¡Buenos días! Estamos finalizando Enero y el frío se hace notar, nos encontramos destemplados, nuestro sistema inmune se resiente y claro, los virus atacan, aparecen los primeros síntomas de gastroenteritis y vamos al médico, resultado: “reposo, mucho líquido y dieta blanda” ese es su consejo y salimos de la consulta como si fuese la cosa más sencilla de llevar a cabo.
No hace mucho, en una comida escuché a un niño decir “el médico me ha mandado dieta blanda, la manzana no la puedo comer porque es dura”. Dejando a un lado las posibles intenciones del pequeño para evitar comer la fruta en cuestión y centrándonos en su traducción literal del concepto “dieta blanda”, muchos os reiréis al leer esto, otros diréis que es un niño y no sabe lo que es una dieta blanda pero, ¿y tú?¿Sabes realmente qué es una dieta blanda?
Comencemos por lo básico,
Una dieta blanda aporta alimentos íntegros de consistencia suave, poco condimentada y bajo contenido en grasa y fibra. El objetivo principal es facilitar la digestión estimulando poco el aparato digestivo, por lo que los guisos elaborados y los fritos quedarían excluidos. Por lo general, el volumen de dichas comidas debe ser reducido.
En resumen, una dieta blanda estaría compuesta por:
- Frutas, verduras y hortalizas crudas, en cantidades moderadas, bien como guarnición o como postre e incluso primeros platos a base de verdura cocida entera.
- Legumbres en forma de purés, de esta forma se disminuye la flatulencia que en ocasiones provocan este grupo de alimentos; a excepción de las alubias incluso en forma de puré.
- Los alimentos grasos se deben evitar así como las salsas; no obstante, sí podría incluirse alguna salsa suave a base de verduras.
- Siempre alimentos suaves, no se deben incluir alimentos tales como el tomate, pimiento, encurtidos, salazones, ahumados o adobados, entre otros.
Existe otro tipo de dieta blanda, la dieta que nos recomienda el dentista después de una intervención en la boca y es la llamada dieta blanda mecánica, en esta dieta sólo se permitirían alimentos que requieran una mínima trituración, como es el caso de la carne en forma de albóndigas, croquetas, hamburguesas o incluso canelones. Muslo de pollo, pero no pechuga, etc. En esta variedad sí se pueden incluir guisos, fritos, helados, etc. de cierta dificultad digestiva, ya que, en estos pacientes el único problema alimentario es la masticación.
No quiere decir que en esta variación de dieta blanda todo valga y sea necesario saturarse de helados y hamburguesas, también podemos hacer compotas, cremas y purés que faciliten equilibrar la comida realizada y mantener un estado óptimo de salud para una mejor recuperación.
Ya sabéis a qué se refiere el médico cuando recomienda esta alimentación, ¿realmente sabíais qué era una dieta blanda?
Con un poco de humor me despido hasta el próximo post :)
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
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