¡Buenos días! Comenzamos la semana e inauguramos una nueva sección en la que hablaremos de... microorganismos y parásitos presentes en muchos de los alimentos que consumimos; hablaremos de qué son, de cómo prevenir la infección o parasitación y de cómo se tratan.
Por esto vamos a hablar un poco de ambos campos, el microbiológico y el de la parasitología, siempre relacionados con la alimentación.
Habitualmente, estos
patógenos generan problemas de tipo gastrointestinal, ya sea por el consumo de
toxinas bacterianas, infecciones por microorganismos o por parásitos.
Generalmente, las enfermedades transmitidas por los alimentos suelen
ser de origen bacteriano, de hecho son las más frecuentes a
nivel mundial. Cada vez es mayor el número de enfermedades producidas por
estos, ya sea por bacterias de reciente descubrimiento como de bacterias
que ya se creían erradicadas, entre estas últimas tenemos al E. coli, Listeria
monocytogenes, Vibrio cholera y Yersinia enterocolitica, Cryptosporidium
parvum, Cyclospora cayetanensis e Isospora belli, nombres como
veis un tanto extraños pero que poco a poco iremos conociendo en esta
sección.
El motivo de que aparezcan o reaparezcan enfermedades es
básicamente por la genética, son seres vivos que, como cualquiera, tratan de preservar la especie por
lo que se ven forzadas
a cambiar, por ejemplo incrementando su virulencia. Otros factores importantes
sobre todo en la aparición de nuevas enfermedades son los cambios de hábitos y costumbres de la población así como
las nuevas tecnologías aplicadas a los alimentos.
Para
conocer bien las bacterias y cómo actúan deberíamos prestar atención a una pregunta, ¿es una intoxicación alimentaria o una infección?
Existe
una diferencia que no siempre apreciamos entre estos dos términos.
Una intoxicación alimentaria consiste en la ingestión de las toxinas producidas
por los microorganismos, mientras que una infección es producida por la propia bacteria en el
organismo, generalmente en el tracto intestinal.
De
este modo existen dos tipos de infecciones:
- Mecanismo enterotoxigénico: elaboración de enterotoxinas en la luz intestinal, NO es una intoxicación puesto que no ingerimos la toxina sino que el microorganismo produce la toxina ya dentro del tracto intestinal.
- Mecanismo invasivo: infección a partir de la penetración a través de la capa epitelial de la pared intestinal.
Hasta
aquí la parte microbiológica de la sección, en cuanto a la parasitología vamos
a definir unos conceptos básicos:
¿Qué es un parásito?
Denominamos parásito a todo ser vivo que pasa parte o toda su
existencia en otro ser vivo (hospedante),
del cual se nutre, y en el que puede o no provocar lesiones.
¿Cómo se clasifican?
- Protozoos: microorganismos capaces de cumplir por sí solos todas las funciones biológicas fundamentales de la vida, son unicelulares.
- Metazoos: son parásitos pluricelulares. Los de mayor interés para nosotros van a ser los Helmintos (del griego helmins, gusano) que son organismos pluricelulares, pertenecientes al reino animal, caracterizados por tener estructuras concretas, con sistemas digestivo y sensitivo pocos desarrollados. De formas variadas según la especie, algunos se asemejan a gusanos, con tamaños que varían entre uno y varios centímetros de longitud. Se dividen en 2 grandes grupos:
- Nematodos o gusanos cilíndricos, no segmentados y con sexos separados.
- Platelmintos o gusanos planos, pueden estar segmentados, la mayoría son hermafroditas y se dividen en 2 clases:
- Cestodos: segmentados, con varios órganos de fijación.
- Trematodos: no segmentados, en forma de hoja, hermafroditas o con sexos separados.
Los parásitos, dentro de las relaciones poblacionales que encontramos en
la naturaleza, como su propio nombre indica, pertenecen a la relación de parasitismo.
En dicha
relación entre organismos, uno de los mismos (huésped) depende del otro para sobrevivir, produciendo en el hospedante un daño,
no necesariamente con
riesgo de muerte.
Con
este fin, los parásitos han desarrollado formas de vida en las que consiguen
que el hospedante asegure su sustento nutricional evadiendo la respuesta inmune
de éste y sus consecuencias.
