¡Buenos días a todos! ¿Cómo estáis?
Seguro que contentísimos, que ya estamos a viernes y eso alegra a cualquiera.
Pues sí, ya es viernes, lo que
significa que os traemos un nuevo alimento y su exquisita receta. Dentro de
poco es una fiesta muy especial en Estados Unidos que nosotros, como buenos
fiesteros, hemos adoptado también, ¿de qué fiesta hablo? Sí, de Halloween. Así
que hemos pensado que hoy es el día ideal para hablar de la calabaza, alimento no sólo típico de esta
fiesta sino del otoño en general. Aunque hay que destacar que esta hortaliza la
podemos encontrar durante todo el año.
La calabaza o zapallo es el fruto
en baya de la calabacera, la cual es una planta herbácea de hojas grandes y
ásperas que tiene flores de color amarillo. La corteza de la calabaza puede ser
de múltiples colores (naranja, amarilla, verde, blanca, negra e incluso
morada), mientras que su pulpa suele ser anaranjada o amarillenta.
Hay dos tipos de variedades, de verano y de invierno; la segunda es más dulce que
la de verano y tiene menor contenido en agua. A continuación, tenéis una tabla
que muestra las diferencias en la composición de las dos variedades.
Podemos ver que es un alimento bajo en calorías y grasa, por lo que se suele
recomendar en dietas para perder peso. Además, tiene un alto contenido en potasio, que ayuda a eliminar líquidos del
organismo puesto que promueve la diuresis. También, por su alto contenido en éste y el bajo contenido en sodio
hace que sea bueno para la gente que tiene hipertensión.
La calabaza es un
alimento muy saciante; frena el hambre interviniendo en la regulación del nivel de azúcar en sangre lo que ayuda a eliminar la ansiedad de
comer dulces; por esta razón, también podemos decir que es un alimento muy
beneficioso para personas diabéticas.
La calabaza contiene
una cantidad apreciable de fibra, previniendo
así el estreñimiento ya
que mejora el tránsito intestinal.
Y por último, y casi
lo más importante, es su capacidad antioxidante. Es decir, su capacidad para
evitar la degeneración celular y la posterior enfermedad que puede aparecer.
Entre los compuestos antioxidantes encontramos (los nombraré de mayor a menor
cantidad): vitamina C, contiene casi la mitad de las
necesidades diarias de esta vitamina; betacarotenos, los cuales se transforman en
vitamina A en nuestro organismo, y junto con la vitamina C ayuda a la salud del
aparato circulatorio previniendo enfermedades del corazón; además, la vitamina
A potencia el sistema inmune, muy importante en estas fechas en las que con
tantos cambios de temperatura nuestra salud se ve algo comprometida; cumarinas; y licopeno. Todos estos componentes hacen que la
calabaza tenga propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas, previene enfermedades
oculares, disminuye el colesterol en sangre evitando aterosclerosis y, como
he mencionado, previene
enfermedades cardiovasculares.
Y después de esta breve descripción de la calabaza y de sus propiedades,
hoy cocinamos un plato que se sirve caliente y, para estos días en los que las
temperaturas van bajando, ayuda a entrar en calor… Crema de calabaza
- 150 gr de calabaza troceada
- ½ patata grande o 1 pequeña
- 1 zanahoria
- ½ bote de leche evaporada o ½ de nata ligera o 2 quesitos descremados (a elección)
- Pimienta
- Sal
En una cazuela, echamos un par de cucharadas soperas de aceite de oliva y
rehogamos la patata y la zanahoria. Cuando estén rehogadas, añadimos la
calabaza.
A continuación, agregamos agua hasta cubrir los ingredientes, y sal (o ½
sopicaldo, aunque no lo recomiendo si eres hipertenso o con propensión a
serlo). Dejamos cocer todo durante 20-30 minutos. Al finalizar este tiempo
comprobamos que los ingredientes están blandos.
Si lo están, pasamos todo por la batidora, incorporamos los quesitos
(leche o nata, según se haya escogido, es más ligera con los quesitos aunque
personalmente me decanto por la leche evaporada) y la pimienta. Trituramos y
batimos todo bien.
Y ya tenemos la crema lista para comer, si la servimos con un poco de cebollino liofilizado (como podemos ver en la imagen), queda una combinación de colores bonita y hace que el plato sea más atractivo y aún más apetecible.
Este es un buen primer plato que puede combinarse con un segundo tipo
filete de ternera o, si preferís un pescado, filetes de emperador al horno o a
la plancha podrían ser una buena opción.
Esperamos que os
guste nuestra receta de hoy y nos comentéis que os parece. ¡Hasta la semana que
viene!
Realizado por Cristina Vallespín Escalada y Tamara
Valencia Dueñas
Fuentes
Buenísima crema de calabaza!!!! Y con los fríos apetece mucho este tipo de sopas y cremas. El domingo haré este plato, puesto que tengo una calabaza ecológica (del huerto de mi suegro je, je) Gracias.
ResponderEliminar¡Tiene muy buena pinta! Una cosa, si no se echa la patata queda más como una crema, ¿no? Pero en cuanto al sabor, ¿qué pasaría?
ResponderEliminar¡Gracias! Pues nunca la he probado sin patata, siempre la hemos hecho así en casa y queda totalmente tipo crema, la clave para que quede crema es sin duda la cantidad de agua que se eche y por supuesto los quesitos o la nata que utilicemos. En cuanto al sabor...bueno, otra variante es con batata, el sabor cambia aunque es realmente delicioso.
EliminarSi te decides a probar a hacerla sin patata no dudes en comentar tus impresiones. :)