El miércoles pasado estrenamos sección y para no perder el hilo, hoy os
traemos una receta que podéis hacer con los niños y pasar un rato entretenido
en la cocina. Pero antes de entrar en la cocina vamos a dar unas
pinceladas sobre los lácteos y concretamente el yogur.
La leche es el alimento representativo de los
lácteos, todos los productos de este grupo derivan de ella. Su composición va a variar en función de su procedencia (vaca, oveja, cabra…) y de su tratamiento, ya que esta puede encontrarse
entera, semidesnatada y desnatada, además también influye si nos encontramos
ante leche cruda, pasterizada (proceso de calentamiento en el que se
eliminan algunos de los microorganismos patógenos) o esterilizada (en la que se eliminan todo los
microorganismos patógenos así como sus esporas).
Por lo general la leche se compone de:
- Agua en un 80-87%.
- Proteínas de 3 a 3,7 % en su mayoría caseínas y proteínas séricas. Las proteínas de la leche son importantes ya que aportan 8 aminoácidos esenciales, por esto se afirma que posee un alto valor biológico.
- Carbohidratos de 4 a 5%, principalmente lactosa que es de fácil digestión y rápida absorción, aunque para ello es importante que el organismo posea lactasa, enzima muy importante para la digestión de este componente.
- Lípidos formado en gran parte por triglicéridos (98%) y el resto está formado por fosfolípidos, colesterol y una pequeña parte de lípidos insaponificables.
- La parte vitamínica, aunque minoritaria, es muy importante, la leche contiene sobretodo vitaminas del tipo B (B1, B2, B6 y B12) además de ácido fólico. Y en menor cantidad e incluso inexistente (en leches desnatadas) se encuentran las vitaminas A, D y E.
Ya conocemos la leche, pero ¿qué diferencia a ésta del yogur?
Según la legislación actual se entiende por yogur "el producto de leche
coagulada obtenida por fermentación láctica mediante la acción de unas
bacterias, “Lactobacillus bulgaricus” y “Streptococcus thermophilus”, a partir
de leche pasterizada, leche concentrada pasterizada, leche total o parcialmente
desnatada pasterizada, leche concentrada pasterizada total o parcialmente
desnatada, con o sin adición de nata pasterizada, leche en polvo entera,
semidesnatada o desnatada, suero en polvo, proteínas de leche y/u otros
productos procedentes del fraccionamiento de la leche. Los microorganismos de
la fermentación láctica deben ser viables y estar presentes en el producto
terminado en cantidad mínima de 1 por 107 colonias por gramo o mililitro”.
Esta es la definición oficial, de aquí entendemos que el yogur es el resultado de la acidificación de la leche, lo
que hace que las proteínas de la leche coagulen y formen una sustancia más
densa que la leche; además las bacterias que se añaden a la leche hacen que la
lactosa se transforme en ácido láctico lo que hace del yogur un producto de
mejor digestibilidad que la leche y facilita que aquellos que no son capaces de
digerir la lactosa no se vean privados de los derivados lácteos.
Por lo general un yogur entero es rico en proteínas de alto valor
biológico, calcio de fácil asimilación, vitaminas del grupo B (especialmente, B2 o
riboflavina) y vitaminas liposolubles A y D. Como vemos en la imagen anterior
un yogur desnatado carece
de vitamina D y apenas posee vitaminas A y E, esto es debido a que son
vitaminas liposolubles, por lo que al quitar parte de la fracción lipídica
(grasas) pierde esas vitaminas.
Podemos observar que la composición del yogur no dista mucho de la de la
leche a excepción de su composición en lactosa que ya hemos aclarado con
anterioridad.
Las bacterias vivas del yogur contribuyen a equilibrar la flora
bacteriana del intestino por lo que su consumo puede ser beneficioso por
ejemplo después de un tratamiento con antibióticos ya que los antibióticos no
sólo matan el microorganismo causante de la enfermedad sino que también
debilitan nuestra flora bacteriana endógena, y el consumo del yogur favorecería
la proliferación de estas bacterias “buenas”. También es bueno tras un episodio
de diarrea.
Y ahora nos ponemos a lo más divertido, así que coger a vuestros niños,
pareja o, si estáis solos, vuestra mascota y si no tenéis, pues vosotros mismos
con vuestro mecanismo, que también será divertido y... ¡a cocinar! Para
realizarlo con los niños y que no les sea muy complicado, hacer que ellos echen
los ingredientes, previamente preparados por un adulto. Ahora sí, preparamos un riquísimo Bizcocho de yogur con
pepitas de chocolate
Ingredientes
- 3 huevos
- 2 medidas de edulcorante
- 1 yogur desnatado con sabor a limón (para que sea bajo en calorías cambiamos el yogur entero por desnatado)
- 1 medida de aceite
- 3 medidas de harina
- 1 sobre de levadura
- Ralladura de 1 limón
Preparación
Precalentamos
el horno a 130 o 150oC. Si el horno es antiguo, un truco para que el
bizcocho salga más esponjoso es meter un vaso (no hace falta que sea muy
grande) con agua. Con ello se consigue un ambiente húmedo que favorece esa
esponjosidad del bizcocho.
