¡Buenos
días! Hoy, como todos los viernes, os traemos una nueva y rica receta. En esta
ocasión, tiene como protagonista un molusco muy parecido al calamar, hablamos
de la pota.
La
pota es un cefalópodo que, por parecerse al calamar, se la
considera en muchas ocasiones como “calamar gigante”. De hecho, hay mucha gente
que a la hora de comprarla en el mercado, en la sección de congelados, al venir
en anillas, deducen que están comprando anillas de calamar. Es de menor calidad que el calamar y por
ello, es más barata.
La
pota tiene una coloración violácea más
oscura que la del calamar, con manchas
violáceas, rojizas o azuladas. La diferencia principal con el
calamar es que la pota es más
grande que el calamar y tiene dos aletas en la parte final del cuerpo, que
ocupan la tercera parte del mismo. Además, tiene 10 tentáculos, de los cuales hay dos más
desarrollados.
Encontramos
varias especies de pota, como la pota
común (Todarodes
sagittatus), la pota voladora (Illex
coindetii) y la pota argentina Illex
argentinus), entre las más conocidas.
En
cuanto a su composición nutricional cabe
destacar su contenido en proteínas
de alto valor biológico, lo que quiere decir, como muchos ya sabréis,
que contiene todos los aminoácidos esenciales, que nuestro cuerpo necesita y no
puede sintetizar por sí mismo. El contenido
en calorías es bastante bajo, debido principalmente a que el aporte
en grasas también lo es; sin embargo, el contenido en colesterol, al igual que el calamar, es
relativamente alto, unos 190 mg por cada 100 gramos. A pesar de esto, y
volviendo a las grasas, cabe
destacar que ese alto contenido en colesterol deja de ser tan importante puesto
que la principal grasa que tiene es del tipo insaturado, lo cual
ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre.
En
cuanto al contenido en micronutrientes, la pota aporta vitaminas del grupo B, entre las que destacan
la B12 y
B3, importantes, como ya os contamos en este y este otro
post, para la obtención de energía, formación de glóbulos rojos, para el buen
funcionamiento del sistema nervioso, aparato digestivo y piel, entre otras
muchas funciones. Por otra parte, los minerales que destacan son el fósforo,
potasio y magnesio,
los cuales intervienen en la salud ósea, síntesis proteica, obtención de
energía y el buen funcionamiento del músculo.
Hemos
visto es parecida al calamar, pero sus tentáculos se pueden asemejar a los del
pulpo, por lo que si queremos disfrutar de un pulpo a la gallega, sin gastar
mucho dinero, podemos usar pata de pota, como la que os traemos hoy para hacer
una… Pota a la gallega
Ingredientes para 3 personas
- ½ kg de patas de pota cortadas y congeladas
- 3 patatas medianas
- Aceite de oliva
- Pimentón dulce
- Sal
Dejamos
descongelar la pota según recomendaciones del fabricante, ya que se puede
encontrar congelada o refrigerada, dependiendo del supermercado.
Cuando
la pota esté completamente descongelada empezamos con la elaboración el plato.
En una cacerola, ponemos agua a hervir con un poco de sal; mientras coge
temperatura, pelamos las patatas y las cortamos en trozos. Cuando el agua rompa
a hervir, las cocemos hasta que estén blandas, escurrimos y reservamos en una
fuente.
Mientras
tanto en una sartén, echamos un poco de aceite de oliva y pimentón al gusto,
puede ser dulce o picante, es importante que no se nos queme porque entonces el
plato amargaría. Cuando hayamos tostado muy poco el pimentón añadimos la pota y
salteamos unos minutos, si suelta agua dejamos que se evapore a fuego vivo.
Sacamos
la pota, la colocamos en la fuente con las patatas y, con el aceite sobrante de
la sartén, que irá impregnado con el pimentón, lo extendemos por las patatas.
Con esto ya tenemos nuestro plato listo para servir.
No
es igual que el pulpo, pero se puede llegar a asemejar, y como bien dice el
refrán, en muchos sitios nos pueden “dar gato por liebre”.
Con
estos nos despedimos, no sin antes desearos un maravilloso fin de semana y un
feliz puente a todos los madrileños, ya que el lunes celebran la fiesta de su
patrona, La Virgen de la Almudena. Pero aún siendo madrileños, nosotros nos
vemos ese día. Mientras tanto… ¡ser felices! y a poner un poco de sabor y
cocina al día a día.
Realizado por Cristina Vallespín Escalada y Jorge Ibarra Morato
Fuentes
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