¡Buenos días! Hoy es día de receta y tenemos al tomate como protagonista
de nuestro plato, no obstante no voy a hablar sobre el tomate, hoy me gustaría
hablar de otro de los ingredientes del plato… el pepino.
El pepino pertenece a la familia de las cucurbitáceas, que engloba una gran variedad
de especies como por ejemplo los melones o las calabazas.
Originarios del sur de Asia y muy populares entre grandes civilizaciones
como la egipcia, griega y romana, es una hortaliza de verano aunque, como sucede en muchos
alimentos, se puede disponer de él todo el año gracias a los cultivos de
invernadero.
Las
variedades de pepinos se pueden clasificar en función de diversas características
como su tamaño, forma y color de la piel así como el modo de consumo. De esta
forma podemos distinguir distintas variedades:
- Pepino corto o pepinillo (Cucumis anguria): de pequeño tamaño, con una longitud máxima de 15 cm. Presentan piel verde con rayas de color amarillo o blanco y se utilizan para consumo en fresco o para la elaboración de encurtidos.
- Pepino medio largo: con una longitud de 20 a 25 cm. Dentro de este grupo se diferencian dos variedades: el pepino con espinas y el de piel lisa.
- Pepino largo (Cucumis sativus): alcanzan hasta 25 cm de longitud y su piel es lisa y más o menos surcada, se utilizan para comer frescos en ensalada.
- Existen otras variedades destinadas a usos de tipo medicinal, como la especie Cucumis myriocarpus, originaria de Sudáfrica y utilizada por estos con fines eméticos (para vomitar). Otro ejemplo, es la especie Arábica Cucumis prophetarum utilizado por sus propiedades purgantes.
El pepino es una hortaliza de muy bajo
perfil calórico con una buena relación de ácidos grasos, a pesar
de tener un contenido en grasa mínimo, posee un bajo contenido en hidratos de
carbono y proteínas y su componente mayoritario podríamos decir que es el agua,
casi un 97%, esto le otorga propiedades refrescantes por lo que es el alimento
ideal para ensaladas, y más en la estación en la que justo hoy entramos, el
verano.
En
cuanto a su contenido en vitaminas y minerales, posee pequeñas cantidades de
los mismos, destacando la vitamina C y el potasio, este último junto con su bajo contenido en sodio tiene un
efecto diurético en el organismo.
También
destaca su contenido en fósforo, calcio y magnesio, así como pequeñas
cantidades de vitaminas del grupo B importantes para el correcto funcionamiento de nuestro
organismo en general y del sistema inmune en particular, ácido fólico y carotenoides (precursores de la vitamina A), estos últimos importantes
para mantener un buen estado de la piel, evitando así problemas como la
dermatitis.
Otro
elemento presente en pequeña proporción es el betasitosterol, con propiedades antiinflamatorias e
hipoglucemiantes, que participa en la respuesta inmune.
Por
sus efectos diuréticos y desintoxicantes ayudan en la eliminación del
ácido úrico del organismo.
A pesar de ser un alimento muy beneficioso y
que ayuda en la reparación de la mucosa intestinal, hay que tener cuidado en personas mayores o personas con
tendencia a sufrir gases o tengan el estómago delicado.
Por último, y como curiosidad, tradicionalmente se ha utilizado el pepino para ayudar en
la eliminación de parásitos intestinales tales como la tenia o gusanos intestinales.
¡Qué bien suena todo! ¿Estáis listos para cocinar? Porque ahora es lo que
toca... y vamos a preparar un plato muy fresquito que siempre apetece en esta
época del año que no sólo nos nutre sino que además nos hidrata. Gazpacho
Ingredientes
- 2 kg de tomate para gazpacho (tipo “pera”)
- 1 pepino
- 1 pimiento verde tipo “italiano”
- 1 cebolla mediana
- 1 o 2 dientes de ajo, según gusto y según nos guste más o menos fuerte, y según el potencial del ajo
- 1 rebanada de pan de molde o pan de pueblo
- Agua
- Aceite, vinagre y sal
Para facilitar el pelado de los tomates, lo primero que haremos será
escaldarlos, para ello los ponemos en una olla con agua hirviendo hasta que
veamos que la piel se ha agrietado.
Cuando se enfríen, los pelamos y trituramos con la batidora hasta
conseguir una textura tipo puré. Lo pasamos por el colador tipo
"chino" para eliminar las pepitas y conseguir una textura más fina.