Cascar
los 3 huevos y ponerlos en un bol de mediano a grande. Con la opción de
varillas de la batidora, a una velocidad lenta, batir los huevos. Si no tenemos
batidora, lo hacemos a mano como siempre se ha hecho.
Vaciar
el contenido del yogur en un recipiente y reservar. Lavar el envase puesto que
es lo que nos va a servir para medir las cantidades de aceite, edulcorante y
harina.
Cuando
los huevos estén bien mezclados añadir dos medidas de edulcorante, es decir dos
vasos de yogur llenos de edulcorante, y batirlo todo muy bien hasta que la
mezcla quede espumosa.
A
continuación, añadir el yogur y el aceite y seguir batiendo hasta que adquiera
un aspecto cremoso.
Por
último, ir agregando las 3 medidas de harina poco a poco para evitar que
aparezcan grumos. Cuando esté todo bien mezclado añadir el sobre de levadura y
la ralladura de un limón (previamente lavado) y batir un poquito más.
En
un molde, poner papel vegetal, engrasarlo un poco con aceite y poner un poco de
harina para evitar que se nos pegue. Verter la mezcla en el molde y, para darle
un poco de gracia al asunto se puede poner unas pepitas de chocolate (cuanto
más oscuro mejor) pero no muchas que se trata de que sea bajo en calorías...
Meter
el molde en el horno y dejar cocer durante 30-35 minutos, según el tipo de
horno. Importante no abrir el horno hasta que el bizcocho esté dorado para
asegurar una correcta cocción. Para saber si el bizcocho se ha hecho al
finalizar el tiempo, pinchar con un cuchillo o un palillo en el centro, si sale
limpio entonces lo podemos sacar del horno.
¡Lista nuestra receta de bizcocho! Pero recordad que no hay que abusar de
los bizcochos ni de los dulces por mucho que sean bajos en calorías, y siempre
lo mejor es hacerlos en casa y no comprarlos puesto que así sabremos qué llevan
y por lo tanto serán “más sanos”.
Antes de terminar y aunque no me gusta poner marcas ni decir
específicamente dónde se compran los alimentos, en este caso lo veo necesario
puesto que vamos a hacer un bizcocho “bajo en calorías” y voy a cambiar el
azúcar por edulcorante (y no todos los edulcorantes son iguales). El
edulcorante que he utilizado es el “Edulcorant” marca DIA. En cualquier caso,
aseguraos que el edulcorante que utilicéis es apto para calentar, puesto que no
lo son todos. Otra opción es utilizar estevia.
Esperamos que os haya gustado y la pongáis en práctica.
Saludos,
nos vemos en el próximo post.
Realizado por Tamara Valencia Dueñas y Cristina Vallespín
Escalada
mmmmmmm.... love it!!!! Elena
ResponderEliminarHola, he hecho el bizcocho y está buenísimo! Muy suabe y esponjoso...Genial el truco del vaso con agua.
ResponderEliminarCuando me puse a hacerlo me saltó una duda; el edulcorante tiene que ser en polvo, ¿no? Porque al ser la medida del vaso de yogur no puede ser líquido, si fuera líquido serían unas simples gotas que supongo saldrá en la etiqueta.
Saludos
Elena EB.
Hola Elena,
ResponderEliminarEl edulcorante utilizado es en polvo, pero hay que tener en cuenta que no todos los edulcorantes sirven, ya que algunos como la sacarina son termosensibles, por lo que hay que mirar bien el etiquetado, el que hemos usado para hacer la receta se puede utilizar sin ningún problema. Del edulcorante líquido se puede usar 1 cucharada, imaginamos que saldrá bien utilizándolo.
Un saludo y gracias por seguirnos.
Hola!
ResponderEliminarEs perjudicial para la salud una ingesta muy alta de edulcorante? No sé si 25 gramos es mucho (tampoco pienso en comerme el bizcocho de una sola vez!) pero no sé si por ahorrar calorías puedo perjudicar otros aspectos.
Francisco A.
Hola Francisco, es cierto que una ingesta alta de edulcorante es perjudicial, estudios estiman que una cantidad elevada de sacarina es 30gr/día y de aspartamo 40mg/kg/día. De ciclamato no hay datos específicos. Como has dicho, no te vas a tomar el bizcocho en un día y menos aún solo, alguien más comería por lo que no debería haber ninguna toxicidad. Debido a esta toxicidad hemos hecho hincapié en que se debe utilizar el ciclamato y no la sacarina por su termosensibilidad.
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