Dietas milagrosas - Dieta Wöet

Escrito por nutriciónalas6 el lunes, 16 de junio de 2014 | 18:00:00


¡Buenos días! Hoy en nuestra sección de dietas milagro vamos a hablar de una dieta que, si bien no es tan drástica y llamativa como la del mes pasado, sí que presenta ciertos peligros que se podrían evitar si nos acostumbrásemos realmente a una alimentación equilibrada y a realizar algo de ejercicio.
No es otra que la dieta Wöet, una dieta digna sucesora de Dukan. Como veréis, cumple todos o casi todos los estándares de las dietas milagro, al menos los principales.
Esta es una dieta hiperproteica por fases, en la que el centro de todo es crear un estado de cetosis en el organismo y así conseguir la reducción “rápida” de peso.
La fase de cetosis es la primera y la principal, en la que se suprimen casi totalmente los hidratos de carbono (pan, pasta, cereales, etc.) para crear el catabolismo de los triglicéridos o grasas. En esta fase la dieta busca lograr la pérdida de peso hasta en un 80% del objetivo pautado. Aconseja, eso sí, llevar un control médico; pero poco se cita la intervención del mismo como control de salud sino más bien para que éste prescriba qué productos hiperproteicos debe consumir el paciente acorde a la necesidad de pérdida de peso. Efectivamente, cómo no, este método vende sus propios productos ya que sino cómo vamos a poder disfrutar de una rebanada de pan hiperproteico y bajo en hidratos de carbono (porque sí señores, el pan sale de las proteínas vegetales y de los productos emulsionantes, y si eso algo, de harina de trigo pero vamos por decorar... nótese la ironía).
Y, por supuesto, todos los productos van cargaditos de vitaminas y minerales extra porque es una dieta completamente segura pero por si acaso, y no vaya a ser que la cetosis tenga efectos secundarios, se añaden al producto y así la persona que realice la dieta tenga el correcto aporte de sal, calcio, potasio, vitaminas y oligoelementos según necesidades.
Así que claro, las primeras semanas de esta primera fase cargadita de productos y luego, ya si eso, vamos introduciendo productos frescos, carnes, pescados y demás productos proteicos. Debo concederle que la intención final de la dieta es mantener una alimentación saludable y equilibrada y adquirir ciertos hábitos saludables así como la realización de ejercicio, pero bueno, primero a consumir productos a porrillo y a crear cuerpos cetónicos que es muy sano. Procedo a citar los beneficios de la cetosis por si alguno tiene dudas.   
  • Mareos y dolores de cabeza: indicativo de que todo va según lo previsto, el cuerpo empieza a recurrir a las grasas para obtener energía y el cerebro cambia su combustible, ahora en vez de glucosa utiliza cuerpos cetónicos y hay que adaptarse, por lo que el mareo está más que asegurado.
  • Mal aliento: bueno no es el fin del mundo, es la forma de liberar tanto cuerpo cetónico suelto por el organismo, y como extra algunos pueden conseguir distinguir cierto sabor metálico en la boca.
  • Orina con olor muy fuerte: los cuerpos cetónicos tienen que eliminarse y no sólo lo van a hacer por la boca, también se van a eliminar por la orina así que al igual que en la boca el olor de la orina se va a ver modificada.
  • Sudor fuerte: por las mismas razones que los anteriores, el olor corporal y sobre todo del sudor puede volverse algo desagradable.
  • Falta de apetito: las proteínas tienden a digerirse completamente y por su conformación  cuestan mucho más ser digeridas que los hidratos de carbono, de ahí que el apetito se vea disminuido considerablemente.
  • Náuseas, vómitos, dolor abdominal, dificultad respiratoria y decaimiento general, si existen mareos estos son daños colaterales y estrechamente relacionados.
  • Perdida de calcio: el exceso de proteínas favorece la eliminación de calcio por el riñón, de ahí que se recurra a las reservas en el sistema óseo y así de forma cíclica, por lo que es más que factible la aparición de osteoporosis. He aquí que el/los creadores de esta dieta hayan decidido añadir minerales.
  • Posibles arritmias: se pueden producir problemas del sistema de conducción eléctrica (recordamos que al cerebro le falta azúcar para trabajar que es su forma de hacerlo a pleno rendimiento) problemas cardíacos y arritmias.
  • Pérdida de músculo: si se está mucho tiempo en cetosis primero se tira de la grasa pero llega un momento que hay que conservar ciertas reservas grasas por lo que se empieza a degradar el músculo para usar sus aminoácidos como combustible.
Es posible que en unos meses estos efectos no causen grandes estragos en el organismo y, en cierto punto, hasta se llegue a un estado de claridad mental importante pero a largo plazo la degradación en el cerebro puede hacerse notar.
Aclarar que existen ciertos casos patológicos en los que una dieta cetogénica sea indispensable para afrontarlos, es el caso de la epilepsia y sólo en el caso de los niños tiene resultado, pero en condiciones normales puede ser perjudicial y nada agradable.
Finalmente se recomienda en esta fase algo de ejercicio, con cuidado puesto que la energía escasea y con los síntomas citados anteriormente el ejercicio es lo último que apetece; y por supuesto consumir 2 litros de agua al día.
Posteriormente nos encontramos con otras dos fases, una de estabilización y otra de mantenimiento para evitar recuperar lo perdido.
Después de esto, yo me pregunto... ¿qué necesidad existe de pasarlo mal si con cambiar ciertos hábitos mal adquiridos podría bastarnos? 
Es complicado tener un estado de salud adecuado si los hábitos y costumbres no son los adecuados, ciertamente las dietas de este tipo e incluso algunas mucho más drásticas que esta se aprovechan de la comodidad que supone 3 días de sacrificio para 1 de felicidad y luego volver a lo que se hacía mal. Es un ciclo que se alimenta de eso, de nuestra propia inflexibilidad para cambiar, y a fin de cuentas no es sólo la dieta, es adquirir un modo de vida y actuar acorde a él, no siempre es fácil y requiere de mucha paciencia y perseverancia pero tiene sus ventajas a largo plazo.
Con esto me despido, nos vemos en el próximo post.
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
Fuentes

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