¡Muy buenos días! Llega el viernes y con él nuestros
encuentros gastronómicos. Hoy vamos a hablaros de la carne picada.
En primer lugar hay que diferenciar entre la carne
picada propiamente dicha y los preparados de carne picada. Aunque a veces no
diferenciemos bien entre ambos términos, hay que ser conscientes que la carne picada es aquella que cuando vamos a la
carnicería, pedimos al carnicero carne picada de ternera, cerdo,
mixta (ternera y cerdo) o pollo, y el carnicero coge la pieza magra y la pica
delante de nosotros, pero ¿qué diferencia esto de los preparados de carne
picada?
Los preparados de carne picada son los
preparados que encontramos en los lineales de carne ya elaborada, cortada, etc. de los supermercados, esas bandejas con
carne ya preparada. Pero no es igual que la
carne picada que podemos comprar en la carnicería, esta carne picada envasada
es un preparado de carne que incluye una mezcla de aditivos, sulfitos,
espesantes, cereales, vegetales, etc., es decir, una mezcla de sustancias que
acompañan a un 70% de carne.
Lo importante es leer bien la etiqueta,
y si queremos un producto bueno alejarnos de estas carnes picadas preparadas,
etiquetadas con el nombre de “Burger meat”, y elegir
aquella que podemos encontrar en las carnicerías.
Otra opción es comprar la pieza magra de
carne y picarla nosotros mismos en casa, bien en picadoras si disponemos de
ellas, o en su caso haciendo un buen manejo del cuchillo. De esta forma sabemos que consumimos 100% carne y no una mezcla de carne
con múltiples aditivos, a simple vista podemos pensar que es una ilegalidad de
la industria, pero este tipo de preparados cárnicos cumplen con la normativa
legal.
Tras conocer un poco más los tipos de carne picada
pasemos a la cocina. El plato de hoy es un poco más contundente, por eso se
puede considerar plato único, con un postre de frutas tenemos una comida de lo
más equilibrada. Preparemos… Calabacines rellenos de carne
Ingredientes para 4 personas
- 4 calabacines baby
- 500 gr. de carne picada
- 1 cebolla mediana
- 2 tomates maduros
- 1 pimiento rojo
- 1 zanahoria grande
- 1 diente de ajo
- Aceite de oliva
- ½ vaso de vino blanco
- Queso para gratinar
- Sal y pimienta
Precalentamos el horno a 180oC.
En primer lugar tenemos que preparar los
calabacines. Para ello, los lavamos bien, les quitamos la tapa (se puede
reservar para el final y presentar el plato con ellas puestas) y los vaciamos
con la ayuda de una cuchara o un vaciador. Reservamos la pulpa o carne del
calabacín en un plato. Cogemos una olla o cazuela y la llenamos con agua.
Llevamos a ebullición y escaldamos los calabacines. Retiramos y dejamos secar.
Cuando el horno esté caliente, subimos la temperatura a 200oC,
ponemos los calabacines en una bandeja apta para horno, regamos con un poco de
aceite, salpimentamos y los metemos durante 10 minutos aproximadamente. Pasado
este tiempo, los sacamos y comprobamos que ya están un poco blanditos pero la
piel está como crujiente.
Mientras los calabacines están en el
horno, podemos ir preparando el relleno. En la misma agua donde hemos escaldado
los calabacines, aprovechamos para escaldar también los tomates. Una vez
escaldados, quitamos la piel y los cortamos muy finamente. Pelamos y picamos la
cebolla y la zanahoria, la pulpa de los calabacines, el pimiento rojo y el
diente de ajo. Ponemos una sartén grande o cazuela al fuego, echamos un poco de
aceite de oliva y sofreímos la cebolla. Cuando veamos que está ligeramente
echa, incorporamos la zanahoria y el diente de ajo. A continuación, echamos el
pimiento y, por último, la pulpa de los calabacines.
Cuando las verduras estén más o menos
cocinadas, salpimentamos la carne picada, que puede ser sólo de ternera, de
pollo o mixta (cerdo-ternera), y la echamos a las verduras. Dejamos cocinar
bien, removiendo de vez en cuando, y por último añadimos el tomate. Dejamos que
el tomate se vaya haciendo y soltando su jugo. Regamos con el vino blanco e
incluso, podemos espolvorear con otras especias al gusto. Cocinamos hasta que
se reduzca el vino y se forme una especie de salsa espesa. Reservamos hasta que
temple.
Ya sólo queda rellenar los calabacines,
espolvorear con queso para gratinar (este paso, si queremos hacer el plato
menos calórico, nos lo saltamos) y volvemos a meter al horno unos 5 minutos
hasta que gratine. ¡Listo para comer!
Con esto nos despedimos hasta el próximo
día. Feliz fin de semana :)
Realizado por Jorge Ibarra
Morato y Cristina Vallespín Escalada
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