
Resulta que el aceite obtenido de una planta es el mismo y tiene las
mismas propiedades que la leche materna. Si seguimos esta línea de pensamiento
podríamos irnos a otros ejemplos como es el caso del omega 3, que podemos
consumirlo en pescados azules pero también se puede obtener del consumo de
ciertos frutos secos o semillas. ¿Es igual la composición de una nuez a la de
un salmón? ¿Lo consumimos de igual forma? ¿Su sabor es el mismo?
Todos sabemos la respuesta a estas preguntas, si hablamos del omega 3 tenemos
que tener en cuenta que existen varios tipos: Omega 3 EPA y DHA, presentes en
pescado, y Omega 3 alfa linoleico, presente en semillas y frutos secos. Ambos
tienen la misma denominación pero dentro del organismo siguen vías distintas de
asimilación.
Volviendo al aceite de palma, tanto dicho aceite como la leche materna
son productos grasos con cierto contenido en ácido palmítico, que es el
nutriente al que se referían en dicho reportaje. Un recién nacido necesita
grasa, necesita proteínas, nutrientes, energía en general para un correcto
desarrollo, este nutriente es esencial para esta etapa. Ahora bien, la leche
materna es un alimento específicamente creado y diseñado para cada recién
nacido; la leche materna se adapta en su composición a cada etapa del pequeño
para garantizar una correcta nutrición.

Antes de finalizar quiero aclarar que las situaciones comparadas en este
post no son equiparables, el caso del omega 3 en ambas líneas de alimentos
contribuyen a una alimentación saludable, en el otro caso… en fin… no
tendríamos ni que estar considerando que la leche materna y el aceite de palma
son lo mismo ni comparables.
Con esto, invito a la reflexión. Me despido hasta el próximo
post.
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
No había oído ese comentario pero me parece increíble decir que la leche materna y el aceite de palma son lo mismo sólo porque llevan ácido palmítico que es un ácido graso super habitual. Cada uno interpreta como quiere.
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