Echamos la sal, al gusto, y corregimos la acidez con un poco de azúcar (una
cucharadita pequeña de las de café). Batimos para mezclar todo.
A continuación, preparamos un bol con el pepino pelado y cortado, el
pimiento sin pepitas y cortado, la cebolla, el o los dientes de ajo y el pan
hidratado con un poco de agua, no hace falta que sean trozos pequeños puesto
que ahora utilizaremos la batidora. Midiendo con una taza de café, añadimos 2
de aceite y 1 de vinagre. Trituramos y batimos con la batidora hasta conseguir
otro puré. Al igual que con el tomate, lo pasamos por el "chino" para
conseguir una textura más fina.
Por último ya sólo nos queda juntar los dos purés y batir para mezclarlo
todo. Después de esto, yo suelo añadir un poco de agua para aclararlo aunque
esto va en función de los gustos, hay a quien le gusta más espeso o más claro,
cuanta más cantidad de agua más claro.
Lo metemos en la nevera para que se enfríe y ya lo tenemos listo para
consumir.
Queda más rico añadiendo tropezones, por ejemplo de aceitunas, pimientos,
cebolla, pepino, tomate, pan o cualquier alimento que se os pueda ocurrir.
Como
siempre, esperamos que os haya gustado. Esperamos vuestras impresiones. Hasta
la semana que viene. :D
Un saludito.
Realizado por Tamara Valencia Dueñas y Cristina Vallespín
Escalada
Taaaan refrescante!! me encanta esta receta.... Podias comentar las diferencias entre el gazpacho y el salmorejo, me encantan ambos!!
ResponderEliminarUn gran saludo!!
Hola,
EliminarA pesar de que ambos son dos sopas frías de tomate, la diferencia principal entre ambos es la consistencia. Al Salmorejo no se le añade de agua y al gazpacho sí. Otra diferencia es la cantidad de ajo, que en el salmorejo es mayor; además, el salmorejo sólo lleva tomate, ajo, aceite y pan. Por el contrario, el gazpacho tiene una lista de ingredientes mucho más variada.
Esperamos que esto resuelva tu duda.
¡Un saludo!
Tengo una duda sobre vuestra receta, no entiendo bien porque añadís azúcar al tomate, imagino que es para rebajar la acidez del mismo, pero luego le añades vinagre que es otro ácido.
ResponderEliminar¿No es mejor dejar la acidez propia del tomate? parece un gazpacho de brick añadiéndole azúcares a su composición.
Un saludo.
Pedro.
Hola Pedro,
EliminarComo comentamos en la receta, el azúcar lo añadimos para contrarrestar la acidez del tomate, ya que no a todo el mundo (es el caso de la cocinera) le gusta o sienta bien la acidez que tiene el tomate. De hecho, es un truco muy utilizado para preparar tomate frito casero. Y por supuesto, nada que ver con los gazpachos de brick y los conservantes que añaden; además, en este caso el azúcar (de buena calidad) añadido es en cantidad mínima.
En cuanto al vinagre, su acidez nada tiene que ver con la del tomate.
Un saludo.
Nada que añadir a lo dicho por Pedro.
ResponderEliminarVeo que habeis dejado la costumbre de copiar fotos de google para vuestras recetas... Bien hecho!
Saludos
Esta receta no deja de ser una versión de las muchas que pueden hacerse de gazpacho, al igual que hay hogares donde se quitan alguno de los ingredientes, en otros se añade. En mi casa no se usa por ejemplo la cebolla en el gazpacho, y en este caso sí. Y lo mío no deja de ser gazpacho al igual que el de la receta de hoy.
ResponderEliminarNo creo que los chicos de Nutrición a las 6 usen muchas fotos de google, donde la gran parte de sus recetas llevan fotos suyas propias.
Un saludo!!! Me encanta vuestro blog.
Jimy
Hola Jimy,
EliminarTienes toda la razón, cada cocinero es único y no todo el mundo utiliza los mismos ingredientes en las mismas recetas... todo depende del gusto. Por eso nos gusta que nos contéis vuestras variantes y cómo cocináis vosotros los platos.
Gracias por seguirnos,
Un saludo.
Mi plato preferido.....que ricoooooo.......
ResponderEliminarGenial chicas...
Patricia
¡Gracias Patricia!
EliminarUn abrazo :D