Las glándulas paratiroideas, unas "pequeñas" olvidadas

 

¡Buenos días! Hoy quiero dedicar este post a unas glándulas de las que apenas se habla, son las glándulas paratiroideas.

El paratiroides consta de cuatro glándulas situadas en el cuello detrás de la glándula tiroidea, generalmente son del tamaño de un grano de arroz.

Estás glándulas a pesar de estar pegadas al tiroides tienen funciones distintas, aunque ambas pertenezcan al sistema endocrino.

Su única función es la de regular el calcio presente en sangre y en los huesos. Este es un mineral muy importante para el organismo y ya hemos hablado de él en otra ocasión, pero voy a resumir sus funciones en las tres principales:

• Interviene en las funciones del sistema nervioso ayudando al correcto transporte de los impulsos eléctricos a través de los nervios.

• Interviene en las funciones de contracción y relajación muscular.

• Es el principal mineral de nuestro sistema óseo, aportándole esa dureza característica, el calcio se almacena en los huesos asegurando así la disponibilidad de calcio cuando sea necesario.

Un mineral tan importante para nuestro organismo requiere de la dedicación completa de una glándula para asegurar unos niveles correctos del mismo tanto en sangre como en hueso.

Las glándulas paratiroides se encargan de esta función, miden la cantidad de calcio en sangre constantemente gracias a que tiene un suministro de sangre muy rico, lo que permite hacer dicha valoración. Así ante el más mínimo cambio en los niveles de calcio, por ejemplo, en una pequeña bajada en sus niveles, la glándula paratiroidea se encargan de secretar hormona paratiroidea (PTH) que se encarga de extraer calcio de las reservas presentes en los huesos para incorporarlo al riego sanguíneo, cuando los niveles de calcio en sangre recuperan la normalidad, las paratiroides dejan de secretar la hormona PTH.

La acción de la hormona paratiroidea se produce en dos fases:

• Fase rápida, en la que extraen sales de fosfato cálcico a partir de cristales óseos amorfos y los sacan al líquido extracelular.

• Fase lenta, como su propio nombre indica, es una fase más tardía en la que se activan los osteoclastos para la obtención de calcio y posterior formación de nuevos osteoclastos para su mantenimiento.

Además, la PTH no sólo actúa a nivel óseo sino que también tiene un efecto fisiológico a nivel renal favoreciendo la reabsorción tubular de calcio y disminuyendo la reabsorción de fosfato (el calcio está muy relacionado con el fósforo, ambos tienen funciones comunes en las que es importante que exista un adecuado balance calcio/fósforo); y a nivel intestinal junto con la hormona D₃ mejorando la absorción de calcio.

¿Qué ocurre cuando las glándulas paratiroides fallan?

Existen dos patologías relacionadas con un fallo en el funcionamiento de las glándulas, diferenciadas por el exceso o defecto en la producción de hormona PTH.

Lo más común es encontrarse con un hiperparatiroidismo, en el que las causas varían pero el efecto consiste en un exceso de producción de hormona PTH.

De este modo encontramos varios subtipos de hiperparatiroidismo:

• Hiperparatiroidismo primario: causado por tumores (generalmente benignos) en las glándulas.

• Hiperparatiroidismo secundario: derivado de hipocalcemias, es decir, déficit de calcio, debido a problemas renales como la insuficiencia renal que impide la formación de hormona D₃; otros problemas asociados a esta hipocalcemia son el déficit de vitamina D, una dieta pobre en calcio y por supuesto malabsorción intestinal de calcio.

• Hiperparatiroidismo terciario: deriva del hiperparatiroidismo secundario y se produce cuando aun solventando los problemas que causan un hiperparatiroidismo secundario se continúa secretando hormona PTH en exceso.

Como consecuencia, ya hemos citado la presencia de hipocalcemia y exceso de hormona PTH en sangre; no obstante, también se producen otros problemas como la hipercaciuria, debido a la acción de la PTH que estimula la reabsorción de calcio, además de producirse hipofosfatemia ya que, como he indicado antes, la hormona PTH impide la reabsorción de fósforo en el riñón. 

En cuanto a los síntomas, podemos destacar:

• A nivel digestivo, presenta estreñimiento acompañado de náuseas y vómitos.

• A nivel muscular, nos encontramos con sensación de debilidad.

• A nivel nervioso, apatía, confusión mental e incluso coma. El calcio es muy importante dentro del sistema nervioso por lo que es indispensable controlar adecuadamente los niveles de calcio en el sistema nervioso.

• A nivel circulatorio, se pueden producir arritmias por un mal funcionamiento de los procesos excitadores a nivel cardíaco.

• A nivel renal, es común encontrarse con cálculos en las vías urinarias producidos por acumulación de calcio.

• El calcio no sólo puede acumularse y depositarse en el riñón, el exceso de calcio puede dar lugar a depósitos cálcicos en tejidos blandos.

Por lo general, el tratamiento del hiperparatiroidismo es quirúrgico, llevando a cabo una paratiroidectomía, seguido del tratamiento farmacológico adecuado. En relación a la dietoterapia, habría que asegurar un aporte de calcio adecuado, ya sea por vía oral o por vía intravenosa, con el fin de mejorar la mineralización ósea.

El hipoparatiroidismo es menos común y consta de dos tipos:

• Hipoparatiroidismo primario. Producido por la extirpación involuntaria de las glándulas paratiroides a causa de una operación sobre el tiroides y extirpación del mismo ya sea parcial o totalmente, o por manipulación quirúrgica en una intervención en el cuello.

• Pseudohipoparatiroidismo. Producido no por un déficit de producción de hormona PTH, sino por una falta en la respuesta efectora en los órganos “diana”, hueso y riñón, de dicha hormona. No obstante, sí se consigue el efecto de la PTH en el intestino gracias a la hormona D₃; sin embargo, la absorción de calcio en el intestino es insuficiente, por lo que sigue existiendo hipocalcemia y, por lo tanto, una elevación en la secreción de la hormona PTH.

Como consecuencia nos encontramos con una hipocalcemia por déficit de absorción intestinal, resorción ósea y reabsorción tubular; todo esto acompañado de hipocalciuria por el desajuste en la reabsorción tubular renal. Y, en cuanto al fósforo, también se ve implicado indirectamente, la hormona PTH no ejerce su acción sobre el riñón lo que favorece la reabsorción tubular de fósforo produciendo hiperfosfatemia.

La PTH en el hipoparatiroidismo primario se encuentra disminuida; sin embargo, en el pseudohipoparatiroidismo, la PTH está aumentada, lo que puede dar lugar a un hiperparatiroidismo secundario.

Otras manifestaciones clínicas son parestesias (hormigueo) en boca, manos y pies; espasmo carpopedal pudiéndose presentar también crisis epilépticas; tetania, disnea asmática, afectación cardíaca y calcificaciones en núcleos encefálicos, en cristalino (cataratas), etc.

En cuanto al tratamiento, es fundamentalmente nutricional, restringiendo la ingesta de alimentos ricos en folatos y asegurando un aporte adecuado de vitamina D₃ y calcio, en ocasiones siendo necesaria una suplementación de ambos.

Con esto me despido, esperando que hayáis aprendido un poco más sobre estas pequeñas glándulas y su papel fundamental en nuestro organismo.

Nos vemos en el siguiente post :)

Realizado por Tamara Valencia Dueñas

COMPARTIR