¡Buenos días! Hoy vamos a tratar una patología
bastante molesta y que en algún momento de la vida cualquiera podemos sufrir.
El reflujo gastroesofágico se define
como la regurgitación del contenido gástrico hacia el esófago, secundario a la disminución de la presión del esfínter esofágico
inferior, es decir, el esfínter que separa el esófago del estómago no llega a
ejercer la presión suficiente y da lugar a que el contenido estomacal pase de
nuevo al esófago; no obstante, existen otros factores como el deterioro del
vaciamiento gástrico y del peristaltismo esofágico, así como el aumento de la
secreción gástrica.
Todo ello puede
dar lugar al desarrollo de una inflamación esofágica (esofagitis),
aunque existen pacientes con síntomas sin esofagitis y viceversa, enfermos sin
síntomas pero con esofagitis endoscópica.
Los síntomas de acidez estomacal se
presentan cuando una excesiva cantidad de reflujo ácido regresa al esófago. La
mayoría de los afectados describen la acidez estomacal como una molestia en
forma de ardor localizada por detrás del esternón, que sube hacia el cuello y la garganta, incluso se puede sentir el sabor
agrio o amargo del ácido en la parte posterior de la garganta.
Los síntomas de ardor y presión de la acidez
estomacal pueden durar varias horas y normalmente se agravan después de cada
comida.
Si el reflujo gastroesofágico se repite
más de dos veces a la semana durante algunas semanas puede ser enfermedad por
reflujo gastroesofágico, que con el tiempo
puede provocar problemas de salud más graves.
La enfermedad por reflujo
gastroesofágico se produce cuando el esfínter esofágico inferior se debilita o
relaja cuando no debe, lo cual provoca que
los contenidos del estómago asciendan al esófago. Las anormalidades del cuerpo como hernias de hiato
también pueden ser la causa de la enfermedad por reflujo
gastroesofágico. Las hernias de hiato se producen cuando la parte superior del
estómago se mueve en forma ascendente hacia el pecho y el estómago puede
filtrarse por una apertura que se encuentra en el diafragma. Las hernias de
hiato pueden causar enfermedad por reflujo gastroesofágico por el ácido
estomacal que circula hacia arriba a través de la apertura; no obstante, la
mayoría no produce síntomas.
Otros factores que pueden contribuir a
la enfermedad por reflujo gastroesofágico incluyen los siguientes:
- Obesidad.
- Embarazo.
- Ciertos medicamentos, como los medicamentos para el asma, bloqueantes del canal de calcio y muchos antihistamínicos, analgésicos, sedantes y antidepresivos.
- Fumar o inhalar humo de otros fumadores.
Pero, ¿tiene tratamiento?
Sí. Consiste en el uso, a largo plazo,
de fármacos antisecretores de ácido clohídrico (HCl) y
procinéticos (producen un vaciamiento más rápido del estómago). Además, existen una serie de medidas higiénicas y
modificaciones de la dieta de carácter coadyuvante. Dentro de las
primeras se aconseja evitar el decúbito después de las comidas, levantando la
cabecera de la cama, no utilizar prendas que puedan incrementar la presión intraabdominal
y evitar el tabaco.
Características de la dieta
Los alimentos pueden influir en la
aparición de los síntomas en la enfermedad por reflujo gastroesofágico, a
través de dos mecanismos:
- Alimentos que disminuyen la presión del esfínter esofágico inferior (EEI).
- Alimentos que irritan la mucosa gástrica.
La dieta debe ser normocalórica y moderadamente rica
en proteínas, ya que las proteínas aumentan la presión del esfínter. Debe ser
baja en grasas porque reducen la presión del EEI y enlentecen el vaciado
gástrico. Los carbohidratos no modifican la presión del esfínter, por lo que se
pueden tomar sin problemas.
Los alimentos muy condimentados se eliminarán porque
también disminuyen la presión del EEI. Por otra parte, hay que suprimir los
irritantes de la mucosa esofágica como cítricos, tomate, pimienta, y los ricos
en fibra, así como los hábitos tóxicos como el tabaco. Además, parece que la
característica común de los alimentos irritantes y que producen pirosis es su
elevada osmolaridad y no su acidez. A pesar de saber que estos alimentos son
los que comúnmente se relacionan con la pirosis, se debe probar la tolerancia
individual para no suprimir alimentos innecesariamente.
Recomendaciones dietéticas generales a
modo resumen
Dieta rica en proteínas y en
carbohidratos y pobre en grasa, con consumo
de carnes magras, pescados, pollo, claras de huevo, queso y lácteos desnatados,
merengues, pan, cereales, galletas, pastas, patatas, arroz, verduras y frutas.
- Evitar las temperaturas extremas de los alimentos y las bebidas.
- Limitar la ingesta de alimentos y bebidas capaces de disminuir la presión del EEI, alcohol, carminativos (aceite de menta o menta verde, ajo, cebolla), chocolate y alimentos ricos en grasa (frituras, rebozados, carnes grasas, salsas cremosas, leche entera, mantequilla, margarina, nata, aceite, quesos fermentados y muy curados, embutidos).
- Evitar la ingesta de alimentos y bebidas que puedan irritar la mucosa esofágica, bebidas carbonatadas, zumo de uva, cítricos y sus zumos, vinagre, tomate y sus derivados, café (también descafeinado), algunas especias (pimienta, mostaza), productos integrales o muy ricos en fibra, melón, pepino, pimiento, etc.
- Evitar las comidas copiosas.
- Evitar el decúbito después de las comidas.
- No ingerir alimentos dos horas antes de acostarse.
- Elevar la cabecera de la cama para dormir o acostarse.
- Lograr un peso corporal deseable y mantenerlo.
- No utilizar prendas de vestir ceñidas, sobre todo en la zona abdominal.
Realizado por Jorge Ibarra Morato
Fuentes
Conocimientos adquiridos durante la Diplomatura de
Nutrición Humana y Dietética.
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