¡Buenos días! Después de nuestros dos días de hablar de resecciones
intestinales hoy me gustaría hablar de un mineral que se ve afectado en esta
patología, dentro de muchos otros y como en muchas patologías
gastrointestinales, este mineral al que me refiero no es otro que el magnesio.
¿Qué es?
El magnesio es un mineral que se encuentra
ampliamente distribuido por todo el organismo, estando más del 60% en los
huesos. El resto está en el músculo (alrededor del 27%) y en las
células y líquido extracelular. La cantidad total en el organismo es de alrededor de
20-28 gramos.
El magnesio es uno de los iones más abundante en plantas y animales y
desempeña un papel esencial en gran número de reacciones celulares y
actividades biológicas, como pueden ser reacciones productoras de energía,
entre ellas la glucólisis anaerobia).
Absorción y metabolismo
Más del 90% de este mineral se absorbe a
lo largo del intestino delgado, en especial en la parte del yeyuno (la porción
media), aunque una parte también puede llegarse a absorber en el colon.
Parece ser que la vitamina D incrementa la
absorción del
magnesio, mientras que el calcio, los fosfatos, los citratos, los
ácidos grasos, el ácido fítico y las sales biliares disminuyen su absorción,
ya que forman sales con el magnesio y, por tanto, compuestos insolubles.
Una vez absorbido en el intestino, el magnesio se transporta en forma de
ion a los distintos tejidos, sobre todo al óseo para formar cristales de
hidroxiapatito. Cuando los niveles séricos de magnesio en el organismo bajan,
una cantidad de estos cristales (20-30%) pueden deshacerse para liberar
magnesio, la otra cantidad se encuentra íntimamente incorporada a los cristales
y no puede ser intercambiable. Aunque el magnesio muscular es el que más
fácilmente se intercambia.
En cuanto a la excreción, unas dos
terceras partes son eliminadas por las heces. Por orina sólo se excreta la
cantidad necesaria para mantener la concentración plasmática normal,
es decir, unos 1.5-2.1 mg/100 ml. De hecho, el riñón es el órgano regulador de
la homeostasis de este mineral. Cuando se detectan valores bajos de magnesio en
el organismo, el riñón se encarga de reabsorberlo.
Sustancias
como la glucosa, la galactosa o el etanol, entre otras, y hormonas como la
hormona del crecimiento, la antidiurética, las hormonas suprarrenales y los
andrógenos y estrogénos, aumentan la eliminación renal.
Funciones
El magnesio tiene varias funciones a nivel bioquímico y a nivel
fisiológico.
A nivel bioquímico, casi puede afirmarse
que no existe proceso en el que el magnesio no juegue un papel trascendente.
Actúa como activador de numerosas enzimas
y coenzimas que
intervienen en casi todas las reacciones de todo el metabolismo que tiene lugar
en el organismo, entre las que destacan las de producción y transporte de
energía, ya que el magnesio tiene a capacidad de formar complejos con moléculas
como el ATP o ADP (moléculas de almacenamiento de energía). De ahí se infiere
que participa en la síntesis de proteínas y ácidos nucleicos y, en último
término del ADN, así como de hormonas.
A
nivel fisiológico, el magnesio forma parte de huesos y dientes por lo que es
requerido para el buen crecimiento y mantenimiento óseo. Interviene en la
transmisión del impulso nervioso y en la relajación muscular, por lo que es necesario para el buen funcionamiento
neuromuscular, es decir, de los nervios, músculos y otras partes del cuerpo.
También afecta al sistema cardiovascular y circulatorio interviniendo en la
contractibilidad del corazón; es un mineral cardioprotector, antiisquémico,
vasodilatador y antiinflamatorio. En el sistema sanguíneo además ejerce
funciones antitrombóticas, estabiliza eritrocitos y aumenta la producción de
leucocitos.
Ya por último, el magnesio es necesario para el mantenimiento del
equilibrio ácido-base, secreción de diversas glándulas, en la regeneración
tisular y procesos de anafilaxia (reacción alérgica
grave en todo el cuerpo a un químico que se ha convertido en alérgeno) ya que
posee acción antiinfecciosa. Además, ayuda a neutralizar el ácido clorhídrico
del estómago, ayuda al movimiento del bolo alimenticio a través del intestino,
y activa funciones hepáticas.
