¡Buenos días! Hoy nos hemos decidido a hacer una
receta vegetariana. Entre sus ingredientes podemos encontrar la levadura, y de ésta es de la que vamos a
hablar hoy.
Bien podríamos incluirla en la sección “elige bien a
tu comensal”, ya que se trata de un microorganismo, el cual fermenta el azúcar
de los alimentos y los transforma en alcohol y gas; sin embargo, no me voy a centrar
en ella como tal, sino que voy a hablar de los distintos
tipos de levadura que utilizamos en la cocina.
Levadura fresca o de panadería
También se puede encontrar bajo la denominación
levadura prensada, ya que viene en forma de bloques
de pasta prensada. Se debe conservar
en frío, ya que es fresca, y tiene una vida útil relativamente corta
(de 1 a 2 semanas). Para su uso se debe diluir
en agua tibia (o incluso leche) antes de añadir a la harina.
Levadura seca
Se trata también de levadura
fresca, salvo que en este caso está deshidratada
y en polvo y viene en sobres herméticos. Debido a esto, su vida
útil es mayor que la de la fresca y no se requiere diluirla previamente en agua
antes de utilizarla.
Levadura química
Como su nombre indica, no se trata del microorganimo
sino de un emulsionante químico.
Se trata de bicarbonato y otros componentes que, durante la cocción en el
horno, reaccionan con los diversos ingredientes y forman gas. De hecho, esa es
la otra gran diferencia entre la levadura química y el microoranismo. Mientras que, como acabo de decir, la química actúa
durante el horneado, la levadura fresca actúa antes del horneado, puesto que se
destruye a los 50oC.
Ahora bien, en la receta de hoy utilizamos
concretamente la “levadura nutricional”.
Se trata de la levadura del género de la cerveza (Saccharomyces cerevisiae),
pero se diferencia de ella en que en lugar de cultivarse en trigo, se cultiva
en melaza. Por lo tanto, podemos decir que es una levadura fresca inactiva (puesto que no
produce gas) y se utiliza normalmente en
las recetas vegetarianas como suplemento debido a sus propiedades.
Entre estas propiedades encontramos ser una fuente excelente de fibra,
proteínas y vitaminas del grupo B. Según la marca que la comercialice la
fortifica también en vitamina B12.
Después de saber un poco más sobre los distintos tipos
de levadura, pasamos a la cocina a hacer un rico Queso
vegano
Ingredientes
- 1 puñadito de nueces
- 1 puñadito de anacardos
- 1 vaso de agua
- 1 chorrito de limón
- 1 cucharadita de postres de sal marina
- 2 cucharaditas de poste de levadura nutricional
Lo primero que haremos será remojar los frutos secos,
para lo cual, la tarde anterior deben ponerse en agua en cuencos separados,
similar a cuando vamos a hacer un plato de legumbres.
Al día siguiente, escurrimos los frutos secos los
ponemos en el vaso de la batidora, añadimos el resto de ingredientes (excepto
el agua) y batimos, mientras se bate vamos incorporando el agua poco a poco
hasta obtener una crema suave y homogénea.
Ya estaría listo para utilizar, en este caso lo he
calentado y utilizado como salsa de acompañamiento a un plato de brócoli con
arroz basmati.
Con esto nos despedimos hasta el lunes, esperamos que
os haya gustado y no dudéis en contarnos vuestras experiencias con este “queso
vegano”.
Realizado por Cristina Vallespín Escalada
y Tamara Valencia Dueñas
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