¡Buenos
días! Hoy me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre la alimentación, en
especial la alimentación de los celíacos.
Hace
no mucho escuché a un grupo de personas que se quejaban de lo caro que es la
alimentación de un celíaco, que claro hay que comprar productos especiales y
que la alimentación se ve muy limitada. Mi pregunta es ¿realmente es tan limitada la
alimentación?, ¿realmente es tan cara?
No
me quiero repetir, ya que sobre la enfermedad celíaca hablamos en este post, pero
¿qué es la celiaquía? La celiaquía es un proceso autoinmune y crónico que consiste en una malabsorción secundaria debido a la
intolerancia al gluten.
¿Qué alimentos contienen gluten? Trigo, cebada, centeno, espelta, farro, kamut, triticale, tritordeum, sorgo.
Estamos
hablando pues que efectivamente esta enfermedad pone una gran luz en rojo para
estos cereales, pero nuestra alimentación no se basa exclusivamente en
cereales, es más, la base de nuestra alimentación son las frutas y
hortalizas y vegetales.
El siguiente
paso en la escala de una alimentación equilibrada son los alimentos proteicos
carnes, pescados, huevos, legumbres, etc. Y tampoco debemos olvidarnos de los
frutos secos con grasas de gran calidad y necesarias para el organismo.
Es cierto, un
celíaco tiene que “vetar” de su alimentación un grupo o, más bien, parte de un
grupo de alimentos de los tres o cuatro grupos que acabo de mencionar. Estamos
hablando de restringir un cuarto de la oferta alimentaria que encontramos en
nuestra sociedad. Viendo esto, ¿realmente es tan dramático el cambio como lo
pintan?
Si hablamos de
una alimentación
que tiene como base los hidratos de carbono (pan, pasta, etc.),
productos envasados y precocinados, efectivamente, el cambio es un auténtico
infierno y el bolsillo lo va a notar. Veamos un ejemplo:
Ambos menús
son parecidos, ambos menús son elaboraciones que pueden realizarse un día
cualquiera por una persona que busca la rapidez, platos compuestos por
alimentos envasados, precocinados en muchos casos; al comparar el cambio de una
alimentación con y sin gluten el coste diario aumenta, los productos envasados
sin gluten son más caros y, por supuesto, hay que leer muy bien el etiquetado
para encontrar aquellos productos sin gluten (lo que se traduce en mayor tiempo
para comprar).
Si por el contrario, la alimentación se basa en alimentos frescos de mercado como frutas, verduras y hortalizas, carnes, pescados, huevos, legumbres, etc. sin procesar es posible que el cambio no sea tan drástico.
Al
final, si la elaboración de las comidas parte de productos frescos, el cambio
no es tan acusado, la compra de productos específicos no es tan grande e
incluso es fácilmente sustituible por otros alimentos que no contienen gluten.
Visto
esto y para despedirme vuelvo a lanzar la misma pregunta: ¿es tan caro y dramático el cambio de
alimentación cuando el diagnóstico para celiaquía es positivo?
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
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