¡Buenos días! Hoy traigo un nuevo artículo de la sección "Nutrición para peques".
En posts anteriores recalcábamos la importancia de realizar un buen desayuno no solo para los más pequeños sino también para los adultos ya que es la mejor forma de empezar el día, y si tenemos la oportunidad de desayunar en familia todos sentados y relajados mucho mejor.
En esos post mencionábamos que para los niños sustituir los lácteos por “leche de soja” y sus derivados no era recomendable, este es un punto muy importante a tener en cuenta ya que es una etapa de crecimiento y desarrollo muy importante en la que se necesita conseguir un adecuado aporte de aminoácidos esenciales entre otros nutrientes y considerando que la leche es junto con la carne, uno de los alimentos proteicos con alto valor biológico, no deberíamos suprimirla de su alimentación.
No obstante, si se decide retirar la leche de la alimentación del niño, ya sea por costumbres (ideologías y hábitos) de los padres o por posibles alergias y/o intolerancias a dicho alimento, hay que valorar por lo que se va a sustituir ya que en los primeros años de vida el sistema digestivo está en pleno desarrollo y existen ciertos alimentos que pueden ser difíciles de digerir o, a pesar de sus buenas propiedades y beneficios para el adulto, puede causar efectos adversos en el niño.
Este es el caso de la soja. Se está investigando su posible efecto negativo en niños menores de 5 años, y existen otros estudios que confirman que la soja en niños menores de 2 años causa problemas digestivos.
Pero, ¿Cuáles son estos efectos negativos de los que estamos hablando?
Pues bien, la soja posee un alto contenido en fibra que puede causar un problema de malabsorción en el niño, dificultando la absorción de ciertos minerales muy importantes para su desarrollo tales como el zinc, hierro y calcio. Además, la composición de calcio y fósforo en la soja presenta unos niveles inadecuados para el correcto aporte de estos minerales al niño dando lugar a problemas de crecimiento importantes sobre todo en lo que se refiere a una adecuada mineralización ósea.
El perfil de aminoácidos es adecuado para niños mayores de dos años, pero insuficiente para etapas críticas de crecimiento inferiores a esta edad e incluso posteriormente en las etapas de crecimiento máximo ya que en su composición la presencia de metionina y cistina es deficitario.
Existen ciertos antinutrientes que si se somete a un procesado y cocinado adecuados se eliminan en parte; no obstante pueden, en menor medida, causar efectos adversos, como la presencia de inhibidores de tripsina que dificultan la digestión y absorción de las proteínas.
Dependiendo del fabricante y tipo de procesado existen ciertas bebidas de soja a las que se le añaden grandes cantidades de azúcar y otros elementos que pueden dar lugar a caries y erosión dental.
Por último, tenemos las isoflavonas de soja, con efectos beneficiosos en etapas adultas y en fases como la menopausia. Es un componente con múltiples cualidades positivas para el organismo, pero ¡no para un niño! Los efectos estrogénicos que tienen pueden provocar el adelanto de la menarquía (inició del periodo o menstruación) en las niñas y su equivalente en los niños, afectando en gran medida al sistema inmune.
Es por esto que, de optar por una alimentación sin leche o derivados mejor elegir otro tipo de leches de origen vegetal, como almendras, arroz, avellanas, y asegurar una combinación de cereales y legumbres adecuada para conseguir un aporte completo de aminoácidos esenciales.
Me gustaría recordar que los alimentos están en constante estudio y cada día se descubren nuevos efectos tanto negativos como positivos de sus distintos nutrientes y por eso hay que documentarse muy bien y tener en cuenta que una alimentación equilibrada supone beneficiarse de todos los efectos positivos de los alimentos que casi siempre son más que los efectos negativos.
Con esto me despido. Nos vemos en el siguiente post :)
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
0 comentarios :
Publicar un comentario