Existen diversos grados de parasitismo, e incluso, una
vez en el organismo y establecido un equilibro se forma un estado de comensalismo, lo que se denominaría la
enfermedad “muda” o asintomática. No obstante este estado se puede ver alterado
pasando a ser una enfermedad “clínica”.
Algunos
parásitos transmitidos a través de los alimentos y que con mayor frecuencia
causan enfermedad en el hombre son: Cyclospora
cayetanensis, Giardia lambia, Entamoeba histolytica, Toxoplasma gondii; Helmintos nematodos como Ascaris lumbricoides,
Trichinella spiralis, Anisakis; trematodos como Fasciola hepatica;
o cestodes como Taenia saginata y
Taenia solium.
Por
lo tanto, como hemos dicho antes, las manifestaciones clínicas de forma general pueden ir
desde un portador asintomático o sintomatología leve, hasta graves
manifestaciones, dependiendo del número de parásitos, patogenicidad y respuesta
inmunitaria de la persona. Los parásitos dificultan o bloquean la
absorción de los alimentos a nivel de la mucosa intestinal, lo que en muchos
casos puede derivar en una delgadez acusada, pero no necesariamente ser ese un
síntoma aparente pues también existen multitud de casos de personas parasitadas
que padecen obesidad.
En la forma sintomática están involucrados todos los problemas
digestivos, tales como mal aliento, apetito inestable, constipación,
diarreas, gases, acidez, intolerancia discontinua a algunos alimentos, hasta
cuadros apendiculares o vesiculares, gastroenteritis, etc. Siendo las manifestaciones clínicas generales: cefalea, anorexia
y dolor abdominal.
Las formas de transmisión de los
parásitos suele ser siempre por el consumo de agua y alimentos contaminados, ya sea por contacto
animal-persona o por persona-persona.
La trasmisión depende del ciclo evolutivo de vida de cada
parásito, un punto en común es que necesitan el paso por un organismo animal (animales
o personas) para completar el ciclo, dicha transmisión por
tanto, se produce al ingerir cualquiera de los estados infectivos del
parásito, ya sean huevos o quistes, larvas, etc. Aquí debemos hacer
una aclaración, y es que los parásitos no siempre se transmiten en estado
infectivo sino que éste se va desarrollando en distintos hospedantes
intermedios hasta llegar al hospedador final. Nos encontramos con dos tipos de
parásitos:
- Parásitos de un solo hospedador: el parásito requiere de un sólo hospedador para completar su ciclo vital, y que sobreviva para transmitirse de un individuo a otro de la misma especie va a depender de su capacidad para sobrevivir en el ambiente externo.
- Parásitos con múltiples hospedadores: requieren de dos o más hospedadores de diferente especie en su ciclo vital; esto va a depender de la forma de reproducción, de este modo su ciclo asexual o larvario se desarrolla en hospedadores intermedios y finalmente la reproducción sexual se produciría en el hospedador final.
En muchas ocasiones el parásito puede pasar al alimento por la inadecuada manipulación de
portadores asintomáticos que contaminan los alimentos por no
cumplir escrupulosas normas higiénicas personales, aquí recordamos el caso de María la tifoidea de la que hablamos este verano.
Los alimentos implicados con más frecuencia en la
trasmisión de parásitos son las frutas y verduras contaminadas, siendo los más
destacados: las lechugas, tomates, pepinos, frambuesas o zumos de fruta sin
pasteurizar. Otros alimentos implicados son pescados y carnes crudas o mal
cocinadas.
En
general, podríamos hablar de cualquier alimento que no ha recibido tratamiento
y en el que se encuentren formas infectivas del parásito.
Así
que, ya conociendo las generalidades de esta nueva sección, comenzamos una
nueva aventura para conocer a estos pequeños seres.
Desde
hoy: “ELIGE BIEN A TU COMENSAL… O PODRÁS ENFERMAR”
Con
esto me despido, nos vemos en el siguiente post :)
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
Buena elección de la temática, hay mucho desconocimiento y mitos sobre algunos parásitos en alimentos, sobre todo Fasciola, Giardia, Taenia, Anisakis... Hay curro para rato así que ¡suerte!
ResponderEliminarParasitología Alimentaria es sin duda una de las asignaturas más complicadas que he tenido en mi vida...
¡Hola!
EliminarPues si, es un mundo muy interesante del que se sabe muy poco en general asique esperamos ir viendolo poco a poco y desmontando mitos :)
Toda la razón, esa es una de las asignaturas más complicadas.
Un saludo.