Ingestas
recomendadas y deficiencia y toxicidad
Para la población adulta española, se recomiendan unas ingestas diarias de este mineral de
alrededor de 350 mg para el hombre y 300 mg para la mujer.
En condiciones normales, el magnesio aportado por la dieta
debería ser más que suficiente para cubrir dichas necesidades, por lo que no
debería ser necesario suplementos. Sin embargo, no todo el mundo estamos en las
mismas circunstancias, y existen evidencias que demuestran que un 15-20% de la
población pueden tener déficits bien porque no ingieren suficiente magnesio,
porque sus necesidades están aumentadas, o porque no hay una buena absorción
del mineral. Casos en los que aparecen deficiencias de este mineral son
alteraciones gastrointestinales (entre las que entran las resecciones
intestinales), disfunción renal, alteraciones endocrinas (del tiroides,
paratiroides...), alcoholismo, malnutriciones, etc.
Aunque no es muy normal, también podemos
encontrar el caso contrario, la hipermagnesemia, que tiene lugar normalmente
por tratamientos prolongados con sales de magnesio o con fármacos que contienen
este mineral. La infusión de calcio contrarresta la toxicidad del magnesio.
Fuentes
alimentarias
El
magnesio abunda en carnes, marisco, productos lácteos, frutos secos, granos de
cereales integrales (es
decir, sin refinar; el refinamiento de los cereales hace que se pierda este
mineral), la levadura de cerveza, frutas, verduras y hortalizas...
en fin, que como vemos está muy presente en muchos alimentos, de ahí que, una
buena alimentación sea bastante para suplir las necesidades diarias, como ya he
comentado.
Sin embargo, como pasa con muchas vitaminas y minerales, existen ciertos factores que pueden afectar a la
biodisponibilidad del magnesio, y hacer que se absorba
en menor proporción.
- Altas cantidades de calcio y fósforo, impiden su absorción.
- La cantidad de proteína de la dieta puede afectar favorable o desfavorablemente en el balance de magnesio.
- Un exceso de vitamina C da lugar a un descenso en la concentración tisular de magnesio.
- La deficiencia de vitamina E induce una deficiencia de magnesio.
Bueno, y con esto ya termino. Espero que hayáis aprendido de este
mineral que, como todos los minerales y vitaminas, es tan esencial para el
correcto funcionamiento del organismo.
Un saludo. Hasta el próximo día. :D
Realizado por Cristina Vallespín Escalada
Fuentes
Nutrición y alimentación humana. 2aed. Mataix
J. Ergon 2009.
Entonces imagino que la suplementación con magnesio la ves más que innecesaria, por lo que aquí pones. Yo no estoy muy puesto con el tema, pero he visto que hay quien dice que de lo pco que vale la pena suplementar es el omega-3 y el magnesio.
ResponderEliminarOtra cosa, sobre la cantidad de proteína, cuál es la relación? O sea, más o menos magnesio con más o menos proteína?
Hola Demóstenes,
EliminarA la primera pregunta, creo que te voy a responder con otra... ¿quién, exactamente, necesita esa suplementación? ¿Personas sin ningún tipo de problema que lleva una buena alimentación? En ese caso la respuesta es obvia..veo absurda dicha suplementación. Como todo, un exceso es más que perjudicial.
Por otro lado, si quien toma la suplementación es alguien con problemas (ya sea por enfermedad, por problemas de absorción, el consumo de algunos fármacos que interfieren en el metabolismo del magnesio, etc.) he de suponer que esa suplementación se la ha mandado el médico, por lo que nada tengo que contradecir. De hecho, hay estudios que han comprobado y demostrado que el magnesio es muy beneficioso para algunas patologías.
Gente con las necesidades aumentadas, como pueden ser deportistas...ahí ya hay controversia; no hay estudios que demuestren al 100% que la necesidad de la suplementación.
A la segunda pregunta, la cantidad exacta no se conoce. Lo único que puedo decirte es que las proteínas y aminoácidos favorecen la biodisponibilidad del magnesio, de manera que ingestas bajas disminuyen la absorción e ingestas altas la aumentan, pero siempre dentro de unos límites. También decirte que la absorción del magnesio es mejor en presencia de ácidos, como la naranja, el limón...
Espero haber contestado a tus preguntas,
Un saludo.