¡Buenas días! El otro día en “Nutrición para peques” hablábamos del
tupper en el comedor, hoy quisiera hablar del recreo y la merienda.
Que los niños deben aprender a llevar una alimentación variada y
equilibrada lo sabemos todos. Ahora, ¿cómo se consigue ese equilibrio? Se consigue
mediante la adquisición del hábito de tener cinco comidas al día.
Por cinco comidas me refiero al desayuno, esencial para ponernos en
marcha y afrontar el día con optimismo y energía; la media mañana, en la que
tomamos un pequeño tentempié que nos proporciona un pequeño impulso para llegar
a la comida sin problemas evitando así el “ansia” que nos lleva a atracones en
las comidas y además nos sirve de descanso durante las actividades matinales;
la comida, que es la segunda comida principal y parón indispensable en nuestro
día para recuperar fuerzas y relajarnos antes de empezar la tarde; la merienda,
muy parecida a la media mañana, es otro pequeño momento de descanso y, por
último, la cena momento en el que nos preparamos para el ayuno de la noche.
Para conseguir que adquieran unos buenos hábitos, ¿cómo debería ser la media
mañana? ¿Y la merienda?
La media mañana suele asociarse con la hora del recreo ya que es el
momento en el que salen a jugar y a descansar de las clases. Esta hora del
recreo divide en dos la mañana, antes de él utilizan el desayuno como energía y
después utilizan el tentempié que deberían tomar en el recreo, ya que desde
este hasta que los niños van al comedor suele haber más o menos una hora o dos
(según los turnos), por esto en el recreo deben comer algo con cuidado de que no les quite el
hambre totalmente y que a la hora de la comida no dé pie a
frases del tipo “No tengo hambre…”. Entonces, ¿qué darles? Según la edad, el
tamaño tipo medio sándwich o un cuarto para niños
más pequeños sería la cantidad idónea, la fruta también es un buen aliado.
El bocadillo es muy versátil ya que podemos alternar embutidos, siendo a
esta hora del día mejor alimentos algo más suaves como jamón York o quesitos…; sin embargo, en
algún momento, como pequeño incentivo, se puede recurrir a la nocilla o
chocolate, ¡pero siempre de forma esporádica!
Por otra parte tenemos la merienda, el lapso de tiempo desde ésta
hasta la hora de la cena suele ser algo mayor, de 2 a 3 horas, por lo que pueden comer una cantidad algo mayor, como por
ejemplo un sándwich entero acompañado de un zumo, una macedonia
de frutas o un bol con yogur y cereales, es el momento idóneo para
un lácteo, un vaso de leche o como hemos dicho antes un yogur viene bien para
asegurar el aporte adecuado de calcio, siempre mejor un lácteo entero ya que
contiene vitaminas que los semi o desnatados no poseen y que ayudan a la
correcta absorción del calcio.
Las posibilidades a la hora de la media
mañana y las meriendas son múltiples, y que mejor forma de
incentivar a los niños para que coman que hacer las meriendas en casa de una
forma divertida dejando que ellos mismos se la preparen, por ejemplo dejad que
se hagan el bocadillo o que mezclen distintos tipos de frutas en un bol, etc.
Esto ayuda a que después se sientan orgullosos de lo que han hecho y se lo
coman de buena gana. Además es un momento que podéis aprovechar para pasarlo
todos juntos, en compañía y de forma divertida mientras os contáis cómo os ha
ido el día.
La bollería por lo general debería evitarse pero si se
recurre a ella, mejor que sea hecha en casa, así sabréis qué es lo que están
comiendo y se evitan ciertos problemas derivados de las grasas saturadas
contenidas en la bollería industrial.
Lo mejor que podemos hacer es alternar frutas y bocadillos a la hora del
recreo y merienda y no olvidarnos de los lácteos en las meriendas, es un buen
momento para incluirlos, pero no tiene por qué ser todos los días. También
aprovechar estos momentos para estar con los niños y ayudarles a aprender
comiendo.
Hasta el próximo post. ¡Un saludo!
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
Por la vida tan acelerada que llevamos, compramos las meriendas para los niños. Estas pueden ser de bollería industrial (lo mas frecuentemente) o sandwich ya preparados, que suelen estar resecos. Es mejor parar un poco y hacer los tentempies nosotros con los alimentos que adquirimos en el mercado. Seguro que son más ricos y mas naturales.Un saludo para este equipo tan estupendo. Animo chic@s
ResponderEliminarHola María.
EliminarComo comentamos, tienes toda la razón la merienda no es un obstáculo para la vida tan ajetreada que llevamos, todo lo contrario! nos lo debemos tomar con un momento de relajación y pausa. Así la gente esta tan estresada y agobiada, porque piensa que tiene que hacer mil cosas y no pueden perder ni un minuto en una simple tarea que no requiere más de 5.¡Arriba la preparación casera de meriendas!
Saludos del equipo de Nutrición a las 6.