¡Buenos días! Hemos llegado al último post del año y
última receta también. Pero no os preocupéis, en Enero volveremos con más
novedades. Comenzamos hablando de una fruta de temporada, la granada.
La granada es el fruto
del árbol llamado granado, de la familia de las puniáceas, que puede
alcanzar los 8 metros de altura. Con una piel
gruesa de color escarlata de tonos carmesí, su interior presenta una
gran cantidad de semillas internas rodeadas de una pulpa jugosa de un color
rubí.
La granada es una fruta originaria de Persia,
Afganistán y sur de Asia, todas ellas zonas desérticas, ya que esta fruta está protegida frente a la desecación gracias
a su gruesa piel y de esta manera, era fácilmente transportable grandes
distancias sin que se viera afectada su conservación y mantuviera sus
propiedades saludables. En oriente es considerada como un símbolo de
amor y fecundidad. Fueron los árabes quienes introdujeron esta fruta en España
y, de aquí, se exportó tras la conquista a América.
Actualmente su cultivo está extendido por varios
países de Europa, Asia y América. Los españoles somos los principales
productores del mundo y los mayores exportadores de Europa. En España, sobre
todo en Andalucía, Alicante y Murcia, las variedades
más producidas son Grano Elche,
Mollar de Játiva y Mollar de Valencia. Aunque ya en septiembre puede
encontrarse esta fruta en los mercados, realmente su época óptima es ya entrado
el otoño y dura hasta finales de enero. Las granadas se conservan bien a
temperatura ambiente durante varios días, pero si no se van a consumir
inmediatamente, es mejor guardarlas en la nevera para alargar su vida útil
hasta 3 semanas.
Y ahora pasemos a conocer su valor nutricional. A
grandes rasgos podemos decir que las granadas son
ricas en potasio, ácido cítrico, taninos y antocianinas.
Al ser el agua el componente mayoritario, la granada
tiene un bajo valor calórico con
sólo alrededor de 30 kcal por 100 gr. Además, tiene también bajo valor en hidratos de carbono con lo cual su consumo
puede estar más que aconsejado para dietas de adelgazamiento y para personas
que tienen diabetes. Por otra parte, es una fruta divertida para los niños debido a
la presencia de los granos, lo que puede ayudar a los padres a conseguir esa
diversidad alimentaria para sus hijos.
En cuanto al valor
mineral, sólo se puede destacar el aporte de potasio, el cual es un mineral necesario para
el buen funcionamiento del impulso nervioso y de la actividad muscular. Además,
interviene en la homeostasis celular, es decir, al equilibrio acuoso dentro y
fuera de la célula. Al ser una fruta con
bajo aporte de sodio (y alto en potasio), es beneficiosa para personas con
hipertensión y problemas cardiovasculares; por el contrario,
personas con insuficiencia renal que deben controlar el consumo de este mineral
deberán controlar su ingesta.
Por otra parte, podemos encontrar otros nutrientes que
son el ácido cítrico, el cual
confiere el sabor ácido característico, tiene una acción antimicrobiana, alcaliniza la orina (lo
que resulta aconsejado para procesos de gota y litiasis renales ya que se
elimina el ácido úrico y sus sales a través de la orina), y además potencia la actividad de la vitamina C.
Contiene también flavonoides (las
antocianinas), que son unos pigmentos que confieren ese color tan
característico a esta fruta y otras muchas con colores similares y con acción antioxidante y antiséptica,
favoreciendo la reducción del riesgo de padecer enfermedades degenerativas, cardiovasculares
e incluso cáncer. Otro nutriente son los taninos (polifenoles),
los cuales tienen una acción astringente y
antiinflamatoria, lo que ayuda, entre otras muchas cosas, a secar y
desinflamar la mucosa intestinal resultando eficaz en procesos diarreicos,
cólicos intestinales, flatulencias y para personas que tienen el estómago
delicado. Y por último, contiene ácido málico.
Estudios en animales de experimentación revelan que el
extracto de semilla de granada produce una disminución de los niveles de
glucosa sanguínea, observándose una acción antidiabética. También demuestran un
efecto antibacteriano frente a Bacillus antracis, Salmonella paratyphi y Vibrio
cholerae.
Tras conocer las numerosas cualidades de esta
riquísima fruta, cogemos una granada y nos vamos a la cocina a preparar el
plato de hoy, el cual recoge los mejores productos de temporada. Además es una
buena idea para empezar las famosas comidas o cenas de Navidad, hoy cocinamos… Ensalada
de temporada con vinagreta de miel estilo Nutrición a las 6
Ingredientes para 4 personas
- ½ lombarda pequeña
- 1 granada
- 2 manzanas
- 2 puñados de nueces
- Aceite de oliva
- Vinagre de Módena
- Miel
- Sal
Lo primero que hacemos es lavar y cortar la lombarda
en trozos pequeños, los ponemos en un bol y reservamos. A continuación, pelamos
las manzanas y las cortamos en trozos, abrimos la granada y desgranamos; una
vez hecho esto, añadimos la fruta al bol junto con los 2 puñados de nueces.
Para hacer la vinagreta, cogemos un cuenco pequeño y
añadimos 2 cucharadas de miel líquida, una cucharada de vinagre de Módena, 3
cucharadas de aceite, una pizca de sal y removemos bien hasta que los
ingredientes emulsionen. Cabe destacar que estas cantidades son orientativas y
depende del gusto de cada uno. Por último, lo añadimos al bol y removemos. Y ya
está lista para comer.
Esta ensalada de temporada triunfará como entrante de
las comidas navideñas, siendo una ensalada sana y saludable y, además otra
manera de comer y disfrutar de frutas y verduras, que en esta época con las
comidas festivas pasan a un segundo plano. ¿Te apuntas a prepararla?
Con esto nos despedimos hasta el año que viene.
Esperamos que tengáis unas felices fiestas y que disfrutéis con toda la
familia. Nos vemos muy pronto, mientras tanto ¡ser felices!
Realizado por Cristina Vallespín Escalada
y Jorge Ibarra Morato
Fuentes
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