¡Buenos días! Seguimos en otoño, tiempo de setas y se
acerca la navidad, época de excesos, entre los cuales cómo no, se incluye el
alcohol. Alcohol y algunas setas hacen un coctel explosivo, por eso hoy en
elige bien a tu comensal… el síndrome
coprínico.
El síndrome coprínico, también conocido
como intoxicación cardiovascular, se produce por las setas Clitocybe clavipes y
Coprinus atramentarius, esta última
especialmente responsable de la inmensa mayoría de las intoxicaciones.
Otras setas sospechosas son Boletus luridus, Coprinus
insignis, Coprinus micaceus, Laetiporus sulphureus, Pholiota
squarrosa y Ptychoverpa bohemica.
Esta intoxicación también se
denomina de tipo “antabus” por parecerse los síntomas a los
provocados por la ingestión del tratamiento con disulfiram para deshabituarse
del consumo de alcohol.
¿Cuál es la causa de este síndrome?
¿Cuáles son entonces los síntomas?
La sustancia responsable de esta
intoxicación es la coprina, que es una
combinación del aminoácido glutamina con un derivado de la ciclopropanona, la
cual interfiere en el metabolismo oxidativo del etanol, provocando la
acumulación de acetaldehído en el organismo que provoca los síntomas que ahora
describo.
El período de incubación es corto,
apareciendo los primeros síntomas al poco tiempo de la ingesta de las setas.
Además, es necesaria la consumición de alcohol, aproximadamente entre 5-10 mg/100 ml.
La sintomatología pasa por rubefacción
facial, enrojecimiento torácico anterior y en
extremidades, enrojecimiento de la mucosa
conjuntival (ojos rojos), gusto metálico en la lengua, sudoración,
cefalea, palpitaciones, taquiarritmias, dolor torácico, hipotensión (que en
ocasiones es acentuada), angustia, náuseas
y vómitos.
¿Cómo se trata?
El tratamiento es sintomático y de
soporte, se basa en el control de los síntomas
donde se debe rehidratar al paciente. La eliminación precoz de la toxina del
tubo digestivo mediante descontaminación gastrointestinal no es con frecuencia
necesaria por los vómitos copiosos previos. Sin embargo, en ocasiones los pacientes precisan de la utilización de
líquidos vía endovenosa o de agentes vasoconstrictores para el control de la
hipotensión grave. Si se precisa se pueden usar antiarrítmicos,
vitamina C por vía intravenosa a dosis altas.
En casos graves y muy seleccionados, se
propone el empleo del antídoto 4-metilpirazol de difícil obtención y alto coste. Se debe proscribir la ingesta de alcohol durante 4-5 días después del
consumo de las setas ya que los síntomas pueden repetirse si se vuelve a tomar
alcohol.
Como siempre os digo, tener mucho cuidado con las
setas que tomáis y si no las conocéis es mejor no comerlas, por todos los
problemas que pueden ocasionar; en este caso, los síntomas no llegan a ser muy
graves, pero en otros si no se acude rápidamente a urgencias pueden derivar en
problemas más graves, e incluso la muerte.
En este caso las setas y el alcohol no son muy buenas
amigas, por eso aprovechando que llegan las fiestas de Navidad, el consumo de
alcohol que sea con moderación, y sobre todo, el mejor líquido que podemos
tomar es el agua.
Con esto me despido hasta el viernes, que os traeré
una receta rica, rica, con productos de
temporada y que puede ser un entrante perfecto para estas navidades. Hasta
entonces ¡ser felices!
Realizado por Jorge Ibarra Morato
Fuentes
Conocimientos adquiridos durante la Diplomatura de
Nutrición Humana y Dietética.
Setas tóxicas e intoxicaciones. Pedro Arrillaga Anabitarte y Xabier
Laskibar Urkiola. Volumen 22 Munibe - Aranzari. 2006
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