Fresas en su jugo

Escrito por nutriciónalas6 el viernes, 13 de junio de 2014 | 6:00:00

¡Buenos días! Llega el verano y con él, el calor. Es por esto que cada vez nos apetecen cosas fresquitas, y por ello, hoy os traemos una receta fresquita y veraniega. Pero antes hablemos de uno de sus ingredientes, el azúcar.
Se denomina “azúcar” a la sacarosa, también llamado azúcar común o azúcar de mesa. La sacarosa es un disacárido formado por una molécula de glucosa y una de fructosa, y se obtiene principalmente de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera.
Las primeras referencias del azúcar se remontan a casi 5.000 años. Los árabes al invadir las regiones del Tígris y el Eúfrates, descubren las infinitas posibilidades que el azúcar presenta. Éstos lo introducen en las zonas conquistadas, cultivando la caña de azúcar en Siria, Egipto, Chipre, Rodas y todo el Norte de África. 
Hasta la Edad Media el azúcar no llega a España, donde se implanta como una especia alimenticia, y como tal, se usó para aromatizar distintos platos, al igual que la sal o la pimienta. 
Encontramos dos grandes tipos de azúcar:
  • Azúcar blanco: es el azúcar con mayor grado de pureza, extraído mediante el refinado del jugo de la remolacha azucarera y la caña de azúcar. Partiendo de este refinado el azúcar se puede encontrar en forma de azúcar en polvo, azúcar glasé, azúcar glass  o azúcar lustre, todos resultantes del molido del azúcar blanco o blanquilla. Utilizados principalmente para la decoración en repostería.
  • Azúcar moreno: se trata de azúcar de color más o menos oscuro por contener otros componentes de la caña como la melaza. El tipo de azúcar moreno más apreciado en repostería es el conocido como "de factoría" o integral. El azúcar moreno podemos clasificarlo en integral y no integral, siendo la variedad integral obtenida directamente a partir de jarabes y lleva incorporadas las impurezas de estas mieles en todo el grano, mientras que la variedad no integral se obtiene a partir de la adición de mieles o melazas de baja pureza al azúcar blanco, con lo cual, dichas impurezas se encuentran solamente en la superficie del cristal y no en su interior. Otros derivados dentro del azúcar moreno son la Panela, azúcar turbinado, Azúcar de Barbados, azúcar moscovado o moscabado, Azúcar demerara. El azúcar moreno o azúcar integral contiene vitaminas, minerales y aminoácidos que no se encuentran en el azúcar blanco ya que el refinado ha eliminado estos componentes. No obstante, las cantidades de minerales y vitaminas son tan bajas que podríamos decir que sus propiedades nutricionales son muy semejantes.
  • Otras variedades de azúcar: serían el azúcar candí, “sanding” o perla, azúcar líquido y azúcar procedente del cultivo ecológico, biológico u orgánico.
El azúcar refinado contiene principalmente hidratos de carbono, concretamente pertenecen al grupo de absorción rápida o simple; y carece de proteínas, grasas, minerales y vitaminas. Por eso el azúcar es un alimento exclusivamente energético. En nuestro organismo, el cerebro, por ejemplo, es responsable del 20% del consumo energético total y la glucosa es su único substrato. Si la glucosa en sangre desciende, la persona puede sufrir ciertos trastornos: debilidad, temblores, torpeza mental y hasta desmayos. 
El organismo obtiene glucosa bien de manera directa de los alimentos ricos en hidratos de carbono o bien de las reservas de glucógeno, que se almacenan en el hígado y en los músculos.
El azúcar es un tranquilizante natural al ser la glucosa el principal sustrato del cerebro, por ende es fundamental para nutrir el sistema nervioso, debido a que las neuronas sólo se alimentan de glucosa. El consumo adecuado de azúcar puede tener este efecto y ayudar a calmar la ansiedad y la tensión, e inducir el sueño.
El consumo excesivo de azúcar se relaciona con enfermedades bucodentales como la caries dental, un aumento de la demanda de las vitaminas del complejo B ya que para procesar el azúcar es necesaria la intervención de este complejo vitamínico,  hipertrigliceridemia, sobrepeso, obesidad y diabetes mellitus.
Por lo tanto, el azúcar de nuestra dieta debería proceder principalmente de alimentos que lo contengan de manera natural, como es el caso de las frutas, y evitar que provenga de refrescos azucarados, bollería y del azúcar que añadimos a cafés y otras bebidas.
Y ahora pasemos a preparar un rico plato que se puede comer tanto como postre como en las meriendas, hoy cocinamos… Fresas en su jugo
Ingredientes
  • 1 kg de fresas
  • 2 cucharadas de vinagre
  • 4 cucharadas de azúcar
Preparación
Le quitamos las partes verdes a las fresas y las lavamos. Dejamos que escurran bien y a continuación, las cortaremos en trozos no muy grandes. Las vamos poniendo en un bol.
Ahora echaremos por encima las dos cucharadas de vinagre y espolvorearemos las 4 cucharadas de azúcar. Estas cantidades son variables, yo lo echo a ojo. Ya sólo queda taparlas con papel de plástico y meterlas en la nevera. Esperamos unas cuantas horas, lo mejor es hacerlo de un día para otro y ¡listas para tomar bien fresquitas!
La cantidad de jugo que salga dependerá de lo maduras que estén las fresas y si es inicio de temporada o ya estamos en plena temporada, siendo estas últimas las que más jugo sacarán.
Espero que disfrutéis de esta nueva manera de tomar fresas.
Un saludo y buen fin de semana.
Realizado por Tamara Valencia Dueñas y Cristina Vallespín Escalada
Fuentes

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