¡Buenos
días! Como ya anunciamos en las novedades semanales, hoy hablamos de una
patología derivada de algunas intervenciones quirúrgicas, el Síndrome de intestino corto.
Y
aquí está la primera parte, en esta conoceremos en qué consiste este síndrome.
¿Qué es el síndrome del intestino corto?
El síndrome del intestino corto (SIC) es un síndrome que produce
una malabsorción y un aumento de pérdidas digestivas que ocurren tras una
resección quirúrgica, con un intestino delgado remanente, lo que
significa que tras la intervención queda una longitud de 150-200 cm o menos, es
decir, la mitad o menos de la longitud normal del mismo.
La
causa más común del SIC son defectos congénitos anatómicos en el caso de los
niños, o enfermedad con pérdidas de absorción intestinal en el caso de adultos y
jóvenes, sobre todo con la enfermedad de Crohn, entre otros como
podemos ver a continuación.
El SIC se caracteriza
por la incapacidad para mantener el balance de micronutrientes, electrolitos,
líquidos y energía cuando la persona toma una dieta
normal.
La incidencia y prevalencia de este síndrome es desconocida, pero
sí se sabe que el
SIC es la causa más frecuente de fallo intestinal en los adultos.
Se considera que existe fallo intestinal cuando diariamente se absorben menos
del 84% del gasto energético basal.
El tratamiento que
debemos realizar será multidisciplinar (médico,
quirúrgico y nutricional), y éste va a depender
de la parte de intestino que ha sufrido la resección.
Por norma general, los
nutrientes que se ven afectados y las complicaciones que ello origina, depende
de la sección reseccionada:
- La resección del duodeno (duodenectomía) suele originar anemia, debido a la malabsorción del hierro y folatos, así como osteomalacia (disminución del calcio en los huesos) debido a la menor absorción del calcio.
- La resección de yeyuno (yeyunoctomía) es bien tolerada, pues el íleon es capaz de asumir la función de absorción de nutrientes, de forma que estos pacientes no van a presentar diarrea importante. Sin embargo, puede existir una intolerancia a la lactosa, puesto que la lactasa predomina en los tramos altos del intestino delgado (duodeno y yeyuno). Además, en estos pacientes se produce una hipersecreción gástrica en las fases iniciales de la resección intestinal.
- La resección del íleon (ilectomía) va a depender de la cantidad de íleon reseccionado, pero el paciente va a sufrir diarreas y malabsorción, sobre todo de la vitamina B12.
Pero aparte de la sección de intestino delgado, las alteraciones también dependen de la cantidad
reseccionada:
- Menor del 40% del intestino delgado, las alteraciones son mínimas.
- Del 50 al 70% del intestino delgado, la malabsorción es moderada.
- Mayor del 75% del intestino delgado, la malabsorción es grave.
Esto
produce cambios en la motilidad y en la absorción, dando lugar a las
complicaciones más importantes y que debemos tratar como la diarrea severa, que
da lugar a la pérdida de electrolitos y agua; debido a la malabsorción, por
consiguiente, encontraremos también deshidratación, pérdida de peso,
malnutrición energético-proteica, anemia megaloblástica, déficit vitamínicos y
de elementos minerales, colelitiasis y acidosis metabólica.
Ya
hemos conocido un poco qué es el SIC y qué nutrientes se ven afectados. El
próximo lunes continuaremos con los distintos tratamientos que podemos
encontrar, en esta patología el tratamiento nutricional veremos que es muy
importante.
Espero
que os haya gustado, y nos vemos en la próxima entrega.
¡Un
saludo!
Realizado por Jorge Ibarra
Morato
Fuentes
Conocimientos
adquiridos durante la Diplomatura de Nutrición Humana y Dietética.
Nutrición
y alimentación humana.2aed. Mataix J. Ergon 2009
Fisiopatología
aplicada a la nutrición. Planas M., Pérez-Portabella C. Ediciones
Mayo 2006.
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