La intoxicación por mercurio

Escrito por nutriciónalas6 el lunes, 11 de abril de 2016 | 6:00:00


¡Buenos días! Comenzamos una nueva semana y hoy quisiera hablaros del mercurio. Ya hablamos en este post de la protección que ejercen las grasas ante este mineral y hoy vamos a hablar de lo que produce una intoxicación por mercurio.
Antes de empezar, aclaremos algunos puntos.
La toxicidad de un mineral va a estar condicionada por las propiedades intrínsecas de los metales (dúctiles, maleables, si forman cationes, óxidos básicos, si son grandes conductores del calor, la electricidad…) la movilización, sus formas químicas, agregaciones y la disponibilidad biológica (DOC (“Dissolved Organic Carbon”) son ligandos de metales que afectan a su solubilidad y penetración en seres vivos como citrato, acetatos, ácido húmico, fúlvico, EDTA, NTA). Los alimentos líquidos capturan mejor los metales.
Igualmente la toxicidad va a depender también del tipo de exposición.
  • Exposición aguda: a través de agua de consumo humano, alimentos o exposición ocupacional, pudiendo presentarse síndrome gastrointestinal agudo, disfunción renal, neurotoxicidad, etc.
  • Exposición prolongada: a través de agua de consumo humano, por vía aérea o por contacto con suelos contaminados. Dando lugar al desarrollo de distintos tipos de cáncer, hiper e hipopigmentación, inflamación crónica de las vías respiratorias, insuficiencia renal, dermatitis, síntomas neurológicos o daño reproductivo ya sea fetotoxicidad, teratogenicidad, aborto espontáneo, etc.
Ya sabemos cómo se presenta la toxicidad de un mineral, ahora hablemos del mercurio.
El mercurio es un elemento persistente que presenta bioacumulación, es decir, se va depositando en los tejidos del organismo siendo difícil su eliminación. Además, es el único metal que presenta biomagnificación, que es la tendencia a acumularse a lo largo de la cadena trófica, exhibiendo concentraciones sucesivamente mayores al ascender el nivel trófico; es decir, la concentración del producto en el organismo consumidor es mayor que la concentración del mismo producto en el organismo consumido especialmente en ecosistemas marinos (algas, atún, pez espada).
Este mineral llega a los sistemas acuáticos y terrestres a través de la atmósfera y se moviliza de dos formas: en la naturaleza por la meteorización de rocas, desgasificación de la corteza terrestre; y artificialmente por la creación de carbón, incineración de residuos, extracción mineral, industrial cloro-alcali, hornos crematorios.
Ingesta y acumulación
Recordamos que existen varias formas químicas de este mineral con diferente comportamiento:
  • Metálico, Hg0. 
  • Inorgánico divalente, Hg2+ forma química que más se acumula en vegetales.
  • Organomercuriales: CH3Hg+ se acumulan en el músculo de los peces.
Nosotros absorbemos el Hg0 y Hg2+ principalmente por inhalación y los organomercuriales por el tracto digestivo, las embarazadas acumulan MeHg+ en el feto.
Toxicidad
Una intoxicación por metil-mercurio provoca afasia, ataxia, convulsiones y muerte. Dosis elevadas agudas tienen como órganos diana el riñón, el corazón y el aparato digestivo. Un ejemplo sería la "Enfermedad de Minamata".
Estas intoxicaciones por mercurio han derivado de varios incidentes conocidos. Tales como:
  • Incidente de la bahía de Minamata, Japón (1975). Una fábrica que usaba HgSO4 liberó Hg2+. En los sedimentos del agua, el Hg2+ se convirtió en MeHg+, acumulándose en moluscos y peces que fueron ingeridos por los habitantes locales. 115 personas fallecieron. Los síntomas documentados fueron parálisis, alteraciones de vista y oído, manifestaciones neurológicas y envenenamientos prenatales incluso en ausencia de sintomatología de la madre.
  • Tratamiento de las semillas con alquil mercurio para evitar las enfermedades del grano. En Irak, las semillas tratadas se sembraron y cultivaron para hacer pan. Miles de personas fueron envenenadas y centenares murieron.
  • En EEUU el ganado vacuno alimentado con grano tratado fue usado para consumo humano. De nuevo se produjo un envenenamiento severo.
Es importante tener en cuenta que si bien la presencia de mercurio en ciertos alimentos es inevitable, es ahora cuando se está estudiando su composición en profundidad y pueden existir ciertos componentes protectores frente a una intoxicación por este mineral. Además, los casos más importantes y conocidos de intoxicación por mercurio no han sido resultado del consumo de alimentos con exceso de este mineral de forma natural, sino que ha sido derivado de fallos humanos.
Con esto me despido hasta el próximo post.
Realizado por Tamara Valencia Dueñas

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