Hoy estrenamos nueva sección,
nutrición en las diferentes etapas de la vida. Desde que nacemos hasta que
morimos, veremos cómo cambia la alimentación y qué necesidades hay
en cada una de las etapas.
Lo primero que nos encontramos
después de pasar 9 meses, aproximadamente, en el vientre materno es al
lactante, y de él vamos a hablar en nuestro post de hoy, lactancia materna vs lactancia artificial.
Antes de entrar en materia lo mejor
es empezar por conocer el alimento indispensable en esta etapa, y no es otro
que la leche humana o materna.
La distribución de los componentes
de la leche es diferente según sea la etapa o fase en que se analice. No es lo
mismo el calostro que la leche de transición o que la leche madura. Debido a
estas variaciones, vamos a ver la composición media.
- Carbohidratos: el más predominante es la lactosa que además de una función energética, actúa como estímulo para la maduración de la actividad de la lactasa (enzima que degrada la lactosa). Posee igualmente oligosacáridos responsables del alto poder bifidógeno de la leche de mujer, para que el niño desarrolle su flora bacteriana.
- Lípidos: la concentración de grasa es similar a la de la leche de vaca, 3.6 – 4 gr/100 ml. En ambas, los triglicéridos representan el 98% del contenido lipídico. El contenido lipídico de la leche materna aumenta a lo largo de la lactancia, incrementándose el aporte energético sin aumentar en exceso el volumen. La concentración de colesterol es alta en la leche materna, aunque va disminuyendo a lo largo de la lactancia.
- Proteínas: el contenido proteico es muy bajo, 0.9-1 gr/100 ml, aunque la proporción de aminoácidos, tanto esenciales como no esenciales, es constante a lo largo de la lactancia.
- Vitaminas: va a depender sobre todo de la alimentación de la madre. En general es improbable que se desarrollen carencias vitamínicas excepto de vitamina D, que debe suplementarse en la madre.
- Minerales: las cantidades de hierro y calcio son muy bajas y escasas, aunque su absorción es buena.
La lactancia
materna es, más que un alimento, un sistema nutricional completo adaptado al crecimiento y desarrollo del
lactante que varía en su composición a lo largo del tiempo de lactancia. Supone
grandes ventajas tanto a la madre como al niño, pero nos centraremos en las
ventajas de este último.
- Satisface las necesidades energéticas hasta el sexto mes de vida y constituye el modelo para la composición de las leches artificiales o fórmulas de inicio. Su contenido en aminoácidos esenciales, su bajo contenido en sales y la excelente biodisponibilidad de calcio, fósforo, magnesio y hierro, serían algunas de sus grandes ventajas.
- Defensa frente a infecciones gastrointestinales, sobre todo con ayuda del calostro, donde la madre pasa al niño gran cantidad de inmunoglobulinas, sobre todo IgA. Además de lactoferrina y lisozima, que son lípidos con capacidad antimicrobiana.
- Añade factores de crecimiento y hormonas gastrointestinales que son responsables de la maduración del tracto gastrointestinal.
- Facilita una óptima relación afectiva entre madre e hijo, contribuyendo a un adecuado desarrollo psicoafectivo.
- Supone una menor incidencia de dermatitis atópica y sensibilización a proteínas de leche de vaca en niños susceptibles.
Lo recomendable es una lactancia materna mínima de 3 meses, que puede
durar todo lo que el niño quiera y siempre que la madre siga produciendo leche,
aunque por norma general se suele retirar la lactancia a los 6 meses por la
introducción de nuevos alimentos.
Lactancia
artificial
Ante la necesidad de
suplir en determinados casos la lactancia materna a lo largo de los años se han
empleado diversos sucedáneos. En un inicio se usaba leche procedente de cabra y
vaca, en la actualidad se ha formulado una leche muy similar a la materna
procedente de la leche de vaca. Podemos encontrar diferentes fórmulas.
- Fórmula de inicio, aquella que cubre por sí sola las necesidades del lactante durante los 4-6 primeros meses.
- Fórmulas de continuación, cubren las necesidades del lactante a partir de los 4-6 meses de vida. Se considera adecuado para los lactantes de 6 a 12 meses y para niños de 1 a 2 años como parte de una dieta individualizada.
- Leches de crecimiento o fórmulas 3, pueden ser utilizadas desde el primer año hasta los 3.
Las fórmulas artificiales no contienen
las propiedades que da el calostro, por lo que los niños que no puedan
alimentarse a partir de la lactancia materna, tienen más riesgo a sufrir
infecciones, ya que parte de la inmunidad se adquiere con la leche materna.
Visto los dos modelos
de alimentación en el lactante, lo mejor es dar el pecho al niño, ya que todo
son ventajas desde nuestro punto de vista. En el caso que por diversos
problemas no se pueda usar este método está bien el uso de la lactancia
artificial.
Antes de terminar os
quería hablar de la lactancia mixta, es la unión de la lactancia materna con la
artificial, se puede dar a partir de los 3 meses ya que la composición de la
leche materna va cambiando. Al inicio es rica en hidratos de carbono, grasas y proteínas
y con el tiempo va disminuyendo las concentraciones de proteínas y aumenta el
contenido en agua. Se desarrolla completando la toma de pecho con biberón, o
una toma de pecho y otra de biberón…
Con esto me despido,
hasta el próximo post.
Realizado
por Jorge Ibarra Morato
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