¡Buenos días! Hoy voy a hablar del azúcar, no de sus propiedades que ya
hablamos en este
post, sino de algo relacionado con lo que ya mencionamos en la campaña “25
gramos” y que podéis encontrar en este
otro post.
Sí, voy a hablar del azúcar escondido en muchos productos alimenticios y
alimentos precocinados que podemos encontrar en el mercado. Y es que en un
programa Holandés, del estilo “21 días”, probaron
a suprimir durante 1 mes todos aquellos alimentos en los que hubiese azúcar
añadido.
¿Qué se puede comer que no contenga azúcar
añadido?
Pues la lista es más larga de lo que creemos, aunque para muchos más
aburrida; en el saco podemos meter toda la gran variedad de frutas y verduras
existentes, legumbres, carnes, pescados, huevos, etc., es decir, los elementos
clave para una alimentación sana, variada y equilibrada.
En el vídeo se observa cómo el protagonista va al cine y lo único que
consume es agua, bien, si el cine lo permite, creo que comprándose las semillas
de maíz podría haberse hecho unas palomitas y disfrutarlas sin problemas ya que
en ese caso no hay ningún añadido extra de azúcares.
¿Qué ocurre cuando se suprimen estos
azúcares extra?
Si veis el vídeo, al principio, el protagonista esta de mal humor, sin
fuerzas, con hambre… podríamos decir que está bajo los efectos de un pequeño
“mono” o llamémoslo también síndrome de abstinencia, el cuerpo le pide esos
azúcares que ha quitado de su alimentación.
Lo curioso del azúcar simple es que entra en nuestro cuerpo rápidamente,
creando picos de hiperglucemia en sangre, estimulando al páncreas para que
secrete más insulina para estabilizar los niveles de glucosa en sangre,
pudiendo provocar entonces una bajada importante, similar a una montaña rusa
con muchas subidas y bajadas (recordemos lo ya mencionado al final de este
post).
El cuerpo se acostumbra a este tipo de azúcar y pide cada vez más o al
menos su dosis, su “chute” diario, para poder funcionar.
Pero volvamos al vídeo, una vez superada esta etapa, nuestro protagonista
se siente mejor, no le cuesta tanto levantarse e incluso ha conseguido que el
cuerpo deje de pedirle azúcar y es capaz de tomarse un desayuno saludable sin
pensar en la alternativa azucarada.
Hasta ahí a nivel psicológico-vivencial, pero ¿qué le ocurre al cuerpo tras la desintoxicación?
Antes de comenzar el mes, al protagonista se le realiza una evaluación,
midiendo distintos datos antropométricos y bioquímicos en sangre; finalizado el
estudio, se le vuelve a medir y observan que no sólo ha perdido peso, sino que
ha conseguido regular sus niveles de colesterol en sangre y su composición corporal
ha cambiado.
¿Esto quiere decir que debemos evitar todo
contacto con el azúcar simple, alimentos preparados, alcohol, etc.?
La respuesta es no. Sin embargo, es cierto que hoy en día tenemos un
consumo mayor de lo que deberíamos de este tipo de alimentos. Incluso muchas
veces, compramos productos en el supermercado pensando que son saludables ya
que nos lo anuncian como tal, y nos llevamos una gran sorpresa cuando al mirar
el etiquetado vemos que en realidad contienen grandes cantidades de azúcares.
El ejemplo está al principio del vídeo cuando el presentador enumera los
productos de los que va a prescindir el protagonista y cuenta la cantidad de
azúcar en forma de terrones que en realidad contiene cada
producto.
Lo curioso es que pasada esa etapa de “abstinencia”, no se echa de menos ese tipo de comidas, pero
es verdad que en nuestra sociedad, uno queda con los amigos de forma
improvisada para cenar y no suele pensar en ponerse a hacer una pizza casera o
en ir al mercado para comprar carne picada para hacer unas hamburguesas sin
aditivos industriales, por lo tanto, si se puede evitar mejor, pero si no, la
clave está en no abusar de este tipo de comidas.
Con esto me despido hasta el próximo post. :)
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
Fuentes
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