Hormonas tiroideas

Escrito por nutriciónalas6 el lunes, 2 de diciembre de 2013 | 6:00:00

¡Buenos días! Comenzamos la semana con una nueva entrega de la tiroides. Hemos visto con anterioridad la importancia del yodo y cómo funciona la tiroides. Hoy hablaremos de las hormonas producidas por esta glándula y cómo funcionan en el organismo.
Como ya mencionamos en el post de la tiroides, las hormonas secretadas por esta glándula son tres, la Tiroxina-T4, la Triyodotironina-T3 y la calcitonina.
Normalmente, se identifican como hormonas tiroideas las dos primeras, y es a ellas a las que vamos a dedicar este post.
Ambas hormonas son imprescindibles, pero se ha visto que la T3, a pesar de producirse en un porcentaje bastante menor y con un período de presencia en el organismo también inferior, es la responsable en mayor medida de los efectos fisiológicos de estas hormonas.
¿Cómo se sintetizan?
La síntesis se realiza mediante la captación de yodo de la sangre circulante y el acoplamiento de éste a la molécula de tiroglobulina para, posteriormente y mediante la hidrólisis de ésta, liberar es­tas hormonas a la circulación, con la que llegarán a los receptores de los distintos órganos. Se puede deducir entonces que para este proceso es vital la presencia de yodo, además de que las vías para dicha síntesis estén bien reguladas y no existan fallos en las funciones.
Por lo tanto, podemos definir 4 fases importantes:
  • Captación y concentración de yodo. Como ya dijimos, el yodo se obtiene de forma externa gracias a los alimentos, aunque también ciertos fármacos aportan una pequeña cantidad de yodo por lo que habría que tener cuidado en aquellas personas con problemas por exceso de yodo. Así, el yodo entra en el organismo en forma de yoduro o yodato y es transportado por vía sanguínea a la tiroides. Este proceso de captación requiere de energía ya que la concentración de yodo es mayor dentro de la cé­lula tiroidea que en el plasma sanguíneo.
  • Oxidación de yoduro. Una vez en el interior de la glándula, el yodu­ro es oxidado por acción de la enzima peroxida­sa y el peróxido de hidrógeno y se combina con la tiroglobulina (proteína sintetizada en el tiroides). La yodación de la tiroglobulina forma mo­noyodotirosina (MIT) y diyodotirosina (DIT).
  • Síntesis de T3 y T4. Tras la formación de MIT y DIT se procede a la formación de T3 y T4 que se fijan a la estructura de la tiroglobulina.  Por último, las hormonas quedan almacenadas y se van liberando poco a poco. Existe una variación en el proceso de formación de T3 ya que solo el 20% de la misma es sintetizado por la glándula tiroidea, el resto se formaría a partir de la T4, por el contrario la T4 circulante procede exclusivamente y en su totalidad de la glándula tiroides.

Debemos tener en cuenta que el yodo en grandes cantidades bloquea la reacción de organificación y acoplamiento del yodo (efecto de Wolf-Chaikoff), que suele ser transitorio salvo que la administración excesiva de yoduro sea prolongada, en cuyo caso la inhibición de la síntesis de hormonas tiroideas persistiría pudiéndose desarrollar bocio con hipotiroidismo en algunos casos.
Transporte
Cuando existe demanda de estas hormonas por los distintos tejidos, las hormonas son liberadas de la tiroglobulina y se unen, en la sangre, a las proteínas plasmáticas para ser trasportadas hasta los tejidos periféricos, donde ejercerán su acción específica y después serán eliminadas o inactivadas.
Es en la llegada a los tejidos cuando se transforma la T4 en T3, siendo esta última la que ejerce las principales acciones biológicas.
Regulación
Para que la secreción de hormonas no sea excesiva o se quede corta y no cumplan sus funciones, es necesaria una regulación de la misma. En este momento entran en acción el hipotálamo y la hipófisis que secretan las hormonas TRH y la famosa TSH, una hormona muy citada en los tratamientos para el hiper e hipotiroidismo.
La TRH es una hormona hipotalámica que induce a la liberación de hormona TSH (tirotropina) que se libera en la hipófisis y regula todas las actividades de las células glandulares tiroideas.
Cuando se llega a niveles normales de T3 y T4, la secreción de TSH disminuye, y en menor medida la de TRH, para mantener constantes los niveles de hormonas circulantes en el organismo.
La TSH produce un cierto agrandamiento de la glándula tiroidea por concentración hormonal, si esta concentración es por un fallo en la producción de TSH se manifiesta a simple vista en el cuello, dando lugar a bocio.
Efectos
Los efectos fisiológicos de estas hormonas son innumerables ya que actúan a nivel genético estimulando la formación de enzimas, proteínas de diversos tipos, hormonas y otras sustancias. Influyen directamente sobre el metabolismo y por lo tanto, cualquier fallo en la función tiroidea repercute directamente en los distintos sistemas (digestivo, endocrino, circulatorio, muscular, etc.); es decir, que esta función va a influir sobre todos los sistemas excepto cerebro, retina, bazo y pulmones.
En cuanto a sus repercusiones sobre el organismo, ya lo vimos en el post del tiroides ya citado, pero podríamos destacar que:
  • Modifican el crecimiento y la maduración de los tejidos.
  • Modifican el gasto energético total.
  • Se encargan del recambio de los sustratos.
  • Regulan la respiración celular.
Con esto me despido esperando que hayáis aprendido un poco más sobre el funcionamiento de esta glándula y sus hormonas.
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
Fuentes
Conocimientos adquiridos durante la Diplomatura de Nutrición Humana y Dietética.
Nutrición y alimentación humana. 2aed. Mataix J. Ergon 2009.

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