¡Buenos días! Hasta aquí llega la 2da temporada de Nutrición a las 6, nos despedimos el próximo
día hasta el nuevo curso, que vacaciones nos merecemos todos. :)
Pero antes de irnos a disfrutar del verano, llega a "¿cómo se hace?", uno de los productos estrella
de nuestro país que acompaña en tablas, tapas, raciones,
bocatas… ¿no sabes de qué hablamos? Pues hoy conocemos cómo se elabora el jamón curado, las diferencias existentes
entre unos y otros, etc. ¿Te apuntas?, ya mismo empezamos.
El jamón curado es el producto elaborado
con la extremidad posterior o pernil, lo que
conocemos como pata, procedentes de cerdos adultos, y sometido al correspondiente proceso de salazón, secado y
maduración.
El jamón curado en España se puede
clasificar y diferenciar según:
- La raza del cerdo: jamón de cerdo ibérico, jamón de cerdo blanco.
- El proceso de elaboración: jamón serrano, jamón curado.
Así, tenemos tres
denominaciones generales:
- Jamón ibérico.
- Jamón serrano.
- Jamón curado.
El jamón ibérico
Es el producto de mayor calidad y el más
caro, que se obtiene o elabora con cerdos de raza ibérica pura (negro y
retinto) o cruces con Duroc y Duroc Yersey que posean al menos un 75% de sangre ibérica.
Según la alimentación del cerdo encontramos distintas clases de jamón ibérico:
- Jamón ibérico de bellota: procedente de cerdos alimentados en el campo o dehesa, en régimen de montanera exclusivamente de bellotas o pastos naturales.
- Jamón ibérico de recebo: al inicio del cebo los cerdos son alimentados en régimen de montanera con bellotas y pastos, pero en los últimos meses tienen una alimentación suplementaria con piensos.
- Jamón ibérico de cebo: procedente de cerdos alimentados únicamente con piensos.
- Guijuelo: Salamanca.
- Jamón de Huelva: el conocido jamón de Jabugo, elaborado en la sierra de Aracena.
- Pedroches: Córdoba.
- Dehesa de Extremadura.
Al ser un producto de alta calidad el proceso está muy
delimitado y es muy estricto.
1. Selección de los perniles
En ningún caso se puede usar cualquier
materia prima, sino que debe cumplir una serie de
características, las cuales se determinan por 4 estudios:
- Peso en sangre, es el peso que debe tener el pernil. Debe estar entre 8.5 y 13 kg, si pesa más o menos en el proceso de secado se darían características anómalas (demasiado o poco salado, sabores extraños…).
- Espesor de la grasa, debe ser superior a 0.8 cm. La grasa ayuda a la sal a penetrar en la carne y llegar al estado óptimo, si fuese inferior no se llegaría a ese estado. Por otra parte, es necesario ese grosor para que cuando se añadan los microorganismos se llegue al sabor característico de este producto.
- Temperatura interior, esta temperatura debe ser inferior a 3oC, para lo cual no se debe romper la cadena del frío.
- pH, tiene que estar comprendido entre 5.6 y 6.2, esto nos indica que la instauración y resolución del rigor mortis ha sido correcto.
Consiste en el perfilado de los perniles. Se les quita la corteza o piel salvo en la pezuña. Este perfilado se
denomina en forma de V, ya que
al quitar la corteza dejando la de la pezuña queda ese dibujo en la pieza.
3. Desangrado
Consiste en eliminar la sangre residual
que quede en la pieza. Se procede por presión manual o mecánica sobre las
trayectorias de la arteria femoral y safena. En el 90% de
los jamones ibéricos se elimina de forma manual, por personas conocedoras del
recorrido de las arterial por el pernil eliminando cualquier resto de sangre.
4. Salazón
Este paso o etapa tiene como objetivo
incorporar sal y los agentes de curado a la masa muscular para favorecer la deshidratación (ya que al ir entrando la sal al
interior del jamón, el agua va saliendo) y, por tanto, la conservación de las
piezas, contribuyendo al desarrollo del color y aromas típicos.
El Consorcio del Jamón Ibérico ha
establecido un tiempo de salazón de un día por kg de peso de la pieza.
