta cantidades inferiores de fibra y, sin
embargo, una proporción ligeramente superior de agua. Además, mientras que la calabaza es rica en
beta-carotenos, el contenido de éstos en el calabacín es más reducido. Aun así, su consumo contribuye a cubrir las necesidades de
vitaminas y minerales, especialmente las de vitamina C y potasio, siendo los
aportes del vitamina C los más significativos (un calabacín de tamaño medio aporta el 26% de las ingestas
recomendadas al día para esta vitamina en hombres y mujeres de 20 a 39 años).
La
presencia de mucílagos confiere a esta hortaliza propiedades emolientes (suavizantes) sobre el aparato digestivo, por lo que resulta adecuado en caso de problemas
digestivos (dispepsia o mala digestión, gastritis, etc.) y estreñimiento, ya
que se
trata de una hortaliza fácil de digerir y con un ligero efecto laxante.
Después de la introducción para conocer las propiedades del
calabacín, algunas muy similares a las de la calabaza que podemos ver en la
receta que mencionamos anteriormente, pasamos a la parte práctica del artículo
para cocinar una rica Crema de calabacín
Ingredientes
- 3 calabacines grandes
- 4 quesitos
- Leche
- Agua y sal
Ponemos al fuego una olla con abundante agua y
sal. Quitamos las puntas y pelamos los calabacines. Esto es a elección, sé de
gente que prefiere un color más verde y no los suele pelar; en tal caso,
lavamos los calabacines antes. A continuación los cortamos en trozos y los
metemos en la olla, dejamos en cocción unos 20 minutos o hasta que el calabacín
este blandito. Llegado este momento, escurrimos.
Cuando estén secos, pasamos a un cazo.
Agregamos los quesitos y con la batidora, batimos hasta obtener un puré. Para
conseguir una textura más de crema, añadimos leche hasta conseguir la textura
deseada que dependerá del propio gusto, de la cantidad de calabacín, etc. A mí
personalmente me gusta una textura más de crema, no sé exactamente qué cantidad
pero supongo que echaré unos 100-150 ml.
Obtenida la crema, ponemos el cazo a fuego
mínimo para volver a calentar, removiendo de vez en cuando para que no se queme
por abajo. Una vez caliente, servimos.
Tostamos una rebanada de pan (o dos), la
cortamos en cuadrados y servimos como picatostes. Otra opción, aunque más
calórica, es freírlos en la sartén.
La verdad que ahora que empieza el calor puede que este
plato no apetezca mucho pero como seguro aún vendrán días fresquitos, ¿por qué
no probarlo entonces?
Nos despedimos hasta la semana que viene.
Esperamos que tengáis un buen fin de semana y aprovechad para salir al campo a
pasear y tomar un poco el sol :)
Realizado por Jorge Ibarra Morato y
Cristina Vallespín Escalada
La receta más sencilla que existe. Yo personalmente no le echo leche, pero lo probaré.
ResponderEliminarAunque haga calor me pasa igual que con las sopas, las tomo todo el año.
Gracias por vuestro trabajo.
Un beso
Eva
Hola Eva!!
EliminarEn verano también se pode tomar fría o templada. Cuando la pruebes con leche esperamos tu opinión. :)
Un saludo de todo el equipo de Nutrición a las 6.
Yo utilizo el calabacín entero, para que salga verdecito, y hasta en verano hago la crema, calabacines de mi huerta. ¡Qué rica está templada!
ResponderEliminarPero no sigo tu receta, yo en vez de leche añado patata.
Me encanta vuestro blog, ¡felicidades!
Nos parece muy bien el uso de hortalizas de la propia huerta :), la receta tiene muchas variantes, dependiendo de la textura que queramos conseguir en la crema podemos usar espesantes como la patata.
EliminarMuchas gracias y un saludo del equipo de Nutrición a las 6. :D
En verdad es una receta super facil y esta buenisima. Yo si que la hago como vosotros, con leche y pelados, queda mas suave.
ResponderEliminarMe gusta mucho vuestro blog, muy interesante.
Un abrazo.
H
Sí, es una receta muy fácil y sana.
EliminarGracias por seguirnos, un saludo del equipo de Nutrición a las 6. :)