Hola
a todos. Ya estamos a viernes, lo que significa que hoy nos vamos a meter de
nuevo en la cocina a preparar un rico plato de aperitivo. En esta ocasión el
protagonista es un fruto seco, así que primero conozcámoslo un
poco mejor.
El sésamo (Sesamum
indicum), de la familia de las pedaliáceas, también conocido como “ajonjolí”, es una planta anual, erecta,
ramificada o sin ramas. El tallo es generalmente cuadrangular con una altura
que puede llegar hasta los 2 m. Las hojas son simples y de lámina lanceolada o
acorazonada, de color verde, tornando a una coloración rojiza la parte más
expuesta a los rayos solares.
Las
flores son blancas o ligeramente lila, de forma acampanada de 2 a 4 cm de
longitud y se encuentran varios centenares de ellas en cada planta. El fruto es
una cápsula que posee 4 celdas llenas de semillas. Se encuentran también frutos
dobles, de 8 celdas con semillas. La longitud de los frutos es de hasta 8 cm y
su grosor puede llegar a 1 cm. La semilla es pequeña, de 2 a 4 mm, de forma
achatada, de color variable entre blanco cremoso y el negro.
El sésamo es una planta originaria de la India y de África. Desde
ahí llegó a América transportada por los esclavos. En sus inicios, se utilizaban sus semillas para espesar y
dar sabor a una gran variedad de platos. Actualmente, son unas de las semillas
oleaginosas más utilizadas en la cocina y en la repostería internacional, sobre
todo en la oriental.
En
cuanto a su contenido nutricional, el sésamo es rico en grasa monoinsaturada y
poliinsaturada, proteína vegetal, fibra, magnesio, fósforo, hierro, calcio y
tiamina.
Más de la mitad del peso de la semilla es aceite y el resto
lo componen proteínas (18%), fibra (8%), minerales (2%), etc. Las grasas que contiene son insaturadas, con predominio
de las poliinsaturadas. Éstas, junto a la también presente lecitina, hacen del
sésamo un alimento que contribuye a reducir los niveles de colesterol sanguíneo.
La
proteína de estas semillas está formada por quince aminoácidos distintos, con
una elevada proporción del aminoácido esencial metionina. Por otro lado, las semillas de sésamo poseen buenas cantidades de fibra,
por lo que su consumo resulta beneficioso para la regulación de la función
intestinal.
También
son una fuente importante de diferentes minerales como el magnesio que actúa como cofactor de numerosas enzimas
intracelulares, participando en la actividad neuromuscular y en el
metabolismo de los hidratos de carbono, y una gran parte del mismo se encuentra
en los huesos.
El fósforo que, combinado con el calcio, interviene en la
adecuada mineralización de huesos y dientes, a la vez que forma parte de todas
las células y es
constituyente del material genético, de algunos hidratos de carbono, de lípidos
y de proteínas, y es necesario para la actividad de muchas enzimas, para la de
las vitaminas del grupo B y participa en el metabolismo energético.
El calcio, que interviene en la formación de huesos y dientes;
el zinc que participa en el metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas
y las proteínas, y el hierro que forma parte de la hemoglobina de la sangre, está
presente en la proteína muscular, la mioglobina, y es almacenado en órganos
como el hígado.
Por
último, el aporte vitamínico es más bajo que el de otros frutos
secos, siendo la tiamina o vitamina B1, la vitamina más señalada en
el mismo.
Otros
componentes con propiedades antioxidantes en estas semillas son la sesamina y
el sesamol.
Ahora
pasemos a la cocina a preparar nuestra receta de la semana. En esta ocasión
queremos preparar una receta especial que tanto alérgicos al huevo, intolerantes
a la lactosa y celíacos pueden comer. Hoy preparamos una Mayonesa de zanahoria
Ingredientes
- 500 gr de zanahorias
- 200 ml de aceite de oliva virgen extra
- 100 gr de crema de sésamo
- 1 cucharadita de miel
- Sal al gusto
- Pimienta negra de molinillo al gusto
- Cilantro
Primero,
pelamos las zanahorias y las hervimos hasta que estén listas de forma
que las pinchemos con un cuchillo y no cueste introducirlo. Ponemos todos
los ingredientes en un vaso para batidora y batiremos juntos todos los
ingredientes menos el aceite.
Cuando
hayamos conseguido una mezcla homogénea, sin dejar de batir, echamos muy
despacio el aceite hasta lograr una crema con una textura similar a la de una
mayonesa.
Lista
para servir de aperitivo.
Con
esto nos despedimos hasta el próximo post. :)
Realizado por Jorge Ibarra Morato y Tamara Valencia Dueñas
Fuentes
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