Esta fase tiene lugar en 2 etapas:
- 1a de forma manual, donde se frota la sal por toda la pieza.
- 2da se apilan los jamones y se van poniendo capas de jamón y sal. Las capas se deben hacer por pesos homogéneos.
Además, se debe controlar la temperatura. La salazón
se debe llevar a cabo entre 3 y 5oC y una humedad relativa del
80-90%.
5. Lavado y cepillado
Pasado el tiempo que debe estar el pernil en salazón,
se lava y cepilla para quitar los pegotes de sal que han quedado en la
superficie, ya que si no se quitan, la sal seguiría penetrando y se haría un
sobresalado.
6. Post-salado
Es una etapa de reposo, asentamiento,
equilibrio y estabilización. En ésta la sal penetra al interior de la fibra
muscular, mientras que el agua sale al exterior.
La duración de esta etapa es de 40 a 80
días y también se lleva a cabo a temperaturas de 3 y 5oC con una
humedad del 80-90%.
7. Secado
Cuando el agua sale debido a que ha
entrado toda la sal, en la superficie quedan gotas de agua, por ello es
necesario subir la temperatura de la sala para que se evaporen y eliminen. No hay que preocuparse de una posible proliferación de microorganismos,
ya que no pueden desarrollarse puesto que no hay agua en el jamón.
Sin embargo, los
mohos sí que van a aparecer en la superficie de las piezas, aunque no es
perjudicial, ya que las enzimas van a atacar a la grasa dando una serie de
cambios que producirán el aroma y sabor característico del jamón,
por lo que nos favorece.
Junto con las enzimas de los mohos, también actúan las enzimas propias del jamón,
que van a atacar a las proteínas y también a la grasa para, de igual manera,
dar sabores y aromas propios del jamón.
El Consorcio del Jamón Ibérico aconseja
que se realice en secaderos naturales, con riguroso control de la temperatura,
de 15 a 30oC, y humedad, sin olvidarnos de la duración de esta
etapa, que será de 6 a 12 meses.
8. Maduración, estacionamiento, envejecimiento
Tras el secado, los jamones se llevan a
bodegas donde siguen produciéndose las reacciones iniciadas en el secado y que van a ser
responsables del sabor y aroma final del producto.
El tiempo de permanencia en las bodegas
oscila entre 10 a 12 meses. Para determinar
cuándo el jamón está listo, se lleva a cabo la “cala”, en la que se utiliza un
hueso con ese nombre y expertos lo clavan en lugares especiales del jamón;
cuando lo retiran se huele y dependiendo del olor se deja más tiempo madurando
o en cambio, se saca y se clasifica.
Tras esto, hemos visto todas las etapas por las que
pasa un jamón ibérico, si nos paramos a
calcular el tiempo empleado en el proceso de elaboración, nos damos cuenta que
son 18 meses aproximadamente, es decir, 1 año y medio. Es por esto y por los costes por lo que es necesario
elegir la materia prima de la que vamos a partir, además, el precio que se paga.
Con esto me despido, esperando que os haya gustado ver
cómo se elabora el jamón ibérico, en septiembre veremos cómo continúa el
proceso del jamón serrano y el curado, y las diferencias entre los 3.
¡¡Hasta el curso que viene!! Pasar un gran verano y
por supuesto, ¡¡ser felices!!
Realizado por Jorge Ibarra Morato
Fuentes
Conocimientos adquiridos durante la Diplomatura de
Nutrición Humana y Dietética.
La Denominac.de los Pedroches, se encuentra en Cordoba
ResponderEliminarHola,
EliminarTienes toda la razón, es de Córdoba. Ha sido un fallo nuestro que ya hemos subsanado.
Muchas gracias por tu aporte.
Un saludo. :)
El post sencillamente estupendo, hay mucha confusión entre el publico en general sobre las diferencias entre jamón iberico de bellota y el de recebo que es importante que el publico en general esté informado para que luego no los engañen
ResponderEliminarUn post genial para saber como hacer esta proceso de curación e intentarlo si queremos hacer el nuestro propio, un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias
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