Muy buenos días a todos. Comenzamos la semana hablando de una patología
muy dolorosa que bien se puede definir como patología per se o
como síntoma de otra patología. Me refiero a la gota.
¿Comenzamos?
Definición
La gota es una
enfermedad que tiene lugar cuando cristales de urato (ácido úrico) se acumulan
en las articulaciones debido a un aumento de la producción y/o disminución
de la eliminación de ácido úrico, dando lugar a una artritis. Si se acumula demasiado ácido úrico en
el líquido que rodea las articulaciones (líquido sinovial), se forman esos
cristales de urato, produciendo hinchazón, enrojecimiento, calor y rigidez en
las articulaciones haciendo que se inflame.
A veces, estos
cristales también se depositan en los riñones produciendo cólicos nefríticos o
alteraciones en su funcionamiento.
En caso de no tratarse,
la gota puede resultar en daños permanentes en las articulaciones y los
riñones. Es posible tratar la enfermedad con medicinas.
Existe también lo que se
conoce como pseudogota que no se debe confundir con la gota puesto que en esta
otra enfermedad en lugar de acumularse el ácido úrico, lo que se depositan son
cristales de calcio en las articulaciones, normalmente rodillas o muñecas.
Causas
La gota ocurre cuando
hay una hiperuricemia.
¿Esto qué significa? La hiperuricemia es una situación en la que la
concentración de ácido úrico en sangre es elevada (7,0 mg/dl en mujeres y 7,5
mg/dl en hombres). Esto sucede, como ya he mencionado previamente, si el cuerpo
produce demasiado ácido úrico o si el cuerpo tiene dificultad para eliminarlo
adecuadamente. Otra
posible causa es el consumo de demasiados alimentos con purinas (el ácido úrico es el producto final
del metabolismo de las purinas), tales como hígado y legumbres secas.
Esta enfermedad puede
tener un cierto carácter hereditario, aunque no se conoce la causa exacta. Por
lo general, aparece
más en hombres que en mujeres, aunque cuando aparece la menopausia las mujeres
también tienen más papeletas para padecerla. El alcohol y ciertos medicamentos también aumentan
las posibilidades de tener gota.
Otros factores que
condicionan la aparición de gota son la diabetes, problemas renales, obesidad,
algunas formas de anemia y leucemia u otros cánceres de sangre.
Síntomas y Diagnostico
Al principio, se
producen ataques repentinos agudos, o crisis, muy dolorosos (hasta el roce con una sábana
produce dolor) y
localizados sobre todo en la primera articulación metatarso-falángica, es
decir, el “dedo gordo” del pie, esta condición suele mejorar en algunos días. A
medida que pasa el tiempo, las crisis se hacen más duraderas y ocurren con
mayor frecuencia. En este punto, los depósitos de urato son importantes y
empiezan a desarrollarse lo que se denomina como tofos, que son acumulaciones
en los tendones y cartílagos, y aparecen en las orejas, los dedos y tendones de
la mano, en la muñeca, en las rodillas, en los tobillos, talones, el tendón de
Aquiles, etc.
La gota se diagnostica
en base a la observación de los síntomas y el examen de la/s articulación/es. Además, se realizan análisis de sangre y/u orina para determinar el nivel de ácido
úrico y, en
ocasiones, también es necesario extraer líquido sinovial de la articulación afectada para examinar a través de
microscopio la presencia o no de los cristales de urato.
La primera medida
a tomar es el alivio del dolor. El médico es el encargado de prescribir los medicamentos más adecuados. A
veces, incluso es necesario inmovilizar la articulación.
Cuando el dolor se mantiene a raya,
otra medida que adoptará el médico será la disminución de los niveles de ácido
úrico en sangre mediante otros fármacos también. Aunque los fármacos tengan una
gran eficacia sobre el control de la hiperuricemia, la dietoterapia es la primera opción para su prevención y
tratamiento. Además se deberá tener un estilo de vida que ayude a
prevenir los ataques.
Muchos estudios demuestran que una dieta baja en purinas produce reducciones poco
significativas en las concentraciones de uratos en sangre ya
que es más importante la producción endógena que la ingestión a través de la
dieta, por ello, la intervención nutricional no sólo debe basarse en reducir la
ingesta de este mineral, sino que además es necesario intervenir en todos
aquellos hábitos alimentarios que puedan aumentar los niveles de ácido úrico
en sangre y aquellos que dificulten su eliminación. Por lo tanto, las
recomendaciones nutricionales serán:
- Aumento de la excreción urinaria de ácido úrico.
