¡Buenos días! Empezamos la semana, y hoy, con motivo del Día Mundial contra el cáncer de Colon, que se celebra este martes 31 de Marzo, quería hacer un resumen de esta patología y de su prevención.
¿Qué es?
El cáncer de colon es una enfermedad en la que las células malignas se localizan en la porción intermedia y más larga del intestino grueso. Es un tipo de cáncer bastante común y fácil de detectar, que tiene un alto grado de curación y tarda mucho en desarrollarse. Uno de los principales motivos por los que puede desarrollarse un cáncer en esta zona es debido a que es el lugar donde se almacenan las heces antes de ser expulsadas al exterior a través del ano, por lo que acumula sustancias de desecho, siendo, en consecuencia, un lugar propicio para la aparición de un cáncer. Por eso es fundamental reducir el tiempo de acumulación al mínimo, adoptando una dieta equilibrada que facilite el tránsito intestinal.
El tipo de cáncer colorrectal más frecuente es el adenocarcinoma. No obstante, existen otros tipos de tumores:
- Sarcomas: se originan en la capa muscular del tubo digestivo.
- Linfomas: tumoración de las células de la defensa de estómago e intestino.
- Tumores carcinoides: cáncer de las células productoras de hormonas del aparato digestivo.
- Melanomas.
El cáncer de colon produce una serie de síntomas que pueden variar en función de su localización dentro del intestino grueso:
- Sangre en las heces: es uno de los síntomas más frecuentes del cáncer de colon.
- Cambio en el ritmo de las deposiciones: aparición de diarrea o estreñimiento cuando el ritmo intestinal previo era normal.
- Heces más estrechas: debido al tamaño del tumor que impide el paso normal de las heces.
- Tenesmo o sensación de evacuación incompleta.
- Dolor abdominal.
- El cansancio extremo o la pérdida de peso sin causa aparente.
Todos estos síntomas son comunes a
otras patologías como son las hemorroides, o trastornos digestivos como el
síndrome de colon irritable, entre otras.
Diagnóstico
Las pruebas utilizadas para el diagnóstico de cáncer de colon y recto son:
- Análisis de sangre y orina.
- Tacto rectal. Exploración digital del ano y parte del recto.
- Colonoscopia. Es una prueba con la que se observa la mucosa de todo el colon y el recto a través de un tubo largo y flexible (endoscopio) que se introduce por el ano y que en su extremo, posee una luz y una cámara que permite visualizar en un monitor de televisión cualquier patología existente.
- Biopsia. Prueba realizada casi siempre a la par que la colonoscopia, en la que se extrae una pequeña muestra de tejido para ser estudiada por un anatomopatólogo.
El cáncer de colon es uno de los
pocos cánceres que se pueden diagnosticar precozmente, es decir, antes de que
la persona note algún síntoma. Es por esto que la prueba más común para la
detección precoz de esta patología, de las mencionadas anteriormente, es el test de sangre oculta en heces (TSOH). La
razón es que dicho test lo realiza la propia persona en su domicilio y se lleva
para que se encargue de su lectura el personal sanitario cualificado. La periodicidad
de esta prueba es de dos años y se recomienda especialmente en personas mayores
de 50 años, ya que la población de mayor riesgo de padecer esta patología son
aquellas comprendidas entre los 50 y 69.
Cuando el test es positivo, es decir, indica que existe sangre en las deposiciones, se requieren estudios posteriores para diagnosticar el origen de la misma (hemorroides, pólipo, tumor maligno…) así como la realización de una colonoscopia, biopsia, etc.
Alrededor del 90% de los casos de cáncer de colon detectados podrían curarse si se detectan a tiempo, de ahí la importancia de prevenir realizando el TSOH.
Prevención
En el post del Día Mundial contra el cáncer que publicamos el año pasado, ya hablamos de la alimentación aconsejada y no se diferencia mucho de un tipo u otro de cáncer, por lo que hoy quiero hablar de la alimentación para la prevención del cáncer.
La forma de prevenir el cáncer de colon no dista mucho de las recomendaciones que ya hemos hecho para la prevención de otras patologías y que coinciden con la adopción de unos hábitos de vida saludables.
Con respecto a la alimentación, las dietas ricas en grasas animales (carnes rojas) y pobres en fibra, pueden aumentar el riesgo de cáncer colorrectal por lo que como medida de prevención a adoptar sería reducir el consumo de carnes, especialmente rojas, y aumentar la fibra de la dieta. Además, se debería incrementar el consumo de frutas y verduras, alimentos en los que se ha visto el gran papel protector que tiene frente a la mayoría de los tumores. También debería evitarse el consumo excesivo de salazones y ahumados, los primeros por el excesivo contenido en sodio cuyo principal inconveniente es el riesgo que supone a nivel cardiovascular, favoreciendo la hipertensión y, en el extremo, ciertos tipos de cáncer. Los ahumados cuentan con ciertas sustancias tóxicas producidas durante el procesado.
La actividad física es fundamental, una vida sedentaria favorece el riesgo de aparición de esta patología como muchas otras.
El consumo de tabaco y el de alcohol puede actuar favoreciendo el crecimiento de las células de la mucosa del colon, dando lugar a la aparición de pólipos, precursores de tumores malignos.En conclusión, es muy importante la prevención del cáncer, y en el caso del cáncer de colon la prevención y la detección a tiempo es muy fácil, basta con una sencilla prueba; por tanto, este año la Asociación Española Contra el Cáncer (aecc) ha lanzado la campaña “Yo puedo salvarte la vida” en la que se hace especial hincapié en la realización de esta prueba.
Con esto me despido hasta el próximo día. :)
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
Fuentes
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