¡Buenos días! Hoy, siguiendo el hilo del post del
lunes, hablaremos de un elemento que si se acumula en nuestro organismo da
lugar a la gota, hablo del ácido úrico.
El ácido úrico es un elemento procedente
de la degradación del ADN y ARN celular que constantemente tiene lugar en el
organismo. El ADN y ARN están compuestos por
nucleótidos que tras una serie de reacciones en última instancia da como
producto final purinas, las cuales tras metabolizarse producen ácido úrico.
Gracias al riñón,
el órgano encargado de su eliminación, mantenemos
unos niveles adecuados evitando que se acumule.
Una de las principales razones por las que se produce
una acumulación excesiva de ácido úrico en nuestro organismo es por una alimentación demasiado rica en purinas,
sustancias presentes en las nucleoproteínas de ciertos alimentos generalmente
de origen animal, aunque las proteínas de origen vegetal, a pesar de ser en
menor medida, no están exentas de estas sustancias y por supuesto no todas las
purinas se transforman en ácido úrico.
Otros factores de riesgo de acumulación de ácido úrico
son las purinas de origen endógeno. Sí, nosotros
también producimos purinas, sobretodo en períodos de ayuno en los que no se ingieren alimentos, el cuerpo
recurre a las proteínas como fuente de energía y por tanto con la consecuente
producción de purinas aumentando así su concentración en sangre.
Existe una tercera vía en la que las responsables no
son las proteínas sino el azúcar que se compone de sacarosa que nuestro cuerpo
desglosa en glucosa y fructosa, en este proceso el cuerpo genera ribosa 5-fosfato elemento también
presente en el metabolismo de las purinas, por lo que puede dar lugar a la
formación de ácido úrico.
¿Qué ocurre cuando se acumula ácido
úrico en el organismo?
Lo primero nos encontramos con una hiperuricemia, que puede
detectarse fácilmente en un análisis observando la concentración de ácido
úrico, hablamos de hiperuricemia cuando los valores superan los 7mg/dl en
mujeres y 7,5 mg/dl en hombres.
Un exceso de ácido úrico en sangre además tiene como
consecuencia una variación importante en el
pH de la sangre, pasando de un pH neutro a un pH más ácido
produciendo así daño en los tejidos y otros problemas asociados. Entre ellos
tenemos la famosa “gota” de la que ya hemos hablado.
Existen una serie de enfermedades relacionadas o
asociadas a este problema, generalmente de tipo circulatorio:
- Enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, problemas con taquicardias, etc.
- Dislipemias, ya que por lo general alimentos ricos en purinas también contienen importantes niveles de colesterol. También alimentos ricos en azúcares influyen en la aparición de dislipemias así como en la formación de ácido úrico como hemos dicho anteriormente.
- Enfermedades relacionadas con la resistencia a la insulina que deriva en diabetes mellitus, esta resistencia a la insulina deriva en un aumento de reabsorción de uratos aumentando su concentración en sangre, además también se ve influenciada por el aumento de la concentración de glucosa en sangre.
- Enfermedades renales por acúmulo de ácido úrico, dando lugar a piedras en el riñón y como consecuencia, insuficiencia renal aguda o crónica. Es importante un adecuado aporte hídrico para asegurar el correcto funcionamiento de los riñones, sino la eliminación de sustancias tóxicas y de desecho no se realizaría correctamente dando lugar, como he dicho antes, a fallos renales agudos y/o crónicos. El fallo renal también puede ser secundario a la ingesta de ciertos fármacos como diuréticos, antirretrovirales, laxantes, etc. Todos estos problemas y fallos en las funciones de los riñones pueden ser causantes de la concentración excesiva de ácido úrico.
- Existen otras enfermedades como el hipertiroidismo o intoxicaciones por metales como el plomo.
En dietas de adelgazamiento en los que
el aporte de hidratos de carbono es escaso, e incluso
nulo, y especialmente en casos de sobrepeso
y obesidad junto con un exceso de ácido úrico en sangre hay que tener especial
cuidado en normalizar los niveles de ácido úrico en sangre, ya que
como he mencionado el ácido úrico tiende a acidificar la sangre y en estas
dietas de adelgazamiento suele aparecer un fenómeno del que ya hemos hablado,
la cetosis, la presencia de
cuerpos cetónicos en sangre también tienen la capacidad de acidificar la sangre
agravando el problema. Por lo tanto, tras
equilibrar los niveles de ácido úrico se debería planificar y cuadrar la dieta
teniendo en cuenta dos objetivos: bajar de peso y basificar el pH de la sangre.
Los síntomas de un exceso de concentración de ácido
úrico suelen ser escasos, fiebre con sudoración y escalofríos, taquicardias y
artritis gotosa en casos extremos. No obstante, por lo general es un problema asintomático.
Con esto me despido. Nos vemos en el próximo post. :)
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
lo as esplicado diferente a la mayoria de las paginas que hablan sobre el acido urico (gota). FELICIADES!!
ResponderEliminarme agustado.
Hola,
Eliminar¡¡Muchas gracias!! Esa es la intención y la línea editorial de Nutrición a las 6, explicar de la forma más sencilla posible cualquier tema relacionado con la alimentación, nutrición y dietética.
Un saludo :)