Se trata de estimular la diuresis para evitar la sobresaturación urinaria
del ácido úrico impidiendo que precipite a nivel tubular, ya que la cantidad de
ácido úrico eliminado es proporcional al volumen de orina.
Esto se consigue ingiriendo a
través de las bebidas y los alimentos aproximadamente unos 3 L de agua para
asegurar una diuresis de 2 L al día.
Además, la sobresaturación urinaria
es difícil con pH por encima de 6. Es decir, debemos conseguir mantener o
aumentar ligeramente el pH de la orina para facilitar la eliminación del ácido
úrico. Por tanto, es aconsejable incorporar sustancias alcalinas a la ingesta o
a las aguas de bebida: bicarbonato o citrato sódico o potásico y proteínas de
origen vegetal.
- Disminuir la formación endógena de ácido úrico.
Suprimir los alimentos purinóforos y limitar los purinógenos. Los
primeros son aquellos alimentos ricos en ácidos nucleicos y por tanto, contiene
bases púricas que se transformaran en ácido úrico. Los segundos, son aquellos
alimentos que provocan o facilitan la formación de bases púricas y ácido úrico.
Estos alimentos son las vísceras (hígado, mollejas, riñones, sesos, callos,
charcutería, carnes de caza y aves como la paloma, el ganso o el pato, carmes
en general y pescados, moluscos y crustáceos, y quesos muy fermentados.
La cafeína, la teofilina y la
teobromina (café, té y chocolate) no se transforman en ácido úrico, por lo que
pueden incluirse en la dieta siempre y cuando no haya litiasis renal puesto que
estos alimentos contienen oxalatos.
La fructosa es un azúcar que se
debe evitar puesto que es purinógeno. Alimentos ricos en este azúcar son la
miel, la uva, la pera, la manzana, las frutas desecadas y cualquier alimento en
cuyo etiquetado incluya que contiene fructosa.
Más de 150 mg de purinas por 100 gr de
alimento
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50-150 mg de purinas por 100 gr de alimento
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50-100 mg de purinas por 100 gr de alimento
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Vísceras: riñones, hígado, mollejas
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Carnes rojas
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Leche y derivados
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Patés y embutidos
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Carnes blancas
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Frutas
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Caldos de carnes
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Pescado blanco
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Huevos
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Extractos de carnes
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Legumbres
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Cereales
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Sardinas
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Espárragos
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Patata
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Boquerones
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Champiñones
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Verduras
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Arenque
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Coliflor
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Azúcar
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Marisco
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Habas
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Miel
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Acelgas
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Café y té
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Especias y condimentos
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- Disminuir el consumo de alcohol.
- Evitar períodos de ayunas.
Cuando el organismo no recibe alimentos pone en marcha otros mecanismos
para obtener energía, normalmente entrando en un estado de cetoacidosis.
Durante esta cetoacidosis se producen unos compuestos que, entre otras cosas,
dificultan la excreción renal del ácido úrico. Por lo tanto, es importante
realizar comidas cada 3-4 horas para evitar estos estados, tal cual haríamos
dentro de una dieta equilibrada.
- Aporte de macronutrientes.
Su aporte debe seguir los objetivos y recomendaciones nutricionales. El
aporte de carbohidratos debe seguir las normas de una dieta equilibrada, siendo
en esta patología importante evitar los carbohidratos de absorción rápida y
asegurando el aporte en cada comida de hidratos de carbono de absorción lenta
contenidos en los cereales, patata, legumbres, etc.
La ingesta de proteínas debe
provenir preferentemente de alimentos de origen vegetal o, en su defecto, de
origen animal magra. No debe superar el 12-15% de las calorías totales diarias.
En cuanto a la grasa, debe ser
aportada como en una dieta equilibrada predominando en forma de aceite de
oliva.
Otras
recomendaciones que no se pueden olvidar son mantener un peso corporal
adecuado, llevar una vida tranquila sin estrés o cualquier cosa que cause
traumas y, por supuesto, tener una actividad física regular de intensidad media.
Con esto me despido, hasta el
próximo día. :D
Realizado por Cristina Vallespín
Escalada
Si que es una enfermedad muy dolorosa, mi padre a veces la sufría y recuerdo que lo pasaba fatal, no podía ni moverse.
ResponderEliminarMuy bien explicado.
Un saludo.
H.
Hola,
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Nos alegra saber que lo que escribimos se entienda bien
Gracias por seguirnos. ;)
Un saludito.