Tallarines con salsa de queso azul

Escrito por nutriciónalas6 el viernes, 15 de noviembre de 2013 | 6:00:00


¡¡Buenos días!! Como cada viernes aquí está nuestra nueva receta, pero antes de cocinar vamos a conocer más a fondo uno de sus ingredientes, hoy la protagonista es… la pasta.
El origen de la pasta es muy controvertido. Una de las hipótesis más populares, sitúa sus orígenes en China, desde donde llegó hasta Italia en el siglo XIII gracias a los viajes de Marco Polo por las rutas asiáticas.
Seguramente fueron los chinos los primeros en darse cuenta de las ventajas que suponía la buena conservación de la pasta durante algún tiempo antes de cocerla pero, también, otros países asiáticos, como la India, e incluso algunos países árabes, elaboraban desde tiempos remotos una especie de pasta que llevaba el nombre de "sebica" que significa "hebra".
Precisamente la palabra hebra puede hacer alusión a la forma de algunas pastas actuales, como son los espaguetis. La palabra "spaghetti" es el diminutivo plural de la palabra italiana "spago" que significa "cordel".
Es muy probable que la pasta fuese introducida en Italia durante la Edad Media por los árabes, posiblemente en el siglo XI, antes del nacimiento de Marco Polo, y que rápidamente se extendiera y popularizara su consumo por toda Italia.
En el caso de España, parece indudable que su aparición está ligada a los árabes; al menos no existe ningún dato que indique su consumo antes de la dominación musulmana.
La denominación más antigua empleada en España para designar la pasta es la de "fideos", que ha llegado hasta nuestros días y ya aparece por primera vez en un manuscrito árabe del siglo XIII.
Numerosos documentos atestiguan que durante la Edad Media su consumo tuvo un gran apogeo en la zona del Levante español.  Sin embargo, en nuestro país nunca gozó de la popularidad y el desarrollo que alcanzó en Italia.
Hoy día, la pasta es uno de los alimentos más típicos y apreciados de la dieta mediterránea ya sea como entrante, guarnición, plato único, ensalada, sopa o postre.
Después de conocer un poco la historia, vamos a ver qué ingredientes la forman. La pasta es un alimento preparado con una masa cuyo ingrediente básico es la harina de trigo, mezclada con agua, y a la cual se puede añadir sal, huevo u otros ingredientes, conformando un producto que generalmente se cuece en agua hirviendo.
Normalmente se utiliza la especie Triticum durum o trigo duro (variedad típica del área mediterránea) en su elaboración, lo que la diferencia del pan. Para obtener esta harina sólo se emplea una parte del grano del cereal, el endospermo, rico en almidón y gluten, lo que le confiere una mayor capacidad de moldeado.
Para elaborar pasta es obligatorio el agua y la sémola de trigo duro que contiene más gluten que el trigo común o blando. En caso de usar trigo blando para la elaboración de la pasta, es necesario añadir más huevo a la masa. Entre los ingredientes opcionales están el huevo, que aporta consistencia a la pasta y la hace más nutritiva; verduras, que se trituran en forma de pasta o puré y se añaden a la masa para colorearla, enriqueciéndola en vitaminas y minerales; suplementos proteínicos, como la harina de soja; leche desnatada en polvo o gluten de trigo, denominándose entonces fortificadas o suplementos de vitaminas y minerales, llamándose enriquecidas.
La pasta puede ser:
  • Fresca: productos que no se han desecado y que contienen un alto porcentaje de agua.
  • Seca: hay cortas (macarrones, rigatoni, penne, ñoquis o gnocchi, fusilli o hélices, y rotini) o alargadas (spaghetti, tallarines, pappardelle, fettuccine, tagliatelle, linguini, capelli, bucatoni, bucatini). Existen variedades que se caracterizan por estar rellenas (ravioles o ravioli, tortelines o tortellini, panzerotti, cappelletti y agnolotti), y también hay formas pequeñas: la pastina o «pasta pequeña» que se reservan para sopas y que tienen diferentes formas: fideos, sémolas, estrellas, letras, y otras variantes para divertir a los niños y para lucir atractivas, más que para lograr diferencias de sabor y textura.
En cuanto a su composición nutricional, la pasta es una fuente muy importante de hidratos de carbono, en concreto en almidón. La proteína más importante de la pasta es el gluten, que le confiere su elasticidad típica; el contenido medio se sitúa alrededor del 12%, lo que supone una fuente adecuada de proteína, aunque es deficitaria en lisina, un aminoácido esencial. Sin embargo, el contenido en grasa en muy bajo.
El contenido en fibra es variable, las harinas de bajo grado de extracción tienen poca fibra y las de mayor porcentaje de extracción, mayor contenido.
El aporte de minerales y de vitaminas es escaso, y va a depender del grado de extracción de la harina de partida y de si ésta está enriquecida o no.
Es importante saber que la pasta contiene gluten, por lo que su consumo está totalmente contraindicado para celiacos o intolerantes al gluten, salvo aquellas variedades elaboradas expresamente sin gluten. Asimismo, se ha de vigilar la composición de las pastas alimenticias, pues aquellas que llevan huevo entre sus ingredientes no las pueden consumir quienes tienen alergia a este alimento.
En determinadas enfermedades y situaciones de convalecencia en las que hace falta aumentar el aporte energético, las pastas constituyen una buena elección.
Y ahora sí, ha llegado el momento y vamos directos a la cocina a preparar unos ricos Tallarines con salsa de queso azul
Ingredientes
  • 1 paquete de tallarines
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal
  • 450 mL de nata ligera para cocinar
  • 200 gr. de queso azul (gorgonzola)
  • Pimienta negra molida
Preparación
El centro de este plato es la salsa de queso azul. Para su elaboración pondremos un cazo a fuego medio y echamos el queso en trocitos. Dejamos que se derrita mientras removemos con una cuchara de madera.
Cuando ya esté casi derretido por completo vamos añadiendo la nata líquida, removiendo hasta que se disuelva el queso. Añadimos un poco de pimienta negra molida y lista.
Después ponemos a cocer la pasta y tras escurrirla le añadimos las especias que más nos gusten, personalmente me gusta echar orégano y albahaca pero ahí cada uno le aporta su toque personal.
Llegados a este punto se pueden hacer dos cosas servir la pasta directamente con la salsa o poner la salsa en un recipiente aparte y que cada uno se sirva al gusto.
Esperamos que os guste. Con esto nos despedimos hasta el lunes :)
Realizado por Jorge Ibarra Morato y Tamara Valencia Dueñas
Fuentes
Conocimientos adquiridos durante la Diplomatura de Nutrición Humana y Dietética.

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2 comentarios :

  1. Me encanta la pasta, esta buenísima pero quería preguntaros si es bueno comer pasta todos los días como hacen los italianos que la comen o la cenan.
    Los tallarines tienen una pinta buenísima.

    Un saludo.
    EE

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    Respuestas
    1. Hola!

      La pasta no tendría por qué ser "malo" comerla todos los días. Va a depender del tipo de plato que hagamos y el tipo de pasta. No obstante tampoco lo recomendaríamos, hay que mantener una alimentación variada y dentro de esa alimentación la parte de hidratos de carbono no todo son pastas también encontramos el arroz, cereales, etc. La pasta permite multitud de combinaciones y se pueden hacer platos muy ricos y completos pero no deberíamos centrar la alimentación en un solo tipo de alimentos.

      La pasta está muy rica pero, como todo, hay que consumirlo con moderación. :)

      Un saludo.

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